PERDÓNAME (JiKook) - Capítulo 9
Capítulo 9
Jimin POV:
Al día siguiente sus padres vienen a recogerle y me dan mil gracias por haber
cuidado de él. Saben que no es necesario y que estoy aquí para cuidar de él
pero me encanta ganar puntos con ellos de manera que confíen más en mí. Sin
embargo yo ya no les veo como antes. La mujer que creí una buena madre no es
capad de preocuparse lo suficiente por su hijo, y el padre que consideré una
muy buena persona es un retrógrado
homófobo.
No espero que entiendan mi atracción hacia
su hijo pero sí que él pueda tener la libertad sexual para elegir a la persona
que más le convenga independientemente del sexo. Sé que no soy su padre para
darle la educación que ellos no le dan pero espero que no pase demasiado tiempo
con sus padres como para que se le peguen todas esas estupideces.
Y sin desearlo, el tiempo pasa. Pasa y no
soy consciente. Él ya tiene diez años cuando una mañana regreso a su tienda
como he hecho durante todo este tiempo y le encuentro jugando con una niña de
su edad probablemente alguien de su clase. Los padres de la chica están por ahí
hablando con la madre de Jungkook procurando que nadie se dé cuenta de mi
presencia. No puedo evitar sentirme
celoso porque por primera vez no viene corriendo a mí porque esté distraído con
alguien más.
Toda mi vida pesa y soy estúpido porque no
interrumpo el momento tan bonito que tienen ellos y me limito a comprar algo
que comer por el camino de vuelta a la oficina y hacer como si nada. Aun
recuerdo su sonrisa cuando ella le miraba y como evitaba cualquier contacto
físico por vergüenza. No sé cómo puedo ser tan infantil de enfadarme por algo
así, pero los días siguientes no pasé por la tienda. Me gustaría decir que fue
por pura justicia pero me mataba el hecho de volver y repetir la escena día
tras día.
Alguien llama a mi puerta y me veo
obligado a levantar mi pesado culo del sofá hoy que es fiesta. Maldita sea.
Estoy con pantalones de chándal y una camiseta de tirantes que se ajusta a mi
cuerpo. No me siento muy feliz conmigo mismo ahora pero tampoco tenía pensado
salir y menos recibir visitas por lo que no puedo evitar sonrojarme una vez
abro la puerta y veo quien ha venido a verme.
—¡Hyung! –Su bonita voz me saluda con su
sonrisa de conejo.
—¿Kook? –Miro a su madre que le acompaña
confundido—. ¿Qué hacéis aquí?
—Perdona si molestamos, es que hace días
que no pasas por la tienda y Kookie se ha preocupado… —Lo mira a él poniéndole
como excusa—. Y si no es mucha molestia me gustaría sabes si podrías cuidarlo
unos minutos en lo que yo y su padre hacemos un recado…
—Claro… —Miro su sonrisa y ¿cómo voy a
negarme?
—Perfecto, muchas gracias, cuando termine
pasaré por aquí…
—No te preocupes, lo llevaré a casa
después de cenar. ¿Te parece bien? Me vendrá bien salir un rato para variar…
—¿De veras? Eres un sol Jimin…
En cuanto se va Jungkook se abalanza a mis
brazos y lo cojo sintiendo la notable diferencia de peso entre hoy y hace años.
Hacía mucho tiempo no le cogía en mis brazos pero no me importa, hago un
esfuerzo sobrenatural para mantenerle allí y que pueda mirarme desde mi regazo.
—¿Dónde estabas hyung? ¿Por qué no has
pasado por la tienda? Estaba preocupado…
—¿Estabas preocupado? –Le miré cínico.
—Mucho hyung…
—Sabes que soy el hyung más fuerte y nadie
puede hacerme daño…
—Lo sé hyung… —Me abraza y doy gracias a
que mis distracciones le sacan del tema porque no me gustaría tener que decirle
que estaba celoso de una chica de diez años. Es ridículo y sin embargo cierto.
Él sigue en mis brazos y se zarandea para
bajar pero yo le sujeto con toda mi fuerza haciéndole saber que aun puedo
sostenerle y me mira con esos grandes ojos negros preguntándose que pretendo.
Muy sencillo.
—Abrázame Kookie… te he extrañado.
No duda un solo segundo en obedecerme
encaramándose a mi cintura con sus piernas y sus brazos en mi cuello ya no necesito
sostenerle, porque por él mismo se mantiene. Amo todo de él.
