PARTE DE LA ÉLITE [PARTE II] (YoonMin) - Capítulo 26
Capítulo 26
Jimin POV:
La semana comenzó sin incidentes. Fue una
mañana cualquiera en la que entrenábamos con armas de fuego y como siempre
practicamos un poco antes de comenzar y después competimos por grupos con
pistolas de pintura. Fue algo sencillo y el día parecía transcurrir bien. No
fue hasta después de comer que las cosas se torcieron hasta un punto en que no
vi venir. Yoongi y yo tuvimos una de las peores discusiones que recuerdo.
Estábamos los dos en mi cuarto, él
cambiando constantemente de canal en la televisión y yo preparándome para
meterme en la ducha después de un día de entrenamiento. A veces ocurría que los
dos necesitábamos de la presencia del otro y no era necesario que hablásemos
entre nosotros. Simplemente vernos y estar juntos era suficiente. Así ocurrió
como el silencio acabó por consumirnos en nuestras palabras reprimidas.
Mientras sacaba la ropa del armario que pretendía ponerme él habló de repente
mirando la pantalla de la televisión como si no me hablase a mí.
—¿Somos una pareja? –Dijo y yo me quedé
unos segundos preguntándome seriamente si me hablaba a mí, porque por si no
habíamos hablado suficiente del tema, él sabía que no.
—No. ¿Por qué preguntas eso? –Él se
encogió de hombros y tras pensar que tendría que ver con algo de la televisión
me acerqué a ver pero simplemente estaban las noticias. Le miré serio ya
cansado de sus palabras y él no me devolvió la mirada. Regresé junto con la
ropa.
—¿Eso significa que no hay fidelidad?
—¿Qué? –Pregunté confuso y él entonces sí
me miró esperando, no, necesitado de una respuesta.
—Si no somos pareja soy libre.
—La libertad es un concepto abstracto.
–Dije porque de verdad que no sabía proporcionarle una respuesta.
—Hablo enserio.
—Y yo también. Tú eres libre en la medida
de tus posibilidades.
—¿Tú tienes poder sobre mí de alguna
manera? –Comencé a enfurecer.
—Di las cosas claras, Yoongi. ¿Qué quieres
preguntarme de verdad?
—Quiero saber si te molestaría que me
acostara con otros. –Me dijo de repente y ojalá hubiera tanteado mejor el
terreno sobre la pregunta porque la verdad era que yo no estaba preparado para
escuchar esas palabras y menos de sus labios.
—¿Quieres acostarte con otros? –Le
pregunté ofendido. Humillado—. ¿No tienes suficiente conmigo?
—No he dicho que quiera.
—¡Claro que quieres! Sino ¿de qué ibas tú
a preguntarme tal gilipollez?
—Me refiero a que es algo por igual. Si yo
puedo tú también puedes acostarte con otras personas.
—¡Claro que puedo! –Dije aunque no tenía
la mínima intención—. ¿Quién me lo va a impedir? ¿Tú?
—No. –Susurró y miró las manos en su
regazo probablemente arrepentido de comenzar la conversación pero una vez me
hacía enfurecer, ya no me sabía controlar.
—Contesta. ¿Con quién quieres acostarte?
¿Hay alguien que te haga el amor mejor que yo?
—Tú nunca me haces el amor. –Susurró pero
le oí y sus ojos me miraron fríos y enfadados.
—¿Cómo? –Pregunté confuso.
—Tú solo me follas. Solo es sexo. Porque
no hay amor, ¿no? Tú no sabes qué es hacer el amor, Jimin.
—¡Que te jodan, Yoongi! –Le tiré la ropa
que preparaba a la cara y él la apartó de sí con un manotazo. Sus palabras me
hirieron en lo más profundo pues le amaba cada día y se lo expresaba cada vez
que nos acostábamos. Al parecer, él pensaba que no era suficiente. Que alguien
por ahí fuera le haría sentir más pasión de la que yo le daba. Y tal vez así
fuera. Hubiera deseado que se hubiera marchado de mi lado y hubiera encontrado
un amor que no le hiciera sufrir pero él se empeñó en mantenerse conmigo y yo
no estaba en mis cabales para dejarle marchar.
—No me has contestado. –Me recordó
mientras pretendía dirigirme al baño—. No me has dicho si te importaría que yo
me acostara con otros.
—¿Tú qué crees?
—Que no. A ti te da todo igual. –Pareció
olvidar las mil veces que le dije que era mío y las otras cien que le prohibí
que nadie le tocara. No se lo debió tomar en serio.
—Pues ya está, vete a follar con quien
quieras. –Le señalé la puerta pero no tenía intención de marcharse así que se
recostó más en la cama despreocupado. Eso me puso casi peor y me acerqué a él
para sujetarle de brazo y levantarle de mi cama. Él ya no me pertenecía, pues
entonces debía marcharse.
—¿Qué haces? No me toques. –Me decía.
—¡Lárgate de mi cuarto! Puto de mierda.
–Le arrastré a la fuerza hasta la puerta y aunque intentaba zafarse de mí no
podía—. Búscate a otro que te de lo que quieras y no aparezcas por aquí nunca
más. –Le lancé fuera literalmente, porque cayó al suelo en el pasillo frente a
mi puerta y una vez en el suelo sentí las ganas de escupirte y patearle pero
supuse que mis palabras serían más hirientes—. Fóllate a quien quieras, lame
culos. A ver si te parten su culo de mierda. Pero como aparezcas por aquí de
nuevo para chuparme los huevos voy a partirte la boca, ¿entendido? –Cerré la
puerta antes de recibir una respuesta. Antes de poder dar dos pasos en mi
cuarto me caí al suelo de rodillas y sollocé allí completamente arrepentido de
mis palabras.
Yo no sabía que lo lancé a los brazos de
Jeon JungKook. Aquella tarde él me traicionaría.
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