PARTE DE LA ÉLITE [PARTE I] (BTS) - Capítulo 12

 Capítulo 12

 

JungKook POV:

 

Salimos del edificio por un pasillo subterráneo desde la planta baja por unas escaleras. Tae no se separa de mi lado ni un solo momento y cuando llegamos a unas puertas de metal se abren por nuestra presencia y acabamos en una gran sala a oscuras que de un momento a otro se hace visible por unos focos a unas alturas desorbitadas.

A nuestro alrededor no hay nada en absoluto más que algunos tabiques de acero que sujetan la gran estructura pero no parece importar nada. Todos van siguiendo la rutina diaria arraigada ya en su memoria y nos dirigimos a una pequeña estancia a un lado de la nave*.

—¡Venga chicos! –Nos dice YongGuk desde la puerta para dejarnos dentro y marcharse. Yo me quedo mirando un momento a mí alrededor y antes de darme cuenta me giro para ver el cuerpo desnudo de Jimin tan imponente y musculoso.

—¡WOW! –Grito y llevo mis manos a mi pecho para darme cuenta de que todos se están desnudando.

—Cámbiate Kookie. –Me dice Hoseok antes de que V se le adelantara pero aun así este me hace una seña para que vaya a su lado sorteando bancos y cuerpos semidesnudos. Al lado de Tae hay una taquilla con mi nombre inscrito en una pantalla luminosa.

—Pasa tu ID o tu DC. –Cojo la identificación y al pasarla sobre la pantalla la taquilla se abre mostrándome una percha con pantalones negros elásticos aunque resistentes y una camisa de tirantes negra.

—¿Tengo que ponerme esto? –Veo a Tae tan solo con sus calzoncillos ajustados grises y no puedo evitar mirar su entrepierna mucho más dotada que la mía. Sus ojos me observan siendo conscientes de que escruto su cuerpo. Mis mejillas arden.

—Sí. Deja el traje en la taquilla y ponte eso. –Suspiro y poco a poco deshago el nudo de la corbata—. Date prisa, no quieras quedarte aquí solo—. Obligado por la presión de sus palabras quito mis zapatos a la par que desabotono la camisa. Esta cae al suelo y de repente varios ojos curiosos se aprovechan mi inocencia para curiosear a sus espaldas y verme en ropa interior.

Me giro y veo la espalda de Suga marcada por su columna vertebral. Dudo que este sepa hacer otra cosa que no sea camelar a nadie. La de Jin, gran espalda. Imponente sin duda y la de Jimin. Fuerte y seguramente letal. No más que su trasero.

—¿Qué miras? –Me dice su voz cuando se da cuenta que le miro. Niego con la cabeza y rápido regreso a mi tarea de vestirme. La ropa se ajusta perfectamente a mi cuerpo y es tan cómoda como una segunda piel. Los pantalones se aferran a mi cadera y la camiseta deja ver mis delgados y desnutridos brazos.

—Te ves adorable. –Dice Tae a mi lado y toca con su índice mi brazo dándose cuenta de que no hay nada de músculo—. Si entrenas duro serás como nosotros. Ya verás.

Al fondo de la taquilla hay unas botas negras, que llegan hasta mis tobillos y un poco más proporcionándome seguridad en las pisadas. Guardo todo de nuevo en la taquilla y una vez la cierro, ya no se abre. Perfecto.

Poco a poco salimos uno a uno para ver a YongGuk en el centro y sin decir nada todos empiezan a correr. Tae me agarra del brazo para que les siga.

—Vamos Kookie, a correr.

Al principio todo es incluso agradable pero con los segundos aumentan la velocidad y mis piernas comienzan a resentirse y mi respiración se acelera. Tae a mi lado parece incluso disfrutar de esto a tal punto que se toma la fuerza para mirarme y sonreír a la par que pone su mano sobre mis hombros, pero yo lo retiro rápido porque no es más que un peso muerto que debo cargar. Me niego.

—¡Más rápido, chicos! –Grita YongGuk y como si nada sus piernas les impulsan más lejos mientras que las mías para seguir su ritmo ya iban a tope. Suspiro y lo hago más rápido para alcanzarle porque en cuestión de segundos me he quedado atrás viendo, ahora sí, la notable diferencia entre nosotros.

