PARTE DE LA ÉLITE [PARTE I] (BTS) - Capítulo 33

 Capítulo 33

 

JungKook POV:

 

El resto de equipo ye se ha hecho consciente de nuestro regreso y Hoseok se pone en pie nada más ver nuestra sonrisa en el rostro y el gran saco en que han llevado las raíces. Jimin se ha quitado la camisa y permanece sentado en el suelo abanicándose con una mano mientras de su clavícula gotea el sudor descontrolado, dispuesto a tentarnos tanto a mí como a Suga que desde su interior seguro que se relame disfrutando de las vistas.

—¡Traemos la comida! –Grita Tae mientras da pequeños saltos. Su emoción hace que los rostros de todos cambien mientras que el de Jimin sigue serio e intransigente.

—¿Comida? –Pregunta Jin.

Una vez estamos junto con ellos desatamos los nudos de la camiseta y algunos tubérculos se desparraman y cojo uno para mostrárselos. Sus caras no me resultan extrañas ya que son iguales que las de Taehyung  y Suga hace unos momentos pero me resigno a su predecible comportamiento y ayudado de los comentarios de estos dos últimos doy un muerdo a uno de los tubérculos y lo saboreo comprobando que nada malo me pasa.

—Nos envenenarás a todos. –Dice Jimin y se gira dándonos la espalda a todos.

—¿Qué es esto? –Pregunta Hoseok mientras da el primer muerdo y se fascina al comprobar su delicioso sabor.

—Mi padre las llama limones de tierra, lo cual no tiene ningún sentido. –Me encojo de hombros riendo. Ellos ríen conmigo mientras se sorprenden por mis conocimientos y agradecen mi esfuerzo. Sin escucharlos atentamente cojo dos de las raíces y me dirijo a Jimin donde se obceca en no querer ser partícipe de este intento por sobrevivir.

—Jimin. –Susurro y me acuclillo delante de él—. Mírame, hyung. –Lo hace con el ceño fruncido y con una expresión infantil—. Prueba esto. –Doy un mordisco a una mientras le extiendo la otra—. A todo el mundo le gusta, es ácido y crujiente, saldremos de esta mucho mejor si todos colaboramos.

Asiente y coge la que le ofrezco para limpiarla bien y morderla y rápido sus ojos se vuelven divertidos e inocentes. Brillantes incluso porque parece querer llorar de alegría pero se limita a masticar sorprendido de mi descubrimiento.

—También sé dónde encontrar agua, y como hacer fuego. –Me pongo en pie mientras le veo sonreír desde el suelo—. Confía en mí, Jimin. –Extiendo mi mano y la coge esperando porque le levante pero en realidad tira de mí y hace que caiga sobre él y me abraza sonriendo. Todo mi cuerpo tiembla y mi estómago da vueltas provocado por un innecesario subidón de adrenalina. Maldita sea, es adorable.

Tardo tiempo en deshacerme de sus brazos y levantarme para conducirnos ambos lejos, junto con el resto.

—Si ya habéis olvidado vuestras pataletas infantiles, —miro a Namjoon—, sé dónde encontrar agua, y el lugar perfecto para asentar el campamento para pasar la noche. ¿Me obedeciereis como buen equipo o me veré obligado a traer el agua con las manos para que no muráis de sed?

Todos sonríen ante mis palabras dispuestos a colaborar dado que he demostrado con creces que puedo ser de ayuda a pesar de que ni sé usar un DC y menos aún un fusil. No parece ahora importarles más que su ciega confianza y así caen a mis pies mientras nos dirigimos de nuevo con el sol por nuestra izquierda a un lugar donde otro tipo de planta crece que puede proporcionarnos agua y donde esta también se esconde a centímetros bajo la tierra.

Cuando nuestros pies comienzan a pisar las raíces de nuevo giro a la izquierda y poco a poco la tierra se ve incluso húmeda levantando el ánimo de todos.

