PARTE DE LA ÉLITE [PARTE I] (BTS) - Capítulo 45
Capítulo 45
JungKook POV:
Mamá siempre me decía que no contase cosas
privadas al vecino. Que ni siquiera le dijera mi edad o mis gustos. Ella decía
que cualquiera podría ser un ladrón o un espía.
Yo decía, “mamá, ese hombre tampoco tiene
para comer, como nosotros”, como si la precaria situación le hiciera humilde y
sirviera de excusa. Ella me respondía muy segura: “Por eso, hijo. Porque no
tiene para comer”.
Pienso en ello cada día desde que me lo
dijo y sus palabras incomprensibles no me hicieron más precavido o antisocial.
Pero hoy las entiendo, hasta el más común de nuestros conocidos podría ser en
realidad otra persona. Un rostro bien disimulado, unas mentiras imperceptibles,
alguna palabra de menos y ¡Bum! Una personalidad nueva en un cuerpo conocido.
Siempre creí que yo debía estar en este
lado de la vida, donde las personas son sinceras, donde la mentira es algo malo
y jamás se debe engañar a otros. Debí suponer que estar en el mismo equipo de
una persona que se especializa en el arte de la seducción tal vez estaría
ocultándonos su verdadero rostro. Sus sonrisas, las pocas y escasas no serían
más que fruto de una perversa intención, tal vez incluso inocente. Temerosa de
una reprimenda. Ya no hay miedo. Se ha levantado por dos veces ya de las cenas
cuando una conversación del valor de nuestro equipo sale a la luz. Y si no,
hace comentarios que dejan mucha educación que desear.
Jimin mira su plato en silencio y Hoseok
se escandaliza. Jin mira sus manos en su regazo y Namjoon intenta reprimir sus
impulsos. Taehyung me mira y yo sonrío. YongGuk, se enfurece y juraría que esto
es lo que Suga busca. Que se quiebre por sus palabras, que se horrorice. Busca
el escándalo igual que mis padres buscaban el escándalo y el miedo de toda la
clase privilegiada.
—Deberíais arder todos vosotros, como
hicieron arder el muro. Ojalá nos hubiéramos quemado todos. –Dice Suga mientras
una sádica sonrisa aparece en su rostro. Me hace cuestionarme cuantos años ha
ocultado esta personalidad que tanto amo. Cuanto tiempo ha vivido una mentira.
Y me pregunto si esta es su verdadera persona o solo una degradación de la
locura que ha acabado por tomar su cuerpo.
—¿Pero qué dices? –Susurra YongGuk
soltando con violencia los cubiertos. Yo sonrío y Jimin se destornilla sin
evitarlo. Nos mira a todos buscando un porque a las palabras de Suga pero no
las encuentra—. Ten cuidado Yoongi. –Le amenaza pero él le mira desafiante.
Con el paso de los días nos hemos
acostumbrado ya a los ataques de verdad de Yoongi, incluso se diría que
disfrutamos de ellos porque los buscamos. Todos acudimos emocionados a las
comidas y cenas para presenciar como YongGuk pierde los estribos y Suga se hace
con el mando de nuestra atención.
—¿Cuánto duele oír la verdad? –Pregunta
Hoseok a YongGuk y por primera vez en todo el tiempo que llevo aquí veo a
YongGuk levantarse de su asiento y marcharse, para no volver. Namjoon mira
preocupado su marcha y habla con Jin.
—¿Has visto eso? –Le pregunta—. Se ha
enfadado de verdad—. Y por primera vez en mucho tiempo veo levantar a Jin su
rostro para prestar atención a lo que pasa a nuestro alrededor.
—Me parece bien. –Todo se detiene.
…
En unos días Suga regresará con nosotros a
los entrenamientos, mientras tanto, su ausencia en ellos ya incluso no nos
molesta. Ahora está en la enfermería para que le retiren la escayola. Nos hemos
acostumbrado a trabajar por parejas y veo que es incluso más cómodo. O tal vez
sea porque, por primera vez en mucho tiempo, nuestros oídos se han llenado de
palabras que nos compensan, de palabras que al fin comprendemos y que nos
encantan. La adrenalina adolescente de la que nos han privado durante años al
fin sale y nos encanta sentirnos vivos.
—Nos han concienciado durante años para la
muerte, y ahora que nos revelamos contra todo lo que hemos conocido, nos
sentimos vivos. –Me dijo el otro día Hoseok mientras ambos estábamos jugando al
futbolín en la sala de juegos. Sus palabras bailaron unos segundos en mi mente
y después se acomodaron en un pedacito de mi alma haciéndome comprender
siempre, él había tenido el mismo pensamiento crítico que Suga, pero jamás tuvo
el valor para expresarlo.
