PARTE DE LA ÉLITE [PARTE II] (YoonMin) - Capítulo 45

 Capítulo 45

 

Jimin POV:

 

Siempre he pensado que la vida es una sucesión de acontecimientos que crean, modelan y forjan una personalidad. Pero con el tiempo he ido olvidando cosas y a cuanto más crezco menos cosas creo recordar por lo que he acabado pensando que tan solo son unos cuantos recuerdos importantes, escogidos de forma aleatorio y con tal vez algo más de trascendencia que el resto los que acaban por marcarnos. Que el día sea caluroso o haga frío no va a cambiar ni a trastocar mi mundo entero o eso creía. Sin embargo, en uno de esos días de gran valor y trascendencia, nevaba. Lo recuerdo con cuidado y precisión porque los copos de nieve acompañaron a mis lágrimas aquel día que comenzó con total normalidad.

Los suspiros de Yoongi llenaban la habitación y no eran de placer precisamente sino aburridos y algo nerviosos, con la intención de llamar mi atención y hacer evidente que le mataba tener que estar encerrado en su cuarto por culpa de la pierna escayolada. Yo estaba sentado en una silla frente a él en la cama y comenzando a exasperarme yo también comencé a suspirar como él hasta que uno de los dos no pudo aguantar más el juego de incomodidad y él fue el primero en hablar.

—Me aburro. –Me dijo mientras se incorporaba un poco más en la cama e intentaba alcanzar las muletas apoyadas en la pared pero le detuve sabiendo que no le convenía levantarse—. Vamos a dar una vuelta, Jimin.

—No, nada de eso. –Me levanté y puse las muletas lejos de su alcance—. Sabes que no debes levantarte en unos días, al menos no hasta que cicatrice la herida. Aún está reciente.

—Soy fuerte, vamos. Aquí dentro me volveré loco. –Suspirando nuevamente me senté a su lado en la cama y él pareció más tranquilo cuando entrelacé nuestras manos en mi regazo.

—¿Crees que para mí no es cansado o aburrido estar aquí? Pero lo hago por ti. Porque quiero asegurarme de que estás bien y nada malo te pasa. ¿Quieres que me largue? ¿Es eso lo que quieres? —Le pregunté y él bufó.

—Vete si quieres pero déjame salir. ¡Quiero salir! ¡Vamos! –Se deshizo del agarre e intentó levantarse de nuevo pero yo lo detuve.

—Nada de eso.

—Pues tengamos sexo, discutamos, golpeémonos. Pero quítame el aburrimiento.

—¿Tener sexo es tan divertido como discutir? –Sonrió.

—Claro que sí.  A veces incluso es más divertido discutir sobre todo comparado contigo de activo. –Le miré frunciendo el ceño y él me guiñó un ojo.

—Te quedarás sin sexo años por esa mierda. –Saqué la lengua y él rió de mí. Suspiró y cogió su DC para mandarle un mensaje a Jeon.

 

——¿Puedes pasarte por la biblioteca y traerme algunos libros?

 

—¿Vas a contárselo? –Supe de sus intenciones nada más que le escribió.

—Creo que debo hacerlo. –Suspiró esta vez triste.

—También lo creo. –De repente me miró sorprendido porque no le contradijese en algo que estaba en sus ideales. Por desgracia conocer la verdad también entraba en los míos y de estar en el caso de Jeon a mí también me hubiera gustado saber del peligro que corría mi vida.

—¿De veras? Pensé que me intentarías disuadir de que no lo hiciera.

—¿Yo? Nada de eso. Tampoco sabemos si es verdad aunque sea tan evidente.

—Sabes que no solo él corre peligro, también lo hago por nosotros.

—¿Se lo contarás al resto? Deberíamos hacerlo…

—No. Solo me importáis Jeon y tú. El resto me dan igual.

—¡Vaya! Min Yoongi cada día se parece más a mí. Me siento muy orgulloso—. Lo malo es que cada día era yo el que se parecía más a él. YoonGi sonrió por mis palabras pero no se sentía honrado por ellas. Al contrario, insultado incluso pero le debieron hacer gracia.

—Cállate.

—¿Qué le dirás exactamente?

