PARTE DE LA ÉLITE [PARTE II] (YoonMin) - Capítulo 37
Capítulo 37
Jimin POV:
En la semana que comenzaba predominaba mi
especialidad así que empecé de buen ánimo luciéndome en mis mejores momentos.
He de reconocer que en otros tiempos habría machacado a todo el que se me
hubiese puesto por delante, y al haberme asignado a Jeon le hubiese machacado
los huesos uno a uno pero en el ambiente flotaba una extraña atmósfera que me
obligaba a comportarme, y no solo eso, sino a ser cuidadoso y tratar de enseñar
a Jeon a hacerlo cada vez mejor para que algún día pudiese ser tan bueno como
yo. Lo peor de todo es que me encantaba ser así y no dudé en prestarle toda la
atención que requiriese de mí. Pero aun así, algo dentro de mí seguía molestó
con Yoongi y no con él sino con la situación en general. Intentábamos aparentar
ser amigos, compañeros de equipo como nos ocurría con el resto pero entre
nosotros la situación era muy diferente pues yo no veía en él a un compañero
sino a un Dios a quien poder entregarme. Cuando los entrenamientos terminaron
me ofrecí a quedarme con Jeon más tiempo y ayudarle en sus prácticas de lucha
pero él sabía que no era por eso y Yoongi también.
Cuando nos quedamos a solas Jeon y yo
volvimos a acostarnos y me sentí mal después de hacerlo pero quise hacer que no
pasaba nada. Yo necesitaba sexo y él me necesitaba a mí. Punto. Mucho más
dolorosa fue la conversación que tuvimos una vez nos desplazamos a las duchas.
—Hablé con Yoongi. –Dije—. Le conté lo que
hicimos y no le importó, es más, tal vez me insinuara que ayudó a hacerlo
posible.
—¿Debo entender por eso que Yoongi y tú
tenéis una relación, pues?
—Sí, algo así. –Dije aunque ya no estaba
seguro de que siguiésemos en esa relación. Cuando lo dije me sonó bien en mis
oídos pero tal vez fuese la mentira más descabellada que jamás dije. Ni yo mismo
estaba seguro pero preferí zanjarlo de esa manera porque de tener que
explicarle todo, tal vez me odiase, tal vez me golpease. Yo lo habría hecho.
—Siento haberme entrometido. –Dijo y sentí
lástima por él.
—No hay problema, no por mi parte y ya he
comprobado que por la de Yoongi tampoco. Suele ser un chico celoso, pero
contigo ha hecho una excepción.
—¿Y eso por qué? –De repente lo vi claro.
Todos mis pensamientos y recuerdos coincidieron para mostrarme una imagen clara
de la situación.
—Porque ambos tenéis las mismas estúpidas
ideas en la cabeza. Justicia, igualdad y hermandad.
Me miró extrañado pero rápidamente lo
comprendió. De seguro estaba que Yoongi y él habían conversado al respecto
muchas veces y que no necesitó lavarle el cerebro para encontrar en él esas
extrañas ideas que almacenó la mente de Yoongi desde la infancia. Él ya era así
por ser un renegado y gracias a ello Yoongi se amoldó a él mucho más fácil que
a mí. Muchas veces pensé que con Jeon sería mucho más feliz que conmigo. Podía
ver en él a un compañero, a un fiel amigo y a un amante mucho más entregado que
yo y sin embargo no me sacaba la idea de la cabeza de que algo muy malo debía
tener Yoongi en su mente para ser obstinado a regresar a mi lado. Creí que
volvería hacerlo, pero no fue así.
Pensé que en algún momento vendría a
buscarme como hizo el día en que me encontró en la piscina, que volveríamos a
hablar y que discutiríamos de nuevo pero incluso llegué a extrañar aquello
porque no volvió a molestarme. Delante de mí se comportaba como un amigo más,
un compañero de equipo que me ayudaba en todo lo que necesitase pero no había
una mirada más triste que otra ni un roce inesperado que me hiciese pensar que
tal vez extrañase mi contacto. Nada. Y cuanto lo desee incluso lo busqué pero
no hubo manera.
Mientras yo me pasaba las tardes solo
entrenando o fisgoneando en mi propio cuarto por diversión, él de seguro que
estaba con Jeon. Siempre con él. Lo veía a veces en la sala de juegos en
cualquier divertido entretenimiento o en el cine o simplemente caminaban de un
lado a otro hablando y portando libros en la mano. Comencé a ver qué tal vez
ese no era mi lugar en este equipo y que al igual que unas parejas se rompen
otras se forman, por ello comencé a buscar refugio en alguien que me aceptase
con los brazos abiertos. Pobre de mi inocencia que aunque quisiéramos aparentar
ser felices nadie había para mí que me mostrase una sincera sonrisa. Taehyung
desaparecía siempre después de las comidas y regresaba a las tantas para dormir
y comenzar un nuevo día. Hoseok me ignoraba y de seguro que había hablado con
Yoongi de su comportamiento pero ante la alternativa de amenazarme y golpearme
prefirió limitarse a hacer que yo no existía o de lo contrario no habría podido
evitar sucumbir a las feas palabras. NamJoon y Jin siempre estaban con
documentación de un lado a otro y ayudando a YongGuk en sus tareas.
De repente me vi solo en medio de la nada
y subí a la azotea para dejarme alumbrar por los últimos rayos de sol en el
otoño. Noviembre estaba acabando y entre la multitud de gente y el alboroto de
los coches y los propios ciudadanos me sentía menos solo. Rodeado de altos
edificios y banderas del estado todo se veía mejor. Disfruté de las vistas pues
más veces me acompañarían a partir de ahora porque la soledad se afanaba en
acompañarme a donde quisiera huir de ella.
Comentarios
Publicar un comentario