—¡Bien hecho! –Me dice Jimin cuando caigo
sobre él y le apunto con los cuchillos en el cuello. Se ha acostumbrado a
felicitarme por mis logros aunque le cueste la derrota pero no importa, me
encanta aunque al principio fuera extraño.
—Gracias. –Susurro y me levanto del suelo
para ver a YongGuk hablar entretenido por su DC. Creo que es la primera vez que
le veo desatendernos para algo más importante.
Jimin a mi lado se incorpora con mi ayuda
y ambos nos quedamos mirando la escena. Asiente unas cuantas veces y después de
colgar se dirige a nosotros serio pero a la par que aliviado. Esto no me gusta.
—Chicos, parad un momento. –Comienza a
caminar para salir a la parte de atrás de la nave—. Seguidme un momento. –Antes
de salir, hace que un fusil adorne su mano.
Todos, sumisos como animales le seguimos
para salir a la luz del día. Caminamos hasta doblar la esquina y encontrar a un
hombre, tirado en el suelo de rodillas y con la cabeza cubierta por un saco
marrón. No puedo evitar que el recuerdo de mis padres sorprenda a mi mente pero
ese recuerdo dura bien poco cuando, estando todos en fila delante del hombre,
le descubren el rostro.
Por unos segundos, todo parece quedarse en
completo silencio, pareciera que nos gastan una broma pero el grito de Jimin a
mi lado nos despierta a todos de la vaga sensación de mentira que nos envuelve.
—¡YOONGI!
Frente a nosotros, el cuerpo de Yoongi,
con un jersey negro y unos vaqueros ajustados está arrodillado sobre el cemento
húmedo por las lluvias. Tras él, cinco hombres con fusiles que nos apuntan directamente
a nosotros amenazantes. A Jimin no parece importarle mucho porque apenas sin
pensarlo se lanza hacia delante y doy gracias que puedo incluso leer su
pensamiento porque consigo sujetarlo con la ayuda de Jin a su otro lado. Ambos
sentimos el impulso de lanzarnos contra nuestro criterio pero moriríamos todos
y no estoy dispuesto a ello. No ahora.
—¡Yoongi! ¡No! –Yoongi alza el rostro y
nos mira sonriendo. No una sádica sonrisa como la que nos ha mostrado estos
últimos días, una cálida y sincera. Sin miedo, sin arrepentimiento. Mira a
Jimin y muestra sus pequeños dientes para reconfortarle pero creo que no es la
mejor manera porque este, comienza a llorar. Su llanto hace eco al juez que
sentencia su muerte.
—Min YoonGi. –Las cámaras nos graban—. Se
le acusa de atentar contra el régimen, creación de revueltas entre personas de
la élite, incumplimiento de las normas de conducta exigidas entre su equipo.
Deslealtad. Sodomía*…
—¡Alto! –Grita Jimin en mis brazos pero
nadie se detiene.
Cuando el hombre termina de cumplir
sentencia, YongGuk se planta frente al cuerpo, de cara a él para que pueda ver
cómo le disparan, no cubre su rostro, tampoco Suga cierra los ojos. ¿Dónde está
el miedo? Pregunto a la nada y al mirarle por última vez comprendo qué ha hecho
con el miedo, sustituirlo con el recuerdo de un amor por el que vale la pena
morir.
—¡No! –Jimin grita mientras es testigo de
la cálida mirada de Yoongi y de cómo esta desaparece cuando le disparan. El
cadáver cae de lado y de su pecho sale la sangre a borbotones. Muere en
cuestión de segundos y el cuerpo de Jimin pareciera que muere con él porque cae
al suelo de rodillas. Ha perdido toda fuerza y al fin le suelto para que sea
libre de abrazar el cadáver. Y sin embargo, no reacciona. Se queda con la
mirada fija viendo como se escapa de sus manos todo futuro con él. Sé lo que
siente. Sus recuerdos aparecen golpeándole como puñetazos. Su respiración le es
esquiva y su garganta duele. Quiero abrazarle pero yo tampoco puedo moverme ya.
Miro al resto de mis compañeros y los
descubro a algunos llorando, a otros paralizados. Pero solo hay un sentimiento
que nos une a todos. El rencor.
Hoy no ha nevado. Seguro que Suga ya ha
pensado en ello. No querría morir en la fría nieve.
———.———
*Sodomía: La sodomía es un término de
origen religioso que hace referencia a determinados comportamientos sexuales,
históricamente utilizado para describir el acto del sexo anal entre
homosexuales y las demás prácticas homosexuales masculinas, si bien también
puede usarse para describir el sexo anal heterosexual.
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