PARTE DE LA ÉLITE [PARTE II] (YoonMin) - Capítulo 27

 Capítulo 27

 

Jimin POV:

 

Aquella tarde me la pasé en mi cuarto llorando y para cuando fue la hora de la cena yo ya había agotado todo mi rencor y mi ira. Solo quería regresar a la normalidad y en mi inocencia me senté al lado de Yoongi en la mesa donde le pregunté qué había hecho en la tarde. El ambiente se tornó tenso con mis palabras y JungKook se atragantó con la comida. Esto no me daba buena espina.

—Estuve en la biblioteca y me encontré con Kookie. –Me contestó Yoongi con voz normal y despreocupada. Todos se miraron entre ellos.

—¿El renegado? –Miré a JungKook furioso, señalándole con los palillos—. ¿Y qué hacía ese ahí? ¿Sabe leer acaso?

—Sí sé. –Dijo ofendido—. Mis padres me enseñaron.

—No hablaba contigo, renegado. –Le dije poniendo los ojos en blanco.

—Pues no hables de mí y menos en mi presencia, y aun peor, no me señales con los palillos, es de mala educación. –Sus palabras altivas y maleducadas comenzaron a mosquearme. Jin me reprendió igual que Jeon hizo y después Yoongi continuó hablando excusando a JungKook.

—Estaba solo buscando libros para entretenerse. –Dijo él y se encogió de hombros—. Cogió muchos libros y le acompañé a su cuarto. Luego estuvimos viéndolos y ya.

La frase “Estuvimos en su cuarto” me hizo temblar de pies a cabeza. Él era capad de todo por llamar mi atención pero más aún por hacerme daño y sabía cómo. Algo dentro de mí se descompuso hasta hacerme sentir asqueado de mí mismo. Perdí el apetito. Todo mi pasado se cayó sobre mi cabeza y el futuro pareció disolverse como la sal en el agua. Perdí conciencia de mí mismo y yo solo era una suposición de unas palabras tras una discusión. Tuve que repetirlas en alto para confirmar mis sospechas.

—¿Has pasado la tarde en el cuarto del renegado? –Nadie contestó más que un Hoseok verde de envidia.

—¿Celoso? –Le miré confuso. Él no hablaba. Él no debió hacer aquello.

—¿Cómo? –Fingí inocencia frente a sus intenciones.

—Pregunté si estabas celoso. Realmente lo pareces.

—¿Por qué iba a estarlo?

—Porque un renegado te quita el protagonismo, ¿por qué iba a ser? –Estampé mi puño en la mesa e hice que todos los platos se tambalearan.

—¿Quieres que te abofeteé? –Le amenacé recibiendo de Yoongi una caricia en mi brazo, me sosegó saber que al menos aún aprobaba tener contacto conmigo, pero las palabras de Hoseok me encendían cada vez más y aun sabiendo que esto se había producido otras veces.

—Si te duele la verdad… —Una voz sobresale por la de Hoseok para detener la disputa pero no hace sino enredarla aún más.

—¡Basta Hoseok! Déjalos en paz de una vez. Siempre igual. Cualquiera pensaría que el celoso eres tú. ¿Y de qué? De nada porque tú no sabes nada. –Hoseok se calló definitivamente y todo el mundo comprendió que algo ocurría. Yo me sentía perdido. Algo había que yo no sabía.

—¿Qué dice este ahora? –Pregunté—. ¿Qué me he perdido? –Nadie me responde. Sin duda alguien había hablado con ese niño acerca de la relación que tenía con Yoongi o las amenazas de Hoseok se habían producido con más frecuencia delante de él de lo que yo me creía.

—Cálmate. –Me dijo Yoongi.

—¡Tú sabes algo! –Incriminé a JungKook.

—CÁLMATE. –Me gritó más fuerte.

—¡No quiero calmarme! –Con un movimiento de mi brazo libre de la mano de Yoongi di un manotazo al aire consiguiendo que Jeon cayese de su silla y se viese acongojado por el susto y mi reacción. Se levantó y se marchó pero solo conseguí que me culpasen de un accidente con la mirada.