—Nos quedaremos a unos metros al norte. –Señalo y dejan por ahí, donde la tierra es seca el saco con los tubérculos—. Estas plantas nos proporcionarán agua y las hojas son buenos combustibles. Estas piedras del suelo son buenas para crear chispas y si no es suficiente agua, excavando un poco en esta tierra conseguiremos más.

—JungKook… —Dice Jimin a mi espalda lo cual me giro para salir de mis pensamientos y ver sus mejillas coloradas—. Eres el mejor.

Sonrío avergonzado por sus inesperadas palabras y Yoongi le mira sonriendo, posiblemente orgulloso de su reacción. Miro al sol.

—Probablemente son las doce del mediodía. Estamos cansados y hemos sudado porque hace calor por lo que lo principal ahora es conseguir agua y la poca sombra que las ramas nos puedan proporcionar es imprescindible por lo que Tae y Yoongi, descansar que vosotros habéis cargado con el saco y me habéis ayudado a conseguir las raíces. –Ellos asienten agradecidos—. El resto, escucharme atentamente. Necesito que consigáis piedras y afiléis uno de sus extremos. Son fáciles de modelar, así haremos una mueca en el tallo y… —Namjoon me detiene.

—Ellos no deberían descansar, nadie debería hacerlo. Somos un equipo y tenemos que trabajar todos juntos.

—Ellos confiaron en mí y trabajaron duro cuando el resto se quedó sentado sin hacer nada. Y además, lo que os he encomendado no es para tanto aparte de que trabajaré yo con vosotros…

—Pero, no es justo que…

—Ahora, este es mi ideal de justicia y se acatará porque gracias a mí y a ellos dos, no os moriréis de hambre. PUNTO. –Mis palabras son firmes, sinceras y por hoy, no toleraré otra cosa que no sea esto. Todos me entienden y Namjoon se resigna a dejar de ser un hyung y comportarse como otro más entre nosotros.

Rápidos y bien organizados escogen de entre las piedras las más fáciles de sujetar y en mejor disposición de ser pulidas y comienzan a modelarlas hasta conseguir bordes afilados que podamos usar.

—¡Salen chispas! –Dice Jimin animado.

—Claro, —corroboro—, nos ayudarán con el fuego más tarde. –Jimin sonríe a mis palabras escondiendo sus ojos por la presión de sus mejillas y miro a mi espalda como Yoongi y Tae nos miran con ojos infantiles y felices. Hacía mucho que no veía a Yoongi con esa mirada. Recompensando mis palabras, alabándolas y grabándoselas a fuego dentro de su mente.

Una vez Hoseok, el experto, comprueba el filo de las piedras y les da su aprobación, cojo una de ellas y me dirijo junto con todos, Tae y Suga incluidos para que aprendan, a la base de uno de los pequeños troncos y clavo fuertemente la piedra apuntando con el filo hacia la base. La saco y vuelvo a clavarla unos centímetros más abajo esta vez apuntando hacia arriba para que al sacarla, se venga conmigo un pequeño taco del tronco y quede un agujero allí. Todos vemos expectantes como poco a poco el agua brota lenta pero suficiente como para refrescar a una persona.

—Bebe, Jimin. –Le digo sintiendo prioridad por él y lo hace acercando sus labios al tronco. El agua cae por sus comisuras y cuando se ve satisfecho sonríe ahora mucho más feliz que antes.

—¿Por qué no cortar todo el tronco? –Pregunta Jin.

—Porque en unos minutos el agua se cortará y el tronco se recompondrá para seguir almacenando. Si lo cortamos conseguiremos la misma cantidad de agua pero no volveremos a poder usarlo. –El siguiente en beber soy yo y sin duda el agua es limpia y fresca. Reconfortante.

