PARTE DE LA ÉLITE [PARTE II] (YoonMin) - Capítulo 20
Capítulo 20
Jimin POV:
Creo que he contado demasiado sobre mi
infancia. Datos sin relevancia en donde la única importancia está en comprender
el presente en el que me encuentro y hacer ver que no tuve una vida fácil pero
demasiado simple y acomodada en comparación con la del nuevo compañero que
llegó a nuestro lado. Un pequeño niño de diecisiete años que trastocó toda
nuestra existencia y probablemente hiciera que pudiéramos abrir los ojos. Aún
no hemos llegado a ese momento. Yo aún permanecía ciego cuando nos informaron
de su llegada. La hora de la comida, un miércoles cualquiera.
—Mañana tendréis un nuevo compañero. –Dijo
de repente YongGuk en medio del silencio habitual. Yo dejé de comer de
inmediato y observé al resto de rostros en la mesa. Jin y YongGuk comían normal
ya conocedores de la noticia pero el resto nos mirábamos entre nosotros
nerviosos pero al mismo tiempo recelosos.
—¿Quién? –Pregunté y él se encogió de
hombros.
—Mañana le conoceréis. –Ninguno de
nosotros, a pesar de las apariencias, quería un nuevo compañero porque si la
convivencia entre nosotros ya era complicada, traer a alguien nuevo supondría
tener que adecuarnos a una nueva persona lo cual traería más problemas aun.
Algo me decía que el extraño vínculo que nos unía a los seis aquí sería sin
duda mucho más fuerte que el que creásemos con el nuevo. Haber compartido la
infancia entre nosotros era algo que nos uniría para siempre pero no sabía por
aquél entonces hasta qué punto ese chico y nosotros íbamos a quedar unidos.
—¿Cuántos años tiene? –Preguntó Taehyung y
de nuevo otro encogimiento de hombros. No nos dijeron más que la noticia de lo
que sería evidente lo que nos provocó aún más recelos entre nosotros y aquél
desconocido. Yo me imaginé una persona completamente diferente en mi cabeza y
lo visualicé con tal claridad que llegué a odiar un producto de mi imaginación.
Más alto que yo, más fuerte, más guapo, más listo. Durante todo aquél día me la
pasé pensativo incluso cuando YoonGi y yo coincidimos en el pabellón para
entrenar en la tarde. Me miró esperando que le dijera algo como cada día me
había acostumbrado a hacer solo por molestarle pero nada.
—¿Qué te ocurre? ¿Pensando en el nuevo compañero?
–Preguntó y yo no respondí, absorto como estaba, en autocriticarme comparándome
con aquella imagen residente solo en mi mente—. No te preocupes por eso, Jimin.
Seguro que nada malo sucederá. –Me prometió y aún hoy lloro recordando sus
palabras porque él ya no está a mi lado para poder mentirme de esa manera tan cruel.
—Ni se te ocurra acercarte a él. –Le
amenacé. Él rió del puchero que sin querer formé en mis labios.
—Te ves bien cuando estas celoso.
—No son celos. –Refunfuñé—. Pero como te
ponga una mano encima le degüello.
A la mañana siguiente nos informaron de
que tendríamos el día libre sin entrenamiento alguno y que podríamos hacer lo
que quisiéramos después de grabar un anuncio para la televisión nacional. El
informe no trataba sobre ninguna misión ni nada parecido, sino que dábamos la
gran y alegre noticia de que otro miembro se incorporaría a nuestras filas y
como siempre me tocaba hacer los honores. Todos nos vestimos con un traje
granate, una corbata a rayas y una camisa blanca. Colocándonos en un salón del
edificio en su planta baja las cámaras comenzaron a grabarnos delante de un par
de técnicos. Comencé a hablar.