—Le diré cómo están las cosas aunque seré lo más cuidadoso posible. Sé que me entenderá a la primera.

—Yoongi…

—Tal vez debería dejarlo caer… decirle que…

—Yoongi. –Esta vez fui mucho más firme que antes para que me prestase atención y lo hizo decepcionado consigo mismo. Me miró expectante y cogí aire para poder preguntar—. ¿Hasta qué punto estamos en peligro? –Mi voz sonó más triste de lo que pretendía y de seguro su mirada fue mucho más triste de lo que estaba en su intención.

—No estoy seguro pero si de algo no dudo es de que sé que conocen nuestros encuentros sexuales, y los de cualquiera que haya habido en todo el edificio. Sé que hay cámaras y micrófonos por toda parte, estoy seguro pero se hacen los ciegos hasta que todo les explote en la cara y no tengan más remedio que hacerlo público para tener una excusa para matarnos. Nos mataran a todos, de eso también estoy seguro pero no sé cuándo ni cómo. Jimin. –Me dijo acongojado—. ¿Puedo pedirte algo? Sé que es una tontería pero…

—Dime…

—Muere siendo tú mismo, pero nunca vivías siendo quien no eres. —Detuve mi corazón en un suspiro y no fui capaz de mirarle durante más tiempo—. Una vida corta y feliz es mejor que una desgraciada aunque duradera.

—He vivido mucho tiempo infeliz. ¿Por qué no unos años más? No me harán nada malo. –Dije creyéndome todavía en la posibilidad de sobrevivir al estado y a todo a mí alrededor.

—Por favor, Jimin. –Me suplicó—. Sé feliz.

Alguien llamó a la puerta y supe quien era de inmediato y tras finalizar la conversación con esas amargas palabras abrí la puerta descubriendo tras ella a un Jeon completamente confuso y cansado de cargar unos libros que de seguro sabía, no eran más que una excusa. Me despedí de ambos dejándole a Jeon la ID y me dirigí a mi cuarto hasta que me avisasen para regresar de nuevo. En otra ocasión habría estado receloso de haberles dejado a solas o incluso me habría quedado tras la puerta con una oreja en la puerta intrigante y deseando que ocurriese algo para entrar y golpearlos a ambos pero aquél día me dirigí como un acto reflejo a mi cuarto y me encerré allí dejando el DC sobre la cama y sentándome a su lado colocando la cabeza en mis manos y los brazos apoyados en mis piernas. Pensé allí el tiempo suficiente como para darme cuenta de la verdad oculta tras las palabras de Yoongi. Una verdad que de haberla conocido tiempo antes habría reaccionado contra ellas. De haberla conocido después habría sido todo más doloroso. Fue el momento exacto y como siempre hacía Yoongi. Lo elegía con cuidado y precisión. Sus palabras dolieron en mi mente hasta que se hicieron evidentes.

Una excusa para matarnos

Nos mataran a todos

Muere siendo tu mismo

Sé feliz

No sabía cómo ni porqué pero de seguro que moriríamos todos y él intentaba acelerar el proceso. Él moriría primero. Se suicidaría como todos haríamos después.

Al principio no quise ni pensarlo. Me levanté de la cama y con mi DC activé la ventana en la pared para que dejara traslucir los copos de nieve que caían en la oscura noche que se avecinaba. Suspiré profundamente aguantando el llanto pero saber qué nos deparaba y el dolor que me supondría no ayudaba a contenerme. Cubrí mis labios y lloré firme ante la ventana no queriendo derrumbarme cuando aún podíamos vivir. Cuando aún podíamos ser felices. Aún creía que yo era dueño de mi vida, de mi destino.

Y una mierda.

Canté para mi mismo una vez la verdad me fue revelada mientras miraba una camiseta gris que Yoongi se había dejado días antes doblada y bien colocada en la silla cerca del vestidor.

 

Dónde sea que vaya, lo que sea que haga

Le mostraré, lo mucho que he afilado mi

espada. Lo mucho que ha trabajado.

A todas las personas que me miraban con

desprecio.

       

 

    

 

 

 

Capítulo 44                       Capítulo 46               

 Índice de capítulos

Comentarios

Entradas populares