—Ya veo…

—Hoseok. –Le miro—. Se te dan bien los cuchillos, ¿serías capaz de hacer un recipiente con el tronco caído allí tirado? –Él lo mira y mira unas cuantas piedras pulidas en su mano. Asiente energético y le señalo el tronco para que se ponga a ello—. Pondremos agua que extraeremos de la tierra, para no desperdiciar esta que es limpia y junto con un poco de los limones de tierra haremos una especie de infusión calentándolo al fuego. De esa manera mataremos las impurezas del agua y nos calentaremos los estómagos antes de dormir. –Todo esto lo digo pensando en alto ante la atenta mirada de mis compañeros.

—Me da miedo preguntarte cómo sabes todo esto. –Me dice Jin son una sonrisa orgullosa en el rostro.

—Esto es mi día a día.

 

 

El sol ya se quiere esconder, el muy tímido. Ha permanecido junto con nosotros todo el día pero poco a poco comienza a oscurecer y es la hora de que preparemos las brasas y los lugares donde dormiremos esta noche.

—Bueno chicos. –Me levanto del suelo y me sacudo los pantalones—. Hay cosas que hacer antes de que se haga de noche. Repartiremos el trabajo. Jin, Taehyung y Namjoon, sois los más altos así que vosotros encargaros de coger hojas tanto para poner sobre nuestros cuerpos a la hora de dormir como para hacer fuego. Las ramas secas para esto último. ¿Entendido?

—Sí. —Dicen los tres a la vez y se levantan para obedecer sumisamente.

—Jimin y Yoongi, excavareis un agujero en el suelo todo lo profundo que podáis para conseguir agua. No os conforméis con un poco, llenar todo el bote que ha tallado Hoseok. –Él sonríe.

—¿Nosotros por qué? –Pregunta Jimin en un intento de enfado infantil—. ¿Por qué somos los que más cerca del suelo estamos?

—No. Porque tú tienes resistencia y Yoongi perseverancia. Y ambos hacéis un buen equipo. –Yoongi sonríe orgulloso de mis palabras y hace levantar a Jimin del suelo con un mohín en sus labios por no poder contrarrestar mi contestación. Ahora miro a Hoseok—. Tú y yo haremos el fuego.

—¿Por qué somos los más calientes? –Sonríe mientras se levanta.

—No, porque no quiero hacer ninguno de los otros dos trabajos. –Me encojo de hombros y ambos nos reímos mientras nos dirigimos a coger piedras sin pulir.

Vamos a donde Namjoon y el resto colocan unas hojas verdes en forma de tatamis y colocamos estas piedras formando un gran círculo de gran base donde luego estas piedras se calentarán y podremos poner sobre ellas el vaso y calentar el agua. Luego algo de tierra y sobre esta hacemos un pequeño espacio y ponemos todas las ramas secas que nos han proporcionado, más que suficiente para pasar la noche.

—¿Cómo va el agua? –Pregunto a Yoongi y a Jimin que ya deben introducir sus brazos enteros para llegar al fondo.

—¡Genial! Está a punto. –Veo a Jimin levantarse y ambos, sin darnos cuenta, vamos directos al mismo árbol a beber agua y cogemos una de las piedras para hacer una mueca en el tronco. Nada más comienza a salir me ofrece a mí ir primero pero yo me niego y él se adelanta refrescándose y pienso que se la acabará toda él cuando me sujeta por la nuca de manera posesiva y me lleva adelante para que choquemos nuestras bocas en el mismo chorro de agua. Mis mejillas arden cuando nuestras lenguas chocan y juegan por la posesión del agua. Nadie gana pero ambos nos divertimos con un extraño beso en el que el primero avergonzado soy yo y me retiro enrojecido.

—Pueden vernos, idiota. –Susurro golpeándole.

—Nah, no nos han visto. –Me giro para comprobar que cada uno hace su misión encomendada con total diligencia—. Buen  trabajo, muy buen trabajo, pequeño. –Revuelve mi pelo con su mano llena de tierra y yo hago un puchero enfadado y sacudiéndome la cabeza mientras él se retira junto a Suga para continuar extrayendo agua.

