PARTE DE LA ÉLITE [PARTE II] (YoonMin) - Capítulo 12
Capítulo 12
Jimin POV:
Cuando desperté a la mañana siguiente su
cuerpo había desaparecido de mi lado, de mi agarre y le busqué con la mirada
por todo el cuarto. Solo supuse que aún seguía dentro por el sonido del agua
cayendo de la ducha. Me levanté al instante recordando que en algún momento en
la noche anterior YoonGi y yo nos habíamos besado y siendo consciente de lo
sucedido, me incorporé al momento y salté de la cama viéndome rebuscando por
todo el cuarto su ID o su DC para poder escapar. Cuando desperté supe de
inmediato que había pasado la noche a su lado pero no me sentí extrañado. Al
contrario, una cálida sensación me invadió. Entonces cuando fui consciente de
la razón de la calidez en mi alma solo buscaba la escapatoria de su cuarto.
Rescaté su identificación de uno de los cajones
en la mesilla y rápido abrí las puertas y las cerré retornando dentro la ID a
tiempo para salir. Me conduje rápido al ascensor y una vez allí subí a mi
habitación completamente nervioso. Temeroso de mi conducta y de la ignorancia
que sentía ante la idea de tener que afrontar el resto del día. Me vi sumido en
la más absoluta confusión porque ansiaba con toda mi alma repetir el beso pero
eso era algo que ambos sabíamos, no se podía repetir.
Cuando fue la hora de desayunar me vestí
con una camisa y unos vaqueros sencillos y haciendo acopio de toda mi fuerza de
voluntad, bajé al salón encontrándome allí con todos ya dispuestos a desayunar,
esperándome. Me conduje como cada mañana y miré a mi alrededor buscando el
único sitio libre frente al cuerpo de Yoongi. Suspiré aburrido y me senté,
colocando en mi plato varios gofres con chocolate y algunas lunas de manzana.
Comencé a comer y la conversación no había cambiado en comparación con la de la
noche anterior porque aun seguía en nuestro recuerdo el eco de nuestros gritos
y el llanto de nuestros lamentos.
—¿Aún seguís así? –Preguntó YongGuk—.
Animaos, que es vuestro día sin entrenamiento. Divertíos, salir, ir a ver una
peli. Así entrenaréis con más fuerza mañana en los entrenamientos.
—Tienes razón. –Dijo Hoseok y después de
eso se dirigió a Yoongi—. ¿Vamos a la piscina climatizada a hacer unos largos?
–Preguntó y yo sentí la mirada de Yoongi en mí aunque yo estaba concentrado en
mis gofres. Y efectivamente, una vez alcé la vista, él me observaba silencioso.
A los segundos contestó a Hoseok.
—Claro. ¿A las cinco paso a buscarte?
–Hoseok asintió y antes de que nadie dijera nada yo ya tenía mis planes hechos.
Molestar a Yoongi—. Tú, gordo. –Me llamó—. No comas así o no entrarás en el
traje de entrenamiento.
Le miré sonriendo. No aprendía a no
provocarme.
…
Cuando fueron las seis me vestí poniéndome
el bañador oculto bajo la ropa y me dirigí desinteresado a la piscina donde de
seguro estaban esos dos. No me equivoqué y tras entrar les sorprendí jugando dentro
del agua, con Yoongi en los brazos de Hoseok mientras este intentaba
zambullirlo. De haber tenido una mente sana no habría visto más que a dos niños
jugar y chapotear como lo que eran, niños. Pero yo estaba ya muy mal como para
pensar eso. Lo que vi no me gustó un pelo y tras hacer evidente mi presencia
con un carraspeo, ambos se separaron y quisieron actuar normal. Comprendía que
entre ellos hubiera tanta cercanía pero no me gustaba y quise arrebatársela.
—Hoseok. Te llama YongGuk, para no sé qué
de la prueba de la semana que viene. Es sobre tu especialidad, ¿cierto? –Nada
más escucharme, Hoseok saltó fuera de la piscina y se tiró sobre la toalla para
secarse rápido y cambiarse de ropa.
—¿Dónde está? –Me preguntó nervioso.
—Le he dejado en el pabellón. Ve a mirar
allí. –No se me ocurrió un lugar más lejos dentro de las posibilidades más
reales. Tras que lo vi desaparecer por la puerta y escuché sus pasos acelerados
me giré de nuevo a la piscina y vi allí a Yoongi mirándome con ojos infantiles,
completamente empapado y con el pelo en gruesas y mojadas hebras esparciéndose
por su frente.
—¿Es algo importante? –Me preguntó—.
¿Tardará mucho?