—Queridos ciudadanos, somos BTS y yo soy
Park Jimin. Es un honor informar a nuestro pueblo de que a partir de hoy se
incorporará a nuestras filas un nuevo compañero. Jeon JungKook. –Su nombre me
lo dieron junto con el resto de palabras que tuve que decir. Solo veía en ese
nombre al hombre que me había imaginado—. Esperamos que nos ayude en nuestras
misiones y que todo el mundo alabe su buen trabajo y su buena intención. A
partir de hoy aparecerá con nosotros en las retransmisiones y él mismo hará su
presentación muy pronto. –Me retiré para dejar espacio a que Jin se despidiera,
como debe ser pues es el hijo del presidente y el mayor de nosotros.
—Esto ha sido todo. Muchas gracias y viva
El Renacido.
Tras que las cámaras se retiraran y los
técnicos dejasen de prestarnos atención nos comenzamos a dispersar pero la voz
de YongGuk nos sobresaltó a todos y al girarnos, pude verle. Bajo la mano de
YongGuk apoyada en su hombro, estaba el cuerpo de un niño que nos miraba
impactado y alucinado por todo a su alrededor. Estaba perdido y sin duda lo
estaría de por vida. Pero algo llamo mi atención pues en su cuerpo portaba el
mismo traje que nosotros. Lo supe al instante sin que nos dijeran nada más. Él
sería nuestro nuevo compañero y de primeras me vi inmerso en una imagen
devastadora. Todos muertos por su culpa. Irónico, ¿verdad?
Cuando todos fuimos conscientes de su
presencia nos reímos de él sin piedad alguna y dispuesto a marcharme para
olvidar la imagen que se había formado de él en mi mente, agarré el brazo de
TaeHyung pero este me rehusó. Me miró sonriendo y me incitó a que saludase al
recién llegado. Yo me negué en rotundo y viendo como se marchaba al lado de
aquél niño me di cuenta de que me abandonaría por él el resto de nuestras
vidas. Siempre habíamos estado juntos en todo pero entonces, él prefirió irse
con ese niño más necesitado de cariño que yo. Sin darle importancia me marché a
la biblioteca en busca de Yoongi pero no lo encontré, me senté a leer pero él
no aparecía. Sin duda tenía cosas mejores que hacer que estar conmigo.
Al rato, una voz me llamó a lo lejos y
TaeHyung y el nuevo niño se acercaron para presentarse a mí. Algo que no estaba
buscando, que no pedí y que mucho menos quería escuchar. Fingí estar
desinteresado mirando las páginas de un libro en mis manos. Él habló sin que se
lo pidiera.
—Soy Jeon Jungkook. –Su voz era melosa.
Desagradable—. Tengo diecisiete años y soy de fuera del muro. –Rápido detuve mi
fingida lectura. Le miré de arriba abajo intentando ver la mentira en sus
palabras. Sin duda él no era normal, no era como nosotros y se podía ver en su
desagradable conducta.
—Yo soy… —Me cortó rápido.
—Sé muy bien quién eres. Eres Park Jimin,
naciste en el barrio Luces de Oro, el barrio más rico de todo el país, el trece
de octubre del dos mil treinta y uno. Tú eres el hijo del presentador de
televisión en las noticias de cada día. Y tu especialidad es el combate cuerpo
a cuerpo. –Estuve a punto de enseñarle mi identificación pero al parecer no
hacía falta porque me conocía mejor de lo que yo me conozco—. Park Jimin, —siguió
hablando—, soy un gran admirador tuyo. –Solo aumentó mi ego y este, no es
agradable. Me acerqué a él solo para asustarle.
—No durarás aquí ni dos días. –Taehyung lo
alejó de mí.
—Deja al niño en paz, no le asustes así.
Tenemos que cuidarlo, ¿recuerdas?
—Yo no me he comprometido a ninguna
adopción. –Me encogí de hombros y me largué. Yoongi no venía y no estaba
dispuesto a aguantar estas tonterías. Sin duda serían unos meses largos.
Comentarios
Publicar un comentario