PARTE DE LA ÉLITE [PARTE II] (YoonMin) - Capítulo 21
Capítulo 21
Jimin POV:
Cuando ambos individuos se marcharon llegó
la hora de comer y sin darnos cuenta él ya estaba acompañándonos, lo que no
solo no me agradó sino aun menos el hecho de que se sentara al lado de Yoongi
me produjo unos celos horribles. Estos se intensificaron cuando YongGuk le
ordenó que compartiesen la ropa hasta que tomaran las medidas de Jeon. La única
forma en la que pude desahogarme fue burlándome de Yoongi pero él no se lo tomó
a mal. Para colmo TaeHyung estuvo siendo esclavo de su atención y le contó todo
lo que pudo sobre nosotros. Los nombres clave, nuestras especialidades y si no
era suficiente, el niño ni siquiera sabía de su habilidad y tendríamos cargar
con él hasta entonces.
Cuando la comida terminó Taehyung
desapareció dejándome solo y me vi en la obligación de quedarme con NamJoon y
Jin a solas mientras paseábamos por las instalaciones en el día libre que nos
habían concedido. Escuché su conversación sin interrumpir.
—¿Y de veras que no sabes por qué le han
traído? –Preguntaba Namjoon.
—Te he dicho que no. Solo sé que han
escogido a un renegado solo por ser renegado, no porque tenga ninguna habilidad
especial.
—No entiendo. Algo tiene que haber. No
arriesgarían un proyecto como este para nada.
—¡Y qué se yo!
—Deberías saberlo todo, Jin. Pues eres el
hijo del presidente del país.
—Exacto. Mi padre es el presidente, no yo.
—Si vas a ocupar su puesto algún día…
—¡Cállate! –siempre me dio la impresión de
que Jin sabía mucho más de lo que aparentaba saber y también, que sobre sus
hombros portaba una carga que no estaba dispuesto a soportar eternamente.
Yo apenas intervine en la conversación,
siendo como era un intruso, preferí no comentar nada al respecto. Pasada una o
dos horas nos convocaron a todos en el salón y pude ver con mis propios ojo
como Jeon abarcaba toda la atención de las cámaras y se presentaba a sí mismo
en la televisión. Estaba trajeado, maquillado, perfectamente arreglado y los
ojos de todos brillaban con estupor. Yo fruncí mi ceño envidioso.
…
Acaricié unos cabellos en mi mano y su
cabeza reposando sobre mi pecho era la sensación más cálida que había sentido
los últimos días. He de decir que todas y cada una de las expresiones de amor o
amistad que recibía eran tan solo de Yoongi y hasta hace poco no he sabido
valorar todo lo que él hizo por mí. Después de mantener relaciones nos caímos
en mi cama y a pesar de haber sido yo quien gimiese entre sus brazos él se
apoyó en mi pecho y se abrazó a mi más necesitado que yo de ese contacto.
Ahora, su respiración tranquila era casi imperceptible porque puse la
televisión y anunciaba otra revuelta en la zona norte con unos cuantos
renegados.
—Esto se está descontrolando. –Me decía
Yoongi pero no notaba miedo o incluso enfado en su tono de voz. Al contrario,
casi pude sentir admiración. Ante sus palabras mi único gesto fue seguir
acariciando sus cabellos en su cuerpo desnudo sobre él mío. El contacto de su
piel contra la mía era algo sublime. Impactante al principio y aun entonces
cuando habíamos perdido la cuenta de todas las veces que violamos el acuerdo de
admisión en BTS, seguía siendo algo increíble.
—Llevan varios meses así, no se calmarán
de repente.
—Lo sé. Pero así son las cosas. Los de
abajo sujetan a los de arriba hasta que se cansan.
—Vaya visión más extraña de la vida,
Yoongi. –Le dije y alzó su barbilla para mirarme—. Son los de arriba los que
sujetan a los de abajo para que no se ahoguen.
—Vaya visión tan humilde. –Dijo en forma
de sarcasmo.
—Así son las cosas. –Las palabras comenzaban
a tornarse prohibidas ya en nuestras conversaciones así que me abracé a él con
más fuerza e interné mi nariz en sus cabellos para oler su fragancia y
recordarme una vez más porqué le amaba.
—Antes de venir le llevé un pijama a Jeon.
–Me dijo y me sentí envidioso pero deslicé mis manos por su cuerpo desnudo y
estrujé sus nalgas a mi alcance.
—No lo necesitabas de todas maneras.
–Ambos reímos y besó mis labios sonriendo. Retiré el pelo que cubría sus ojos y
le miré con la más sincera sonrisa con la que me he dirigido a nadie. Él me
miró con ojos alegres y besé de nuevo sus labios—. ¿Dormirás conmigo esta
noche?
—No sé, Jimin. Sabes que ahora Hoseok me
pasa a buscar por las mañanas antes de bajar a desayunar.
—No entiendo aún por qué diablos hace esas
gilipolleces. ¿Qué le ocurre a ese contigo?
—Sabes que nunca le has terminado de
gustar. –Se encogió de hombros e hice un puchero.
—Me da igual. Eres mío y solo mío.
—No me gusta cuando te pones así. –Dijo y
se internó en mi cuello avergonzado, casi enrojecido.
—¿No me veía bien celoso?
—Te ves infantil, no celoso.
—Hyung… es que tú eres mayor que yo…
—¡Uh! –Exclamó nervioso—. Solo me llamas
hyung o bien cuando quieres sexo o cuando has hecho algo malo. Acabamos de
follar, entonces, ¿qué has hecho? —Preguntó preocupado—. ¿Has hecho algo malo?
–Yo fingí pensar.
—Tal vez quiera repetir una vez más. –Hice
mi mejor y más adorable expresión y le abracé con más fuerza. Él pareció
incluso sorprendo pero si algo teníamos en común es que siempre estábamos dispuestos
para acostarnos y tras varios besos inocentes giró mi cuerpo para sujetarme y
tenerme en la posición que él quiso. Ambos volvimos al éxtasis y ciegos, como
estábamos, podíamos ser felices por unos instantes.
Comentarios
Publicar un comentario