UNA REINA ANÓNIMA - Anexo: Poemas
POEMAS
En esta sección he recopilado los diferentes poemas que
aparecen en la novela. Tanto los creados por mí, como los que he incluido de
poetas reales, como el Conde de Villamediana (1581-1622).
En orden cronológico (de la novela):
Poema del capítulo 10
El que fuere dichoso será amado;
Y yo en amor no quiero ser dichoso,
Teniendo, de mi mal propio envidioso,
A dicha de ser por vos tan desdichado
Cerca está de grosero el venturoso;
Seguir el bien a todos es forzoso,
Yo sólo sigo el mal sin ser forzado.
Soneto amoroso nº 193 de “Poesía impresa completa” (1990) Conde de Villamediana, pág. 269 [Completo] Edición de José Francisco Ruiz Casanova. Editorial Catedra, Letras hispanas.
Poema del capítulo 15
No me pertenece a mí
Y aunque son solo habladurías
La ha escrito el pueblo de parís.
No la mujer que nos gobierna
La otra que viste el negro,
Que ahora es nuestra nueva reina:
Ha llegado plagada de reliquias
Y enlutada, con un marido muerto
Colgando del relicario del cuello.
Al encontrarse por nueva esposa
A una viuda plañidera
Que ha pasado la edad casadera!
Que antes de llegar a pisar el suelo
De esta nuestra tierra, se ha sabido cornuda,
Antes del casamiento!
Allí en el país vecino,
Que la princesa viene pura y virgen
Como santa frígida, patrona del cilicio*.
En la difícil tarea que le aguarda
En su esperada noche de bodas,
Esperemos que la fruta no esté pasada.
¿qué es lo que se puede esperar
De una mujer que, dados sus años
Ya debe haber aprendido a copular?
De una mujer que, dada su nacionalidad
El negro es seña y la cruz es bandera,
Dios es juez y el fuego condena.
De una mujer que, siendo reina
Compartirá el lecho de su esposo,
Su tribulaciones y su condena?
Y que es virgen, nadie lo espera
Que será diestra, nadie lo desea
Y que ame al rey, nadie lo quisiera.
Poema original creado por la autora para la novela.
No me puedo sufrir a mí conmigo
Y encubierta la culpa y no el castigo,
Me tiene amor, de quien nací vasallo.
Soneto amoroso nº 113, “Poesía impresa completa” (1990) Conde de Villamediana. pág. 189 [Primer cuarteto] Edición de José Francisco Ruiz Casanova. Editorial Catedra, Letras hispanas
Poema del capítulo 38
Desde el primero hasta el postrero día,
Costumbre y razón es, que no podría,
Cuanto lloro, señora, y he llorado.
No permite descanso ni cuidado,
Ni en lágrimas fin se sufriría,
Pues por aquel dolor que las envía
Queda el llanto, con el llanto, acreditado
No me pude ser nuevo este tormento,
Si a la entrada del mundo me esperaron
Lágrimas que no tuve por castigo;
Que jamás cesarán, pues son sin cuento
Las tristes causas por que se lloraron,
Acabará a lo menos de afrentado
Si no es que las memorias de olvidado
Le hagan de la vida ser cautivo.
Soneto amoroso nº 140, “Poesía impresa completa” (1990) Conde de Villamediana. pág. 216 [Primer cuarteto] Edición de José Francisco Ruiz Casanova. Editorial Catedra, Letras hispanas.
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