—¿Así está bien? –Regreso con Tae que ha enredado las ramas de una manera artesanal preciosa, para que queden más mullidas.

—Genial. Serán perfectas.

—Son grandes. –Dice Jin—. Pero solo nos ha dado para hacer cuatro.

—No es problema. Las pondremos juntas alrededor del fuego y entraremos todos. –Asienten—. Ir a beber agua, necesitáis hidrataros. –Miro el sol ya casi escondido. Nos espera una larga noche por delante.

—¡YA SALE AGUA! –Gritan Yoongi y Jimin a la par.

—Bien, filtrarla con algo de ropa y será perfecta. –Suspiro cansado. Adiós sol, regresa pronto.

 

 

El fuego ante nosotros es muy reconfortante. El frío ya se empieza a notar y el agua ya está empezando a calentarse. El crujido de las raíces al ser mordidas por todos es muy evidente y sus sonrisas y risas animadas me hacen sentir que todo ha merecido la pena.

—No quiero no saber qué habría sido de nosotros si Kookie no llega a estar aquí. –Dice Hoseok y todos le dan la razón.

Yo estoy con uno de los limones de tierra en la mano y una piedra en la otra para cortar pequeños trozos para echarlos al agua que hervirá dentro de poco cuando se me escapa la mano y me hago un pequeño corte en el dedo. Ambas cosas caen de mis manos y gimo haciendo que todos me presten atención. De mi pulgar sale un hilo de sangre roja que llevo directo a mi boca.

—¿Kookie? –Pregunta Yoongi a mi lado pero cuando ve la sangre incesante se asusta y lo único y primero que pasa por su cabeza es llamar a Jimin—. ¡Jimin! Se ha cortado. –Así que esa es tu salvación y tu solución, Jimin.

—¿Cómo se ha cortado? –Pregunta Jin mientras Jimin viene a mi lado para ver el corte junto con Hoseok.

—No es nada. –Digo para calmarlos.

—Con la piedra. –Dice Suga.

—Claro que no es nada. –Dice Jin. –Pero una herida sin tratamiento y estando como estamos, en medio de la nada se puede infectar muy rápido y se puede extender.

—No me asustes, Jin. –Saco el dedo de mi boca para ver como la sangre brota de nuevo y Jimin me coge en brazo para llevarme donde los troncos—. Puedo caminar, gracias. –Le digo enfadado.

—Tu cabezonería nos habría retrasado. –Frunce el ceño y hace un corte en el tronco para que agua limpia caiga sobre mi dedo y pueda limpiarla si tiene impurezas. Le veo arrancarse con un sonido brusco y con toda la tensión de sus músculos, un trozo de su camisa y lavarlo también. Después envuelve mi dedo con eso y se calma una vez deja de mancharse la tela de sangre. La hemorragia se ha detenido.

—Gracias. –Susurro y me mira con el ceño aún fruncido.

—Ten más cuidado, o te rebanarás la cabeza sin darte cuenta. –Frustrado regresa con paso firme junto con el grupo pero yo no me siento triste o enfadado por lo que camino a paso rápido y salto a su espalda colocando mi rostro en su hombro. Al principio me mira sorprendido y luego sonríe con sus manos en mis muslos—. ¿No decías que podías caminar?

—Sí pero mi cabezonería me retrasaría, idiota. –A medida que regresamos veo como Taehyung ha terminado de cortar la raíz y ya la remueve en el agua sobre el fuego. Suga y Namjoon hablan animadamente y Hoseok y Jin ríen de algo. Me siento feliz—. ¿No te sientes bien al verlos así? Ha sido un día duro pero creo que por primera vez somos nosotros mismos. –Le digo a Jimin.

—Yo soy yo mismo siempre. –Me dice algo ofendido.

—No vuelvas a ser malo conmigo, hyung. –Le suplico con una tierna voz—. Hoy he sido muy feliz. Gracias por cuidarme.

