PARTE DE LA ÉLITE [PARTE II] (YoonMin) - Capítulo 18

 Capítulo 18

 

Jimin POV:

 

Los días pasaron. Y a los días les sucedieron las semanas y a estas los meses. Completamos algunas misiones y los entrenamientos comenzaron a ser más intensos, obligándonos a luchar entre nosotros y aunque teníamos la mejor intención por mejorar, no nos conseguíamos ver como enemigos pero tampoco confiábamos entre nosotros. Éramos conscientes de que llegado el punto, siempre elegiríamos nuestra propia vida en vez de la de otros. Esto nos llevó a crear un extraño ambiente que ni las buenas ideas de YongGuk solucionaron. Propuso un día que, dado que éramos pares, nos puso por parejas y nos mostró unos ejercicios de confianza.

Era la primera vez que proponía algo como eso y cuando lo escuchamos, apenas nos creíamos sus palabras pero tras ver que hablaba completamente en serio comenzamos a darnos cuenta de que sería uno de los ejercicios más complicados que habríamos hecho hasta entonces dado que ninguno confiaba en otro más que en sí mismo. Nos vimos desnudos frente al resto y con nuestras vidas en sus manos.

—En las futuras misiones que hagáis tenéis que tener confianza en el resto del equipo. –Nos dijo YongGuk—. Para así poder hacer mejor vuestra parte del trabajo. Debéis confiar en las habilidades del resto. TaeHyung y Hoseok, seréis una pareja. Namjoon y Jin otra, y Yoongi y Jimin, la última.

YongGuk no nos escogió por azar, sino porque había comprobado en nuestro comportamiento nuestras debilidades y Jin y Namjoon no sabían trabajar en equipo en cuanto a objetos materiales se refieren. Por ello, los puso a ambos a arreglar un coche eléctrico que no solo tenía problemas electrónicos si no también mecánicos. Durante todo el entrenamiento escuchamos sus gritos y amenazas recíprocas que alteraron todo el local. A TaeHyung y Hoseok los puso juntos porque creía que sus habilidades distaban mucho de parecerse y al contrario de lo que ellos pensaban les demostró que ambos podían ser igual de mortales poniendo a uno de ellos como diana.

—¡No pienso hacerlo, me cortará una oreja! –Se quejaba Taehyung mientras se colocaba de espaldas a una pared y Hoseok se alejaba, cuchillos en mano, para lanzarlos en puntos estratégicos lo más cerca del cuerpo de TaeHyung posible pero sin dañarlo.

—No te muevas. –Le decía Hoseok mientras actuaba lanzando los cuchillos apuntando a su rostro. Taehyung miraba a todas partes con los puños apretados y cuando llegó el momento se mantuvo quieto y sumiso, completamente inmóvil temeroso de que se le fuera el filo de los cuchillos. Cuando todo terminó, se cambiaron las rondas y fue Hoseok quien se situó de espaldas a la pared y Taehyung sujetaba una escopeta de perdigones. Al principio, Hoseok parecía calmado, incluso confiado. Pero tras que se viera encañonado por Taehyung, su rostro se descompuso. Por suerte no hubo que lamentar desgracias.

Sin embargo, mi problema y el de Yoongi es que éramos tan diferentes que nuestro problema era algo más psicológico que físico. Nuestro verdadero problema residía en nuestras diferentes personalidades y no en qué nos entrenábamos. Apreciábamos y valorábamos lo que el otro hacía pero sin duda no confiábamos en algo ajeno a nosotros. A pesar de habernos acostado y haberlo repetido infinidad de veces aquello no solucionaba nada y menos nuestra desconfianza. Solo nos ayudaba a sentirnos mejores con nosotros mismos y al contrario que acercarnos, nos distanciaba.

Su reto era, subido en una plataforma a siete metros de altura, dejarse caer confiado en que, gracias a un sistema de poleas, yo tiraría de la cuerda que sujetaba su arnés e impediría que cayese de cabeza al suelo y se matase. Todo parecía sencillo e incluso Yoongi no opuso resistencia mientras subía a la plataforma pero para complicarlo, ahí estaba YongGuk para envenenarnos con sus frías palabras.

—¿Seguro que quieres hacer esto? –Le preguntó a Yoongi como si tuviera opción.

—Sí, ¿no?

—No sé. Estoy empezando a pensar que no ha sido buena idea.

—¿Por qué no? –Preguntó Yoongi desde arriba mirando abajo, preocupado.

—¡Vamos, salta de una maldita vez! –Le grité y eso no ayudaba a que confiase en mí.

—No sé si las poleas aguantarán. –Decía YongGuk para amedrentarle pero yo solo quería que esto terminase de una vez y tiré de la cuerda en mis manos haciendo que Yoongi se tambaleara sin llegar a caerse.

—¡Ten cuidado, estúpido! –Me gritó con lo que quise tirar de él más fuerte hasta hacerle caer pero me contuve respirando y hablé con calma.

—Vamos, Yoongi. Hazlo ya.

—¡No vas a sujetarme!

—¡Claro que si, idiota! ¿Con quién discutiría yo si te matases? –Sonreía ampliamente esperando que viese mi sonrisa desde la altura y asintiendo caminó hasta el borde y allí ya no escuchó las palabras de YongGuk.

—No va a sujetarte, te va a dejar caer, ya verás.

Cuando YoonGi saltó sentí como la cuerda en mis manos tiraba de mí y lo que hice fue dejarla ir muy poco a poco provocando que Yoongi bajara aunque rápido al principio, poco a poco al final hasta que llegó al suelo acolchado y me miró emocionado por la adrenalina en su cuerpo.