Yo no contesté. Me cansé justo en ese
momento de inventarme excusas y llevé mis manos a mis vaqueros para desabrocharlos
en mi bragueta, y rápidos, los ojos de Yoongi me miraron inquietos. Dejé caer
mis pantalones y me conduje a deshacerme de mi camisa botón por botón. Su
cuerpo dentro del agua se tornó inquieto y muy nervioso. Se alejó unos pasos
introduciéndose más en la profundidad pero cuando estuve tan solo en bañador,
me senté en el borde de la piscina y me
metí dentro notando que la temperatura del agua era mucho más que agradable.
—¿Qué haces? –Preguntó y siguió sin
obtener respuesta—. Ha sido una excusa, ¿cierto?
—¡Vaya, qué listo! –Yo intentaba avanzar
pero él retrocedía dos pasos por cada uno que yo daba. Decidí detenerme—. Vengo
a que me expliques qué sucedió anoche. ¡¿Cómo se te ocurre besarme?!
—No hacía falta que te metieras en el agua
para que yo te respondiera a eso. –Ahora que conocía mis intenciones dejó de
huir de mí y se tornó autoritario y valiente para rodearme y pretender alejarse
saliendo de la piscina—. Lo que pasó, olvídalo. No se va a repetir.
Antes de que pudiera salir del agua agarré
su brazo una vez se había incorporado para salir y tiré de él dentro del agua
haciéndole sumergirse. Sin soltarle aún le adentré donde no pudiera huir de mí
y antes de darme cuenta ya estábamos forcejeando en la mitad del espacio. Yo
intentando agarrarle y él soltándose. No se daba cuenta que lo único que me
importaba era sentir el tacto de su piel en mis manos. Era suave y a pesar de
estar húmeda era muy agradable. Le agarré por la cintura dejándole de espaldas
a mí y como apreté fuerte él perdió casi hasta la respiración y lo único que le
dejé hacer fue quejarse. Acabó cediendo a mí, mientras lloriqueaba aun con
orgullo envenenado y le giré para que quedara de cara a mí y poder verle más
fácilmente en cada una de las expresiones de su rostro.
—Quítame las manos de encima, estúpido
crio maleducado.
—No seas así conmigo, hyung. –Hice un
puchero y él frunció el ceño. Era la primera vez que le decía “hyung”—. ¿No
quieres jugar conmigo como jugabas con Hoseok? ¿Le prefieres a él antes que a
mí?
—¡Claro! ¿Qué clase de pregunta es esa?
–Ante sus palabras me quedé atónito y casi preferí no haberle preguntado pero
ya estaba hecho—. Él es mi amigo.
—¿Y yo?
—¡Tu eres un gilipollas que no me deja
vivir! ¡Suéltame o mátame, pero déjame en paz!
—No me grites.
—Siempre presumiendo. Siempre llamándome
escuálido. Tú problema es que jamás serás tan guapo como tu padre. Jamás serás
tan famoso. Ni tan querido. Nadie te quiere, Jimin. Por eso te abandonaron
aquí. –Suelto su cuerpo de inmediato de mis abrazo y él se queda dubitativo
entre salir de la piscina o esperar a que yo le diga algo.
—Eres un hijo de puta. –Susurro y agarro
su pelo naciente en su nuca. Lleva allí una de sus manos—. Dilo otra vez,
valiente.
—Idiota. –Casi suspira. Estoy a punto de
besarle de nuevo cuando la puerta se abre y veo a Hoseok aparecer exclamando.
—¡Tú! ¡Mentiroso! ¿Se puede saber a qué ha
venido…? –Nada más oír su voz suelto el pelo de Yoongi pero ambas expresiones,
la de Yoongi y la mía, no cambian a una normal. Verme en el agua y claramente
en medio de una discusión no parece tranquilizarle, al contrario, se queda sin
palabras en un raro estado de shock. Yoongi sale de mi lado y se dirige ya sin
remedio fuera del agua. Le llamo pero hace oídos sordos y sale cubriéndose con
una toalla y desapareciendo a pesar de que Hoseok también le intenta detener.
Su enfado puede con su persona y modales. Más aún con su interpretación de que
nada sucede. Yo por el contrario me quedo dentro del agua viendo como la escena
transcurre. Entro en ella cuando Hoseok me hace partícipe—. ¿Qué ha pasado
aquí? ¡¿Otra vez discutiendo?! ¿Cuándo vas a dejarle en paz? Aun no entiendo
como no te ha partido una mancuerna en la cabeza. Idiota.
Después de sus envenenadas palabras se
marchó intentando alcanzar a Yoongi y yo me quedé allí, golpeando el agua a mi
alrededor, furioso conmigo mismo.
Comentarios
Publicar un comentario