PARTE DE LA ÉLITE [PARTE II] (YoonMin) - Capítulo 28
Capítulo 28
Jimin POV:
Hacía mucho tiempo que las discusiones se
solucionaban con sexo pero solo la discusión cesaba, lo que no lo hacía era la
circunstancia de la riña. A la mañana siguiente me desperté con su la ausencia
de su cuerpo a mi lado pero las sábanas estaban revueltas y aun calientes.
Sabía que me había abandonado solo minutos antes y me restregué entre las
sábanas y aspiré su aroma pues era la mejor manera para levantarme con una
sonrisa.
Llegamos a los entrenamientos de cada día
y al finalizarlos comencé a cambiarme escuchando de fondo las voces de Taehyung
y JungKook. No pude evitar intervenir en
ellas.
—Ya tienes un moratón. –Le decía Tae
mientras le aplicaba crema a Jeon en su pectoral dañado por el retroceso del
arma.
—Lo sé, hyung. Gracias.
—No es un bebé Tae. –Dije—. Creo que sabe
darse cremita solo. –JungKook hizo un gesto de arrebatarle la crema para
aplicársela él pero Tae no le dejó e ignoró mis palabras. Después de un rato
apareció Jin con la noticia de que su padre, el presidente del estado iba a
obsequiar a Jeon con regalos y además este debería hacer una conferencia para
televisión. Todos le alababan y yo me pudría en mi propio odio ya que incluso
Yoongi había comenzado a prestarle atención.
—La Imagen no te servirá de nada cuando
nos estén tiroteando. –Le dije mientras terminaba de vestirme.
—Para eso estamos nosotros, Jimin, para
protegerle. No se te olvide. –Me dijo Tae con el ceño fruncido y sus palabras
me provocaron una sobredosis de ira. Él era mi amigo y no solo no debería
contradecirme sino que no debería proteger a un renegado, objeto por el que se
impulsó a formar parte de esta agencia.
—Como se me ponga a tiro me quitaré el
problema del medio. –Dije sin ningún reparo pero nada más decirlo me di cuenta de
que eso debería haber sido solo un humilde pensamiento.
—¡Basta! –Me gritó Jeon con una expresión
de horror y miedo—. Eres mi hyung, tienes que protegerme, maldita sea. –Me
ordenó.
—No te confundas. –Le dije mientras
intento esbozar una sonrisa tranquila y pausada—. Esto deber ser una ayuda
mutua. Tae me defenderá cuando haya un tiroteo y yo le protegeré a él cuando
alguien se enfrente a él cuerpo a cuerpo. –Me levanté para sentirme superior—.
Pero tú, —me acerco a él y sigo hablándole—, no eres más que un estorbo.
—Herirás sus sentimientos. –Me dijo Yoongi
detrás de mí pero solo intentaba que esas palabras me llegasen a mí. Las han
escuchado todos. Mi respuesta fue en un tono más alto
—Es un renegado, ¿qué más da? –Pretendí
marcharme pero las palabras de Jeon me detuvieron. Me giré a él a medida que
vocalizaba las palabras porque no era verdaderamente consciente de hasta qué
punto me hacen daño.
—¡¿Y qué si soy un renegado?! Mi padre no
será el presentador de televisión pero estoy seguro me quiere mucho más que ti
y por lo que veo no te ha enseñado más que a ser un estúpido engreído
egocéntrico y narcisista.
No sé en qué momento se me pasó por la
cabeza golpearle pero no parecía que hubiese más en el mundo más que la
posibilidad de desahogarme. Lo necesitaba y ya no era algo que no solo no
pudiera contener sino que me veía obligado a hacerlo porque de lo contrario
podría lastimarme yo o incluso golpear a Yoongi después y eso no me lo
permitiría. En dos pasos llegué a él y estampé mi puño en su rostro. Antes de
que pudiese golpearle de nuevo me vi con mis brazos sujetos y él cayó al suelo
en donde se arrodilló Yoongi al instante. A mí me sacaron y todos salimos menos
aquellos dos que se quedaron fuera.
