PARTE DE LA ÉLITE [PARTE I] (BTS) - Capítulo 15
Capítulo 15
JungKook POV:
—¡Tae! –Llamo varias veces a la puerta de
Taehyung esperando que alguien al otro lado se digne a contestarme pero tras
unos segundos me planteo la posibilidad de que la puerta de acero no le permita
escucharme. Después del patético intento por hacer que Jimin me preste atención
solo quiero unos mimos por parte de TaeTae—. ¡HYUNG! –Grito más alto pero me
niego a continuar y cojo mi DC para mandarle un mensaje.
——¿Hyung? ¿Dónde estás? –Me siento en el
suelo al lado de su puerta mientras suspiro mirando el ascensor delante de mí
esperando porque alguien aparezca, quien sea.
El mensaje no es contestado y me resigno a
levantarme y subir a la azotea donde sé de seguro que hay alguien. Como mínimo
Jin y Hoseok sabrán entretenerme.
15 – Piscina
Cuando el ascensor se detiene delante de
mí hay la mejor vista de todo el país que nadie me ha proporcionado jamás. Los
bordes de la azotea están rodeados por una alta cristalera pero deja que el
viento revuelva mi cabello. Un viento que huele a humedad ya a unas horas de
que el sol desaparezca. Una gran piscina se extiende rodeada de un césped que
tal vez sea artificial porque no veo tomas de riego por ninguna parte y una
valla metálica toda alrededor.
—¡KOOKIE! –Grita Tae desde el agua tan
solo con un bañador mientras chapotea con Hoseok.
—Aquí estabas. –Digo apoyándome en la
valla. Jin está igual que yo del otro lado y Namjoon tumbado en una hamaca
disfrutando del débil sol que nos ilumina—. Te estuve buscando, incluso te
mandé un mensaje.
—¡Lo siento Kookie! No lo oí. Mi DC está
en mi pantalón. –Señala un montón de ropa en una tumbona.
—No pasa nada.
—¿Has estado durmiendo? –Me pregunta
mientras veo a Hoseok salir de la piscina para coger una toalla cualquiera.
—Sí. Luego he ido al gimnasio a ver a
Jimin pero se ha enfadado conmigo y se ha marchado. –Me encojo de hombros—. ¿Y
Yoongi? –Todos ríen.
—Durmiendo. –Me dice Hoseok—. Siempre
durmiendo Kookie, ya te acostumbrarás.
—¡No le digas Kookie! –Grita Tae—. Solo yo
puedo llamarlo así. –Le tira agua desde dentro de la piscina y Hoseok sonríe
mientras yo enrojezco—. Ven conmigo Kookie. –Viene al borde de la piscina donde
yo estoy más cerca y me incita a entrar pero yo me niego.
—Lo siento hyung, no sé nadar. –Tae me
mira unos momentos indeciso pero de reojo veo a Hoseok y a Jin mirarse entre
ellos con una maldad infantil en los ojos que me pone los pelos de punta.
—¡A por él! –Gritan ambos mientras Tae es
testigo de cómo corren a por mí a una velocidad de escándalo, antes siquiera de
que me dé tiempo de a poder reaccionar y mientras Jin interna sus brazos bajo
mis axilas Hoseok coge mis pierna.
—¡No! ¡No chicos por favor!
—¡Lanzármelo aquí! –Grita Tae señalando
una parte de la piscina—. Donde los dos metros.
—¡NO! –No sirve de nada revolverme en sus
brazos o incluso suplicar. No les importa una mierda que me vaya a ahogar y
mucho menos hacerme daño con sus bruscos actos.
—¡UNA! –Balancean mi cuerpo para tirarme.
Mi corazón va a mil por hora—. ¡DOS! –Intento agarrarme a los brazos de Jin
pero eso será incluso peor si de verdad me tiran por lo que nos arrastro a
ambos y no me conviene—. ¡Y TRES!
Sin ninguna precaución y menos aún permiso
sueltan mis brazos y me veo obligado a coger todo el aire que pueden permitir
mis pulmones. Unos segundos en el aire y cuando choco con el agua, una vida
para esperar que alguien me ayude. Porque por mi solo no sé salir a la
superficie.
Abro difícilmente los ojos sintiendo la
presión del agua en ellos y los sonidos se oyen filtrados por todo el agua a mí
alrededor. A mi lado aparece un Taehyung nadando que nada más acercarse me
abraza y me hace salir a la superficie. El pelo mojado cae sobre mi cara y
rápido lo aparto para ver y toso agua que se ha ido por otro lado.
En cuanto me reconozco como que estoy vivo
me abrazo fuerte al cuello de Taehyung.
—No me sueltes, hyung. Por favor, no me
dejes solo. –Suplico susurrando para que solo él pueda oír mis lamentables
lloriqueos.
—Oh… Kookie. –Me dice como si fuera un
bebé adorable.
—Está… m—muy frí—fría. –Tirito segundos
después siendo consciente ahora sí de la temperatura del agua.
—Quítate la ropa, Kookie. –Hace un amago
de alejarme de su cuerpo pero yo me aferro a él con mucha más fuerza que antes—.
Pon tus piernas alrededor de mi cintura. –Obedezco y así le resulta fácil
quitarme las zapatillas. Cuando las tiene en sus manos las lanza fuera y estas
vuelven a mi cintura para bajar los pantalones que empapados pesan tres veces
más. Después es mi turno de trabajar volviendo a rodearle la cintura con las
piernas y levantar mi camiseta para tirarla lejos. Hoseok se encarga de
escurrirla y ponerla al sol.