—Me das diabetes, pequeño. –Llegamos a la hoguera y me suelto de su agarre para sentarme junto a Tae y comprobar que el agua ya hierve y todos los parásitos han desaparecido. Las manos imprudentes de Tae van a coger el recipiente pero yo las detengo con una sonrisa.

—Quema, Tae… —me mira con ojos curiosos y yo me quito la camiseta para rodear con ella la madera candente y retirarla del fuego.

—Cogerás frío.

—No te preocupes, es solo hasta que podamos cogerlo con las manos. Y luego me la pondré y estará calentita. –Asiente resignado pero como no parece convencido pasa su brazo por mis hombros y agradezco el contacto.

Bebo yo primero y es muy agradable y confortable sentir algo caliente entrar en mi estómago. Le ofrezco a Tae y rápido sus mejillas vuelven a entrar en calor. El resto comparte y cuando toca el turno de Namjoon se toma tiempo para reírse de mí un poco de manera pacífica.

—Según tu ideal de justicia, ¿alguien debería beber más que otro? El hijo del presidente, tal vez. O tú que has perdido sangre. Tal vez Suga o Jimin que han trabajado más duro para cavar un hoyo y obtener esta agua.

—Todos beberemos por igual. No es abundante y no la desperdiciaremos pero nadie es mejor que nadie. Aquí Jin no es hijo de nadie y ha trabajado como todos. Yo apenas he perdido sangre así que no es excusa, y si utilizamos una regla de tres con el caso de Jimin y Yoongi, entonces el fuego debe calentarnos más a Hoseok y a mí que somos quienes lo hemos hecho y las mantas de hojas no nos pertenecen porque no las hemos hecho nosotros. Y no creo que nadie se quiera ver en esas condiciones, Namjoon.

Calla ante mis palabras, me devuelve la camisa que ahora está a una temperatura agradable y Suga a mi lado me mira con ojos brillantes. Todos ríen menos él. Él comprende mis palabras y las aplicaría a todos los ámbitos de la vida.

—¿De dónde sacas esas ideas? –Pregunta Jin curioso.

—De mis padres, ellos siempre trabajaban en equipo para que nadie pasara hambre en la familia y que todos estuviéramos felices.

—Buena filosofía de vida, Jungkook. –Me dice y sonríe por mis palabras.

La conversación que tienen entre ellos poco a poco se apacigua hasta que solo estamos dos o tres personas aún en pie viendo como el fuego consume la yesca frente a nosotros y deleitándonos en su sonido para mantenernos alerta. Pero esta sensación poco a poco pesa en mis párpados y me obliga a dormir ya por lo que me pongo en pie y camino hasta sentarme junto al dormido cuerpo de Yoongi plácidamente en otro mundo y me tumbo sobre las hojas pero lo que creí era un tranquilo sueño resulta que no debe serlo tanto porque sus dientes castañean y su cuerpo tiembla. Tiene frío.

Jimin aun sentado mirando el fuego a mi otro lado mira la situación con los ojos bien abiertos y las manos juntas torturándose los dedos. Yo me recuesto junto a Yoongi de cara a él y me acurruco dejando que sus brazos me envuelvan y se reconforte con mi calor. Miro por encima del hombro a Jimin con el ceño fruncido y desviando su mirada al fuego envidioso de mi valor pero no acapararé esto para mí solo.

—Ven. —Susurro y le extiendo mi mano para que se acerque cohibido y cuando estrecha su mano con la mía recorro con ella mi cuerpo y me abrazo a ella igual de fuerte que Yoongi se aferra a mí. Sonriendo muy fuerte a mi espalda Jimin suspira y poco a poco acabo dormido con el sonido de ambas respiraciones junto con el chasquido del fuego que me desea unas buenas noches y unos dulces sueños.   

 

 

 

 

Capítulo 32                        Capítulo 34              

 Índice de capítulos

Comentarios

Entradas populares