—¡Cómo te atreves a golpearle! –Me gritó
Tae y sentí la convicción de que él recibiría por JungKook todo lo que no me
habían dejado arremeter contra él. Me acerqué con esa intención pero volvieron
a inmovilizarme—. Eres un estúpido. Idiota. ¿Cuándo has cambiado tanto?
Me solté de todos y me fui de allí antes de
que me descontrolara más de la cuenta. Estaba comenzando a sentir que este no
era mi lugar en el mundo. Después de aquello, la hora de la comida no fue
mejor.
—¡¿Qué diablos le ha pasado?! –Preguntó
YongGuk cuando vio aparecer a Jeon en el salón con el labio roto.
—Jimin le golpeó. –Dice Tae mirándome frío
y distante.
—Ya era hora de que alguien le diera una
buena. –Dije como justificación pero no parecía querer entenderme nadie.
—¿No sabes que hoy tiene que gravar? ¿No
piensas en las consecuencias, Jimin? –quedé en silencio
—¿Y tú en nada que no sea la estúpida
prensa? –Saltó Yoongi ya sentado a la mesa y yo le miré frunciendo el ceño. No
estaba de mi parte pero tampoco de la de YongGuk.
—Cuidado con esas palabras Yoongi.
—¿No vas a preguntar por su dolor? ¿Por su
salud? ¿No vas a castigar a Jimin por su comportamiento? –Al final, YongGuk por
primera vez cede a las palabras de Yoongi.
—¿Estás bien, Jeon?
—Sí, bien.
—Jimin, pasarás la tarde en la sala de
entrenamiento.
—¿Qué? –Pregunté porque hubiera preferido
que Yoongi no dijese nada.
—Practicando para…
—¿De veras vas a hacer caso a estos dos?
Hyung, no quiero pasarme la tarde…
—Lo siento, Jimin. Aprenderás para la
próxima. –Miré a ambos dos chicos los cuales cada día se empeñaban en ser
odiados por mi persona. Soy alguien de trato fácil, de veras, pero parece que
ellos se han concienciado en querer hacerme enloquecer.
—Vosotros dos. –Les dije apretando con
fuerza los palillos en mi mano—. Me las pagareis. Tú por doble. –Le dije a
Jeon. Este desvió la mirada asustado.
Pero las cosas no parecieron detenerse ahí
porque tal vez la falta de atención sobre Jeon o incluso algún problema mental
que le devorase el cerebro le obligó a acosarme en la tarde cuando cumplía mi
castigo en el pabellón. Yo estaba entrenando mientras el sonido de mis golpes
contra el saco opacaba todos mis sentidos hasta que oí la puerta abrirse. Creí
que sería Yoongi para suplicarme el perdón de su gesto por obligarme a estar
aquí o incluso Taehyung para hacerme compañía pero cuando entre las sombras
reconocí el rostro de Jeon realmente creí volverme loco porque no era posible
que después de mis golpes en la mañana se atreviese a interrumpir mi descanso y
más aún maquillado y enfundado en un precioso traje que en comparación conmigo
y mi chándal sudado del esfuerzo se veía mil veces superior a mí. Estaba
jugando conmigo y yo no sería menos.
—¿Qué haces aquí? –Le pregunté—. No puedes
estar aquí. –Me miró con descaro. Traía algo en sus manos. Chocolate.
—Y tampoco puedo robar en las cocinas y
sin embargo… Chocolate con avellanas, dulce de leche, y coco rallado. –Relamió
sus labios y me quedé mirando ese gesto que debería parecer inocente pero a mí
me resultó peligroso—. Para ti. –Le miré asqueado—. ¿No te gusta? –Parecía
incluso decepcionado, me hacía gracia como su teatro era tan evidente.
—No me cebes.
—Era mi manera de pedir perdón. ¿No lo
quieres en serio? ¡Está delicioso!
—Me chivaré que te has colado en las
cocinas. –Dije serio y decidido mientras golpeé el saco amenazante con todas
mis fuerzas, esperando que se asustase y se fuera pero eso no sucedía.
