EL PRECIO DEL ARTE [PARTE II] (BTS) - Capítulo 39

 Capítulo 39

 

Taehyung  POV:

26/07/1995

 

Camino a paso ligero a lo largo de la calle en la que estamos establecidos. Siempre me da ese subidón de adrenalina cuando me quedo solo sin la protección de mis compañeros, pero es una adrenalina por la que he luchado mucho tiempo y aunque sea un peligro real, me gusta el riesgo que supone verme expuesto de esta manera delante de la gente. Al mismo tiempo me gusta la sensación mágica que creó al ser un reconocido personaje polémico y no verme reconocido en los rostros de las personas alrededor. Eso siempre me crea incertidumbre, me hace sentir invisible, y al mismo tiempo, como si no estuviese en el mismo espacio tiempo que el resto de las personas alrededor. Cada pequeño humano caminando con sus propios problemas, sus propias preocupaciones alrededor. No soy invisible, ellos están ciegos por toda la cantidad de basura que les revolotea alrededor del rostro.

Cada uno de sus problemas en pequeños satélites dando vueltas alrededor de su cabeza esperando colisionar en algún momento. Y cada hombre espectador de su propio sistema de satélites circulando alrededor. Algunos los evaden con música, otros mirándose hacia los pies mientras caminan. Aquellos a quienes más atormentan caminan con el ceño levemente fruncido mirando hacia ninguna parte en concreto. Así es muy fácil sobrevivir, así es lógico que no me reconozcan. Creo que podría gritar “Soy uno de los ladrones de obras de arte” y creo que del mínimo tanto por ciento que está al día con las noticias, solo el uno por ciento se atrevería a delatarme. El resto seguiría caminando, pues la realidad en la que caminan no es la misma en la que viven. Aquí florecen las flores y en sus planetas se pudren ya.

Cuando llego al pequeño ultramarinos al que nos hemos acostumbrado a ir, entro en el interior y comienzo a caminar a través de las estanterías intentando pasar desapercibido por la mayoría de los clientes. A esta hora no hay mucha gente, todo el mundo está comiendo en sus casas pero eso no es sino una ayuda. Cojo un tetrabrik de leche, un cartón de zumo, un poco de arroz y me encamino sin pensar demasiado hacia el mostrador señalándole el periódico del día detrás de él, entre unas cuantas revistas, algún periódico deportivo y un par de revistas infantiles y unos comics. El hombre me extiende el periódico y mientras le doy un billete para pagarle siento náuseas y vértigos al ver el rostro en la portada del periódico. Unas facciones familiares, una expresión que me resulta amigable, una imagen que me resulta perturbadora. La imagen es algo antigua, de cuando aún formaba parte de la sociedad. Aún lleva el traje de F1.

-Su cambio. –Me dice el dependiente mientras me extiende el dinero en la palma de su mano. Un billete pequeño y unas cuantas monedas. Yo asiento levemente aturdido pues me lo ha dicho porque estaba despistado y atento al periódico. Cuando lo tengo todo salgo metiéndome el cambio en el bolsillo del vaquero y con la otra mano cargando una bolsa de plástico con el periódico bajo el brazo. Ahora volver a la calle, junto con el resto de personas, me hace sentir vertiginoso y temerario. La adrenalina divertida se ha desvanecido, ya no existe, tengo miedo y me tiemblan las piernas porque quieren salir corriendo pero tengo que cohibirme para no hacerlo. Haría que la gente se fije en mí. Tengo que mantenerme estable, tranquilo, unirme a la masa de personas que caminan como cordero a lo largo de la calle e imitar sus monótonos y mecánicos gestos al caminar, aunque por dentro esté a punto de estallar.

Cuando llego al bloque de pisos entro en completo silencio y cuando comienzo a subir las escaleras acelero el paso hasta que me encuentro frente a la puerta del piso y me abalanzo contra la puerta mientras entro apresuradamente sintiendo que en cualquier momento pueden caérseme las cosas de las manos. Cuando estoy dentro ya nada importa. Cierro de golpe y dejo en medio del suelo la bolsa con la leche y el zumo. Si se rompiese el cartón y se derramase poco me importa. Me encuentro a Jimin sentado en el sofá ya recogido y vuelto a ser un sofá de nuevo y con la mirada en mí, algo sobresaltado seguro que por la expresión de mi rostro. Jungkook en la cocina manejando unas cuantas sartenes aun sin nada dentro.

-¿Qué ocurre? –Me dice Jimin en forma de saludo asustado y yo dejo el periódico sobre la mesa frente a él y reconocerse en la portada le hace ponerse de pie de inmediato mientras mira a Jeon al otro lado de la estancia. Al verse, como si se hubiese reflejado en un espejo, le ha hecho reaccionar con una rapidez que incluso a mi me ha asombrado. Creo que podría habérselo visto venir, pero tal vez levantarse es solo una excusa para no verse. Seguro que no quiere verse.

-¿Qué diablos sucede? –Me pregunta Jeon mientras paso hacia los dormitorios pero de su respuesta debe encargarse Jimin. Cuando entro precipitadamente en el cuarto de Yoongi lo encuentro hecho una pequeña bola debajo de unas sábanas beige y camino hasta el borde del colchón para mover ese bulto en medio de la cama. Uno de sus pies asoma por entre las sábanas. Es el único signo de que es él, y no un cachorro hecho un ovillo.

-Yoongi, levanta, por favor. –Le pido y él se destapa el rostro aún aturdido y dormido, pero el tono de mi voz le ha alarmado lo suficiente como para no renegar.

-¿Qué ha pasado?

