PARTE DE LA ÉLITE [PARTE I] (BTS) - Capítulo 18
Capítulo 18
JungKook POV:
—Jeon Jungkook ha sido el ganador por lo
que el resto recibiréis un disparo en el pecho. –YongGuk dice y saca un fusil
esperando que alguien se ponga donde nos ha indicado para ser disparado. El
primero es Jimin, el último en perder y se acerca cojeando frente a nosotros
donde le vemos pararse para recibir el disparo.
Trago saliva y oigo el disparo que no es
muy sonoro pero que se acalla en cuanto Jimin grita de dolor caído al suelo
llevándose ambas manos al lugar donde le han disparado. Grita por un minuto
seguido hasta que sus cuerdas vocales no le dan para más y se obliga a ponerse
en pie porque el dolor ha pasado.
—¡Yoongi! –Este sale de mi lado para
dirigirse a donde antes estaba tirado Jimin y respira hondo. Cierra los ojos
fuertemente mientras espera y la bala le alcanza rápido, estoy seguro que antes
de que se preparara psicológicamente para recibirla. Cae al suelo y queda boca
abajo mientras se retuerce. Creo que en la vida he oído tanto sufrimiento en
menos tiempo como ahora. La culpabilidad me mata por haber hecho tan poco y
haber ganado tanto.
—¡Namjoon! –La reacción de Namjoon es
completamente diferente, no cae al suelo, aguanta de pie pero se le ve apretar
sus labios con los dientes hasta hacer sangre en ellos. No sé qué es peor.
Maldita sea, me duele a mí y no lo estoy sufriendo.
—¡Jin! –Cuando disparan al hijo del
presidente y lo oigo retorcerse sentado en el suelo puedo llegar a ver hasta
qué punto es humano este hombre.
—¡Hoseok! –Suga regresa a mi lado
quitándose la bala del pecho. Apenas ha tocado su piel y se desprende fácil. Al
minuto deja de doler pero queda ahí.
—¿Estás bien, hyung? –Susurro y niega con
la cabeza apoyándose en mi hombro para no desplomarse. Rodeo su cintura con mi
brazo mientras Hoseok grita con los dientes apretados en el suelo.
—¡Taehyung! –Camina lentamente hasta donde
todos han hecho y antes de ser disparado YongGuk habla haciendo que todos le
prestemos atención—. Por perder, una bala. Por tramposo, otra más. —Mis ojos se
abren y todos detenemos internos pensamientos para escuchar atentamente su
doble castigo.
—¿Qué trampas? –Pregunta Jin mientras
todos resoplan sintiendo ellos el dolor de ambas balas, debe ser realmente
doloso.
—Ayudar a que Jungkook no fuera el
segundo. –V no se defiende, asume la condena—. Le quitó una de las bolas y se
la quedó él. ¿Crees que no me doy cuenta, Taehyung? –Este no dice nada bajando
la cabeza resignado pero yo no me subordino tan fácilmente.
—¡Alto! –Salgo de mi lugar en las filas y
me pongo delante del rifle para impedir que le dispare dos veces—. Asumo su
castigo.
—¿Cómo? –Me pregunta YongGuk aturdido
mientras el resto de los miembros boquiabiertos me miran incrédulos, incluso
Jimin, que frunce el ceño por mis palabras.
—Asumo su castigo. Ambos tiros. –Digo
serio, completamente convencido.
—De uno no le libra nadie, ¿estás
dispuesto a recibir el segundo? –Asiento.
—Cállate JungKook. –Dice Tae a mi espalda
pero no le escucho. No me interesa saber nada de lo que me diga, no ahora.
—Estoy dispuesto.
—¿Por qué?
—Considéralo de esta manera, si Taehyung
no me hubiera ayudado, habría perdido. Tómalo como un castigo también. –Tae
aparece por mi espalda para sujetar mis brazos y quitarme del medio pero me
deshago de su agarre y al parecer mis palabras han convencido al portador del
arma.
—Muy bien. Permíteme que dispare al
afortunado y después vamos contigo. ¿Vale? —¿Me pregunta? Me encojo de hombros
y asiento. Regreso a mi lugar de antes pero Suga me agarra del brazo y me
susurra:
—¿Qué diablos haces? No lo soportarás.
—Es injusto que haya ganado, no he hecho
nada y Jimin se ha llevado el disparo y mírale, está destrozado. Tendría que
haber ganado él. –Sus ojos se iluminan.
—¿Entonces no lo haces por Tae?
—Lo hago por todos. Porque es mi ideal de
justicia.
—¡Ahhh! –El disparo suena y mis ojos se
van directos a su rostro convulsionado en agonía y su cuerpo consumido en
espasmos. Un minuto, sesenta segundos en los que mi mente parece nublarse de
ver a alguien siempre sonriente llorar delante de mí. Está llorando y cuando el
dolor termina se seca las lágrimas y se levanta yendo directo al vestuario pero
la voz de YongGuk le detiene.
—¿A dónde vas? No seas mal educado y
quédate a ver como sufre quien te ha salvado de un segundo disparo, cobarde.
Tae se gira de golpe y con los ojos
empañados y las mejillas rojas espera a ver cómo me disparan. Yo le miro y él
me devuelve la mirada. Veo el fusil apuntándome directo al pecho. Muerdo mi labio
fuerte y aprieto los puños pensando: esto pasará rápido.
—Eres muy valiente, Jeon JungKook. –Oigo
la voz de Jin—. Somos afortunados de tenerte entre nosotros. Enhorabuena.
El sonido, al igual que las otras veces me
hace dar un respingo pero este va seguido de un golpe en mi pecho que me hace
caer de espaldas y golpearme la cabeza en el suelo. Quema, quema como si
presionasen mi pecho con un hierro al rojo vivo y abro mis ojos para verme
revolcándome en el suelo mientras mis gritos llenan mis oídos. Llevo mi mano al
pecho para sentir como el dolor abandona el lugar donde me disparan para
recorrer el resto de mi cuerpo. Llega a la punta de mis dedos y no puedo
controlar lo que hago, menos aún lo que siento porque creo reventar mis sesos.
Arden dentro del cráneo. La ropa me aprieta, me falta el aire y dejo de gritar
porque si lo hago, muero. Y por un momento deseo morir y me arrepiento de lo
que he decidido.
Pero cuando el dolor pasa, el
arrepentimiento se va con él. Vuelvo a vivir para incorporarme y ver el rostro
en lágrimas de Taehyung darse la vuelta y marcharse ahora sí al vestuario.
Suspiro y cojo el aire que me ha faltado por un minuto entero. Dios, sabía que
esto dolería, no que me encontraría al borde del delirio por el dolor.
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