—Nah. –Dijo casi como un bufido y se sentó
en el suelo frente a mí mientras comenzaba a comerse el chocolate. Su olor era
muy bueno pero me resistí con todas mis fuerzas—. Eres buena persona, en el
fondo. –Reí por la nariz.
—¿¡Tú que sabrás!?
—Te vi cuando estabas en la enfermería.
–Algo dentro de mí pareció iluminarse. No había venido a divertirse, sino a
sonsacarme—. Parecías tener sentimientos y todo.
—Tengo sentimientos. –Dije intentando
evadir la conversación de Yoongi.
—WOW. Estoy manteniendo una conversación
con Park Jimin, al fin. –De nuevo reía de esa forma extraña y sus palabras me
recordaban cada vez más a Yoongi. Esto no estaba resultando bueno y solo hacía
que enfadarme—. Con Suga eres diferente. Lo sabes, ¿cierto? –Detuve mis golpes
en el saco y al fin su nombre salió de sus labios. Sonaba asqueroso y
repugnante. Me daban arcadas solo de oírse por su voz.
—¿De dónde sacas eso?
—Soy bueno observando.
—Entonces te darás cuenta que puedo
partirle la boca igual que he hecho contigo. –Se encogió de hombros y solo el
gesto me dejó atónito.
—No lo pongo en duda pero estoy seguro con
él te arrepentirías y conmigo no.
—¡¿Tú que sabes?! –Le señalé mientras mis
miedos me devoraban.
—Nada más que lo que te cuento. ¿Debería
saber algo?
—Nada. En absoluto.
—Mejor. Oye. –Le miré furioso—. ¿Qué es lo
que más te gusta de mí?
—¿Qué dices ahora? –Su pregunta era del
todo perturbadora.
—De lo que te sientes más celoso. –Sonreía
sádico—. ¿De que soy la nueva imagen de BTS? ¿De que soy mucho más agradable y
me quieren todos? ¿De que Yoongi me presta más atención que a ti ahora que...?
—¡Niño estúpido! –Grité porque había
tocado mi límite.
—¿Sí? ¿Es eso? Oh… me siento tan bien.
Park Jimin, el famoso, el fuerte Park Jimin está celoso de mis encantos con
Yoongi…
Sus palabras eran intolerables y no pensé,
le empujé con mi pie y le hice caer de espaldas en el suelo. El chocolate salió
disparado de sus manos y estas se dirigieron rápido a mi bota presionando en su
hombro una vez estaba en el suelo.
—¿Me estás provocando? –Sabía que
presionaba sobre el moratón de la escopeta y ver cómo sus ojos se empañaban y
se llenaban de lágrimas me hacía sentir mejor.
—Ji—Jimin… Duele… —Gemía mientras temblaba
por el dolor.
—¿Oh sí? –Hundí más mi pie sobre su pecho
hasta dejarle sin respiración—. Vamos a ver cuánto aguantas sin llorar.
—Hyung… —Apenas podía hablar ya y las
palabras pasaban entre sus dientes apretados
—¿No te gustaba jugar conmigo? Vamos
Kookie, suplícale a tu hyung que se detenga.
—Ah… Hyu— Hyung…
—¡Grita! ¡No te oigo! –Una lágrima escapó
de su ojo—. Mira como llora. ¿Debería apretar más a ver qué pasa? ¿Por qué no?
—Ji— Ji— min… —Su brazo cayó a su lado por
la falta de fuerza y yo me aparté de él lo suficiente como para dejarle
respirar de nuevo.
—¿Cuántas patadas tengo que darte en la
cabeza para que pierdas el conocimiento? –Con la punta de mi bota tanteé su
cuello y ejercí la suficiente presión como para asustarle pensando que le
partiría el cuello—. ¿Ya no dices nada? Que mal, yo quería que me provocaras,
Kookie. –Negó con la cabeza—. No juegues conmigo, Jeon. –Soy de nuevo firme—.
No voy a ser cariñoso.
Salí de allí completamente confundido. No
me gustaba que supiese más de la cuenta sobre mí y menos aún que lo supiese
gracias a Yoongi.
Comentarios
Publicar un comentario