—Jimin, ve y discúlpate. –Me dijeron pero me negué con lo que Taehyung se levantó y salió tras él. Me sentí traicionado pero ya había perdido toda amistad con él. Ambos habíamos elegido nuestros bandos pero ahora estábamos perdidos dentro de nuestra guerra. Cuando la cena terminó y Yoongi se levantó yo me levanté a los segundos y me conduje con él al ascensor. Él no pareció extrañarse o molestarse. Yo estaba resoplando a cada segundo, enfadado con todos pero más conmigo mismo. Cuando vio que bajé en su planta sí me miró mal. Casi ofendido.

—¿Qué quieres? ¿No vas a tu cuarto? –Preguntó confuso.

—No. Entra. Tenemos que hablar.

—No voy a dejarte entrar. –Me dijo serio y firme y tras abrir la puerta le empujé y me colé dentro. Él tampoco opuso demasiada resistencia. Una vez dentro le miré cruzándome de brazos. Él esperó a que yo dijese algo pero como no sabía por dónde comenzar, habló primero—. ¿A qué has venido aquí?

—A que me expliques qué diablos ha sucedido. –Pensé que me respondería con adivinanzas, con excusas o incluso que me mentiría. No. fue simple, conciso y sincero. Me mató.

—Kook y yo nos hemos liado. –Me miró como si me diese los buenos días y yo me quedé paralizado porque estaba preparado para echarle en cara que me mentía o que nunca era sincero conmigo. Aquello fue como una bofetada y por desgracia descubrió otra manera de desarmarme.

—¿Qué? –Pregunté aturdido y él esbozó una sonrisa por mi reacción.

—¿Qué? ¿No te lo crees?

—Me das asco. –Dije de repente mientras él se reía de mí—. Cuéntame todo. ¿Qué ha pasado de verdad?

—Estuvimos en su jacuzzi, nos besamos, nos tocamos, fuimos a su cama y nos hicimos dedos. Punto. –Yo no sabía qué decir. Mi mente estaba saturada—. Luego aparecieron TaeHyung y Hoseok y creo que sospecharon algo. Ni sé ni me importa.

—Que bajo has caído. –Le dije—. Con un renegado… casi prefería que fuera con Hoseok…

—Mmm. Está más dotado de lo que pensaba. –Intentaba enfadarme.

—¿Me estás vacilando?

—No. Lo que no sé es qué haces aún en mi cuarto. Ya te lo he contado todo, no hay más. –Se puso al lado de su mesilla mientras dejaba el DC en ella y miraba su pantalla curioso, solo para fingir no prestarme atención.

—No vas a volver a hacerlo. –Le dije y me miró divertido.

—Ah, ¿no? –Me preguntó—. No me tientes, Park Jimin…

—Me aseguraré de ello. –Dije—. No vas a volver a acostarte ni con él ni con nadie más. Solo conmigo.

—¿Contigo? ¡Vaya! ¿No me ibas a golpear si aparecía por tu puerta? –Me arrinconó en mi propia amenaza y él se giró a mí para prestarme toda la atención del mundo.

—¡A la cama! –La señalé y él frunció el ceño confundido.

—¿Hum?

—¡Ahora! ¡Vamos! –Comencé a desvestirme quitándome la camisa y tirándola lejos. Me acerqué a él y no se negó a mí. Me abrazó del cuello y saltó para que le cogiese en mi regazo. Sonreía mientras me besaba y me abrazaba con más fuerza que nunca.

—Jiminie… —Me dijo mientras me conducía con él a la cama—. ¿Te funcionará bien? Mira que te dio un buen golpe…

—¡Cállate!

Le tiré en la cama y me subí sobre él. Le desnudé con rapidez y furia. Estaba descontrolado pero a él le gustaba porque me miraba sonriendo y completamente deseoso de sexo. Yo era el primero que lo necesitaba pero sin duda él estaba deseoso de esto. Cuando estuvimos desnudos me separé de él y le miré con enfado.

—No vas a volver a tocar a nadie más que no sea a mí. –Le dije—. Nadie más que yo va a tocarte. Nadie más que yo puede darte placer, besarte o solo mirarte. Eres mío y de nadie más. ¿Entendiste?

—Hazme tuyo. –Me pidió. ¿Cómo negarme…?      

 

 

 

 

 

Capítulo 26                       Capítulo 28               

 Índice de capítulos

Comentarios

Entradas populares