—¡Otra vez! —Grito como un niño pequeño y ya subía por las escaleras.

—¿Luego tengo que subir yo? –Pregunté a YongGuk mientras Yoongi ascendía a la plataforma de nuevo.

—No, contigo vamos a hacer otra cosa. ¿Yoongi es fácil de manipular? –Me preguntó.

—No, ya ves que no.

—¿Y si ahora eres tú quien le dices que no vas a sujetarle? Vamos, inténtalo. —Una vez llegó arriba me miró esperando que yo le diese una indicación pero le miré frunciendo el ceño.

—Tengo los brazos cansados Yoongi, no sé si podré sostenerte.

—¿Tanto peso, Jimin? –Preguntó riendo pero sí noté como en su voz había un deje de desconfianza.

—No, pero a lo mejor se me escapa la cuerda. Baja, no te tires.

—Hazlo ya. –Le obligó YongGuk,

—¿Seguro? –Nos miró y ambos le dimos respuestas enfrentadas—. ¡Como no me sujetes voy a patearte el culo en cuanto llegue al suelo! –Me amenazó y saltó. Yo estaba perfectamente preparado y le sujeté perfectamente pero nada más que pisó el suelo perdió el equilibrio cayendo al suelo riéndose. Hacía mucho tiempo que no le oía reír tan fuerte y tan tranquilo.

—Vamos, tengo algo más preparado para vosotros.

Nuestra siguiente prueba fue algo diferente dado que tenía que confiar en las habilidades de Yoongi en vez de en mi fuerza. Me senté en una mesa con Yoongi a mi lado y con YongGuk enfrente. Ambos le mirábamos a él y a dos botones en la mesa. Botones rojos, iluminados y que yo debía pulsar en algún momento.

—Es una prueba sencilla. Yo desde mi DC seleccionaré uno de ellos que será el que no dé calambre. El otro sí lo hará. Yo te pediré que pulses uno pero solo Yoongi, intentando saber si miento o no, te dirá la verdad.

—Esto es una locura. –Dije—. ¿Y si Yoongi falla y me hace pulsar el que no es?

—Tendrás que confiar en que hará su mejor esfuerzo. –Suspiré y miré a Yoongi a mi lado que se encogía de hombros.

—Está bien.

Los botones se apagaron y YongGuk tocó algo en su DC. Me miró sonriendo.

—Pulsa el botón de tu derecha. –Lo miré receloso y después miré a Yoongi a mi lado atento a cada uno de sus movimientos.

—Hazlo, esta es solo de prueba. –Hice caso de las palabras de YoonGi y efectivamente no sentí calambre al pulsar el botón. YongGuk programó de nuevo y me pidió que pulsara el de mi izquierda. Yoongi asintió con él y al pulsar, nada. Sonreí satisfecho pero mientras programaba la tercera ronda hablaba para sí mismo.

—Que bien que confíes en Yoongi, cuando hasta hace dos segundos le estabas gritando.

—Es que me exaspera. –Dije y miré a Yoongi con el ceño fruncido.

—Idiota. –Me respondió—. Tu problema es que no confías en nadie más que en ti mismo.

—Porque soy el mejor. –Le dije y sonreí cínico pero tan solo habíamos sucumbido a las intenciones de YongGuk casi sin darnos cuenta.

—Jimin, pulsa el botón derecho. –Me dijo y yo casi fui de inmediato pero la mano de Yoongi me detuvo.

—¿Qué haces? ¿Por qué lo ibas a pulsar?

—¿Qué sugieres que haga?

—Ese no. El otro. –Me dijo y recondujo mi mano al otro botón pero me retiré de él de inmediato.

—Ni en broma. Me estás engañando. –Ciego, como estaba por la discusión, pulsé el botón que YongGuk quiso recibiendo una descarga que me hizo levantar de la silla. Me quedé un momento de pie mirando mi mano y los ojos de Yoongi me acusaban de mi cabezonería.

—Eres un idiota. Si me hubieras hecho caso… —Me senté de nuevo.

—¿Quién dice que me puedo fiar de ti?

—Gilipollas, haz lo que quieras. –Se cruzó de brazos y YongGuk habló.

—Pulsa el de la derecha de nuevo—. Me dijo y estuve a punto de hacerlo pero esperé a que Yoongi me dijese algo. Como se encogió de hombros ya no estaba seguro ni de mi propio criterio así que le descrucé de brazos y aferré con fuerza su mano en la mía. YongGuk nos miró extrañado y Yoongi habló nervioso.

—¿Qué haces?

—Así me aseguro de que no me mientes. Si te equivocas, los dos recibiremos la descarga. –YoonGi me miró sonriendo y YongGuk encontró un final diferente a su experimento de confianza.

—Pulsa el que te ha dicho. –Lo hice pues y no obtuve calambre.

Pasados varios minutos en los que en algunas ocasiones obtuvimos calambre los dos, acabamos por reírnos y divertirnos juntos e incluso a veces desobedecí sus comandas solo por verle aferrarse a mi mano con fuerza en el miedo que le provocaba el dolor.

Debo agradecer a YongGuk su intento por hacer que confiásemos los unos en los otros pero nuestro problema venía de muy lejos y un juego, aunque divertido, no nos solucionó nada.   

 

 


 

 

Capítulo 17                       Capítulo 19               

 Índice de capítulos

Comentarios

Entradas populares