…
Probablemente este es el momento más
horrible de mi vida. Yo, encerrado en mi propio coche sentado en el asiento de
conductor viendo por el retrovisor como cuatro chicos golpean hasta la saciedad
a mi pequeño Jungkook. Siento todo mi cuerpo arder en pura adrenalina pero no
puedo hacer más. Me limito a aferrarme al volante inútil esperando a que se
vayan y rezando por que no le hagan demasiado daño.
A los cinco minutos, cuando ya nadie hay
por las calles salgo y me dirijo al pequeño niño de trece años tirado allí
ensangrentado en el suelo. Le sujeto por el brazo y le obligo a levantarse
ahora sí, apareciendo por primera vez ante él.
—Hyung… —Tartamudea con el labio roto.
Manando sangre que me duele más a mí que a él.
—Vamos JungKook… —le dirijo hasta el coche
y le meto en el asiento del copiloto poniéndole el cinturón. Me he dado cuenta
de que a medida que caminaba se sujetaba el costado. Y varias veces tragó
sangre que debió escupir por no pasar más vergüenza delante de mí.
—¿Qué haces aquí? –Me pregunta una vez
estoy conduciendo el coche a su lado.
—Pasé con el coche y vi como te golpeaban.
—No hacía falta que pararas.
—¿Qué diablos dices?
—Digo que no entiendo por qué cojones
tienes que ayudarme.
—¡Porque me importas, joder! ¿Qué diablos
no entiendes?
—Eres un hipócrita de mierda. Si me
quisieras me habrías dejado allí que es donde merezco estar.
—No, te llevo al hospital.
—¡Para! ¡PARA EL COCHE! –No puedo evitar
frenar el coche en el primer sitio que encuentro e incluso antes de que se
detenga el ya desabrocha su cinturón y se baja caminando por una calle que dudo
mucho sepa a dónde conduce.
—¿A dónde vas? –Pregunto saliendo del
coche siguiéndole.
—Déjame en paz.
—Deja de comportarte como un crío y
regresa aquí ahora mismo.
—No soy un niño, no me cuides como tal.
–El seguía caminando por lo que me adelanto a él y le sujeto el brazo haciendo
que me mire.
—Voy a golpearte yo también si no subes al
coche de inmediato.
—¡Hazlo! –me sujeta por el cuello de la
camisa y me obliga a mirarle directamente a sus ojos. Preciosos ojos que me
llevan a la perdición acompañado de la gloriosa locura. No puedo, no puedo
golpearle y me sumo en la decepción conmigo mismo. Miro al suelo derrotado—.
Eres lo peor…
Me suelta y le veo caminar alejándose de
mí cojeando y aferrando su mano aun en el costado que veo no puede haberle
pasado nada bueno. Suspiro frustrado y
regreso al coche para encerrarme allí pero antes de arrancar y conducir
desbocadamente por la autopista me detengo y golpeo el volante rezando que no
salte el airbag. Desahogo allí mis frustraciones y cuando todo lo malo de mí ha
salido, las lágrimas no se contienen por más tiempo y me limito a llorar para
intentar sacar el nudo de mi garganta que oprime mi pecho. Lloro por él y por
lo cobarde que puedo llegar a ser cuando se trata de su vida.
Cuando alzo la vista al retrovisor, él, ya
no está.
Esta parte siempre me dolerá, el contraste tan abrupto en dónde JungKook de 10 añitos quería a su Hyung (donde lo abrazaba por última vez con mucho cariño), y el ahora, un JungKook de 13 añitos odiando a su Hyung.
ResponderEliminarSentí que el iceberg de la relación de JiMin con JungKook se fue decayendo desde el momento en que JiMin vio los moretones en el cuerpo de JungKook. Al igual desde el momento en que JiMin besó a JungKook aprovechándose de la inocencia del pequeño, así como también el hecho de que JiMin se ponga celoso de una pequeña niña.
Y creo tener una idea del porqué JungKook se portó de manera despectiva con JiMin, siento que como está en la edad del inicio de la pubertad se siente inseguro de sí mismo, lo que causa una acumulación de sentimientos que JungKook todavía no puede procesarlos del todo.
Sin embargo, siempre tendré la duda del porqué esos niños golpeaban a JungKook.
Es cierto que en parte la actitud de Jungkook se debe al hecho de ser un adolescente, pero también porque Jimin empieza a tomar un poco el rol de padre protector frente a él, más que un hermano mayor o incluso un amante. Y Jungkook, siendo un adolescente como es, deja de mostrar esa confianza que podía tener con él.
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