Libre de cargas me abrazo al cuello de Tae
dejando mis labios temblorosos en su hombro mientras tirito y sin duda me
fascina el contacto y roce de nuestras pieles mojadas. Es caliente y
refrescante a la vez. Pegajosos pero muy limpio. Mis mejillas enrojecen cuando mi
polla roza varias veces con su abdomen marcado. Hago como que nada pasa porque
si me suelto, me ahogo.
—Ya pasó Kookie.
—Hyung…
—¿Quieres que te lleve al borde? Esperé
que te quedaras conmigo aquí un rato… —Me separo de su cuello para verle hacer
unos pucheros adorables.
—Lo que quieras, pero no me sueltes.
—No lo haré. ¡Eh! Ponte a mi espalda, y
agárrate al cuello. –Rodeo su cuerpo y entrelazo mis piernas de nuevo a su
cintura pero desde la espalda.
—¿Por qué Jimin se enfadó contigo?
–Pregunta Hoseok sentado en el borde con los pies sumergidos.
—Porque le enseñé mi identificación.
–Hoseok frunce el ceño. Debería aprender a explicarme mejor.
—¿Ha sido por lo de “Imagen”? –Pregunta
Tae por lo que asiento.
—Tu habilidad es la Imagen. –Dice Jin
sentándose al lado de Hoseok—. Enhorabuena.
—No sé qué es eso, pero preferiría saber
usar armas como Hoseok o Taehyung. –Hope sonríe por mi halago y Tae me mira de
reojo.
—Imagen es la habilidad para encantar a la
gente con tu simple presencia. Saldrás en la televisión el que más, en las
ruedas de prensa hablarás tú, en los comunicados serás tú también. Eres
especial, Jungkookie, no lo olvides.
—¿Yo?
—Sí, imagen, Jeon. Eres la imagen de BTS a
partir de ahora.
—¡Pero eso es mucha responsabilidad! –Él
se encoge de hombros—. Y aun no entiendo porque Jimin se enfadó.
—Es un envidioso. –Susurra Hoseok pero más
bien parece que lo grita—. Él era siempre quien se encargaba de esas cosas y un
pequeño niño renegado le ha quitado el protagonismo.
—NO le digas renegado. –Me defiende Tae.
—¿Te gusta el niño, TaeTae? –Pregunta Hope
mientras nos lanza agua con el pie y Jin ríe.
—¡Claro que sí! –Me mira de reojo en su
espalda—. Así que no le digáis cosas feas. Ya es parte de nosotros. –Creo que
es la primera vez en mi vida que me dicen cosas así. Mi corazón tiembla.
—¿Y si le llamo conejo? –Oh no, se han
dado cuenta de mis grandes dientes. Escondo mi rostro en el cuello de Tae
ocultando mis complejos.
—¿Conejo? –Pregunta él confundido.
—¿No le has visto los dientes? Cuando
sonríe parece un conejo. –Sin pensarlo demasiado bien mordisqueo el cuello de
Tae uniéndome a la broma y él da un respingo al sentirme. Me mira por encima
del hombro y yo escondo mis dientes entre mis labios y agrando los ojos de
manera que le resulte adorable mi gesto y no se enfade.
—Con que esas… ¿eh? –Acabo de recordar que
no me estoy ahogando gracias a él, y Tae parece recordarlo también porque se
impulsa y se deja caer de espaldas donde yo estoy sujeto. Ambos nos sumergimos
no por mucho tiempo y cuando salimos a flote de nuevo sonríe divertido. Yo me
aferro a él aún más desesperado.
—Lo siento hyung…
—Coge mucho aire. –No me da tiempo a
preguntar ya que se sumerge de nuevo esta vez para bucear bajo el agua en
dirección a la parte donde menos cubre pero cometo el error de abrir los ojos y
enamorarme del sentimiento que me recorre porque poder verlo me hace disfrutar
aún más de la emoción. Pareciera que soy yo quien bucea pero no soy más que un
peso muerto aferrado a los hombros de Tae. Con mis piernas le ayudo pero no
parece ser necesario.
A nuestro alrededor. Nada. Todo. Una gran
masa de agua azul por el color de las baldosas pero no es más que agua vacía,
que nos deja la libertad para conducirnos por donde queramos. Mis pulmones
duelen por la falta de práctica, y ¿qué más da? Si me muero que esta sea mi
tumba ya que la paz es insuperable, las vistas maravillosas, mi cuerpo se
siente tan ligero. Mi espíritu libre. El cuerpo de Tae frente a mi parece no querer
darse cuenta pero si no fuera por él ahora mismo me hundiría y moriría de la
manera más cruel, viendo como se me escapa la vida de las manos, como el aire
me abandona y en los pulmones es remplazado por el agua que me sentenciaría.
Todo parece eterno hasta que salimos a la
superficie y no han sido más que dos segundos.
—¿Haces pie? –Me suelto de él asintiendo—.
Genial. Aquí podrás defenderte. –Frunzo el ceño y con sus manos me lanza agua a
la cara para cegarme. Lo consigue por unos segundos pero mi represalia es mucho
mayor porque me impulso y me sujeto a su cuello para que ambos caigamos al agua
de nuevo. Su risa me hace realmente feliz. Saber que ríe por mí, es
maravilloso. Saber que me defiende porque me quiere, es lo mejor.
Comentarios
Publicar un comentario