Continuo con este ritmo unos minutos más pero llega un momento en que creo que los centímetros que me separan de Tae se convierten en metros y estos aumentan sin control.

—¡Más rápido, Jeon! –Su voz autoritaria me hace avanzar consumiendo las últimas fuerzas que me quedaban. —¡Lleváis diez minutos! ¡Faltan veinte! –Caigo al suelo llevando mi mano al pecho sintiendo un miedo atroz por no poder respirar pero el miedo aumenta por momentos cuando soy consciente de la presencia de YongGuk a mi lado.

—¡Lo siento! ¡Lo siento mucho! –Él, con todo el cuidado del mundo me coge en sus brazos y me lleva a un banco cercado donde pueda descansar.

—Es tu primer día, bien hecho. No esperaba que corrieras media hora como ellos.

—¡¿Estás bien, Kookie?! –Pregunta Tae mientras sigue corriendo. Asiento conmovido por su preocupación.

—¿Necesitas agua? –Me pregunta YongGuk y me ofrece una botella de plástico negro de la cual bebo encantado y agradecido.

 

 

—¡Basta chicos! Buen trabajo. –Dice y todos detienen el calentamiento para acudir a su instructor incluido yo inducido por un gesto de la mano de Tae.

Compruebo que nadie ha roto a sudar más que Suga que lleva su mano a su frente para retirar su pelo mojado de la piel y apoya su otra mano en el hombro de Jimin.

—¿Estás bien, pequeño? –Me pregunta Yoongi cuando estoy seguro que él ahora mismo tiene peor cara que yo. Asiento y le sonrío

—Lo has hecho genial, Yoongi hyung. –Él me devuelve la sonrisa habiéndose dado cuenta que veo la diferencia física entre él y el resto.

Veo a YongGuk pulsar algo en su DC y unas dianas con forma de cuerpo humano aparecen desde el fondo de la sala. Todos nos dirigimos allí y me percato de unas líneas luminosas en el suelo que nos indican hasta dónde podemos caminar. Cada uno se coloca en una diana diferente y a nuestro lado desde el suelo una especie de percha sale con tres filas de tres tipos de cuchillos diferentes. Cada una con el mango de un color diferente. Azul para los pequeños,  verde para los medianos y rojo para los grandes.

—¡Azul al cuello! –Oigo a Tae suspirar por lo que entiendo esto será muy difícil. Cojo uno de los que ha dicho e imitando el gesto de Tae lo lanzo intentando no cortarme. Este rebota en la pared que rodea la figura humana y cae al suelo burlándose de mí.

Miro el resto, todos al menos se han clavado en el cuerpo aunque no hayan acertado bien el lugar. Todos excepto uno que se jacta de acertar exactamente en el centro del cuello y haber profundizado hasta cubrir su hoja.

—Míralo, se burla de nosotros con sus gestos. –Susurra Tae mientras ríe demostrando que no siente ningún rencor hacia Hope por eso.

—Soy un desastre. –Me llevo la palma de la mano a la frente cuando oigo alguna risa perdida por mi cuchillo en el suelo.

—¡Rojo al corazón! –Apenas pasa el tiempo entre tiro y tiro.

Este pesa más por lo que uso mucha más fuerza para lanzarlo y gracias a que es una zona amplia puedo al menos hacer que se clave. No muy profundo y no en el corazón pero al menos no cae al suelo como el anterior.

—El pulmón también es mortal. –Dice Jin al lado de Tae para animarme.

—¡Verde al gemelo! –Frunzo el ceño y tengo que esperar a que Hope lance y acierte para saber el lugar al que debo apuntar. Es la pierna, joder. ¿Por qué no dirá eso?

Cayéndome de la montaña de esperanzas acumulada por el intento de antes esta vez se clava pero no en el dibujo sino fuera de él.

—Esto es muy difícil. –Le digo a Tae.

—Nah, esto es solo entrenamiento. –Frunzo el ceño.

—¡Azul, entrepierna! –Trago saliva y lanzo el cuchillo con los ojos cerrados temiendo que la simple simulación me duela a mí también.

 

———.———

 

*Nave: Edificio grande, de una sola planta, con el techo alto y sin paredes o muros que dividan el espacio interior, que se usa como almacén o con fines industriales.


 

 

 

 

 

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