-Jimin sale en el periódico. –Le digo y él se quita por completo las sábanas de encima y se levanta de la cama aun levemente aturdido. Seguro que está con los oídos aún entumecidos y con el cuerpo engarrotado. Pero hace su mejor esfuerzo para seguirme descalzo y con un pijama a rayas de Jimin hasta el salón y cuando llegamos nos dirigimos al sofá en donde Jimin está sentado al lado de Jeon con el periódico entre las manos. Sus manos no tiemblan, pero sí lo hace su labio inferior. No es una sorpresa para ninguno pero seguro que verse reflejado en el periódico debe ser un completo shock. Yo lo entiendo, a pesar de haber estado en el hospital cuando publicaban cosas de mí.

-¿Al final ha salido? –Pregunta Yoongi pasándose una mano por el cuero cabelludo, desplazándose los mechones teñidos hacia atrás, para poder ver mejor. Jungkook asiente en su dirección como respuesta mientras que Jimin lee para él, en silencio. Como un pacto no hablado, todos nos quedamos en silencio mirando en su dirección hasta que él termine de leer y pueda pasarnos el periódico al resto. Es una sensación extraña de respeto, dado que él es el involucrado en esta ocasión, debe ser él quien atienda primero sus emociones, y luego nosotros quienes nos hagamos cargo de ellas. Lee el titular en la portada y después entra en la sección de sucesos y continúa leyendo en silencio. Pasa dos páginas al menos esta vez el reportaje va a ser algo extenso. No quiero ni imaginarme lo que estarán diciendo pero por la expresión de Jimin, nada bueno. Al principio lee para sí moviendo los labios en dirección del periódico, pero cuando sus ojos se han vuelto cristalinos sus labios se han detenido y han comenzado a temblar. Cuando termina el artículo cierra el periódico con indignación y lo tira sobre la mesa. Se levanta de un salto casi atemorizado y se aleja del salón en dirección al baño mientras se cubre los ojos con el antebrazo y aprieta los dientes, aguantando el llanto. Ante la reacción de Jimin, Jungkook se sobresalta y le llama para detenerlo.

-¡Jimin! –Le dice, pero él no se detiene y se encierra en el baño. JungKook va detrás pero es demasiado tarde. Comienza a golpear la puerta con los nudillos-. Sal… vamos…

Yoongi y yo aprovechamos para ocupar el asiento en el sofá y leemos el artículo en alto. Lo hace Yoongi, para que Jeon también pueda percatarse de ello.

Titular:

¡El último ladrón de cuadros es revelado! Es una celebridad, o al menos lo fue. El famoso corredor de F1, Park Jimin, representante de nuestro país en las carreras.

Artículo:

El famoso corredor de carreras en la F1 es el, ahora conocido y recién desvelado, Park Jimin, el ladrón de obras de arte. Con este ya se conocen a los cuatro causantes del robo en el museo nacional, el mes pasado. Min Yoongi, Kim Taehyung, Jeon Jungkook y Park Jimin. Este es sin embargo el descubrimiento más apasionante de los cuatro ladrones dado que ha sido mucho tiempo un personaje público con gran capacidad adquisitiva. Lo más llamativo es que con el descubrimiento de este personaje, gracias a las muestras de ADN que se han encontrado en el piso en donde estuvieron todos ellos conviviendo los días antes del robo, es que el padre de dicho sujeto tiene una empresa de compra y venta de arte. El nombre de la empresa lo omitiremos por derechos legales, pero esto hace sospechar a los investigadores que tal vez este pueda ser el móvil del robo: La venta ilegal de obras de arte, dirigido desde un principio por la familia Park, desde su residencia en Busán.

Para hacer a nuestros lectores una idea de la clase de persona que es Park Jimin hemos reunido aquí una breve biografía de sus años de personaje público y de lo tajante que fue su renuncia en la F1. Entrevistados algunos de sus compañeros de trabajo en la F1 y su mánager, LeeGi se han podido recopilar, junto con antiguos reportajes periodísticos, muchas de las incógnitas que este personaje despertaba en el público. El joven Park Jimin comenzó con las carreras de coches desde bien joven, con el consentimiento y el dinero de sus padres, facilitando su vida y su entrada a las carreras. Se conoce que sus padres estuvieron siempre como apoyo económico para todos los caprichos que se le antojasen al ex conductor de F1.

Cuando por fin estuvo como representante nacional en las carreras de F1 cortó su relación con sus padres al tiempo que comenzaba a meterse en problemas con su manager, con sus compañeros en bóxer y con más de un periodista. Se sabe de un periodista que tras una entrevista tuvo con él una disputa en que el reportero acabó en el hospital con la nariz rota y una de las azafatas le denunció por acoso verbal. Su antiguo manager asegura que algunas noches se iba de fiesta y regresaba al día siguiente aun borracho o, a veces incluso, no aparecía. Después del fatal accidente que tuvo hace apenas un año, su conducta mejoró levemente dado el gran susto y el milagroso rescate en el que salió casi ileso. Su coche dio varias vueltas de campana con las dos ruedas delanteras completamente destrozadas y el motor en llamas. Pasó la noche en el hospital a petición de los dirigentes de la F1.

Desde aquel accidente sus riñas se limitaron a ser solo con su manager, el cual nos ha concedido una entrevista en la cual ha dicho, palabras textuales: “Es un maldito crío inmaduro. Desde que se marchó, la F1 ha ganado en seguidores, Corea ha ganado en respeto dentro y fuera de las fronteras y yo he ganado, no teniéndolo todo el día gritándome. Laboralmente es un desastre, pero personalmente, y por desgracia le conozco, es un impresentable. No me ha sorprendido la noticia, pero espero que le cacen pronto, como al resto de los otros ladrones, y que pase una larga temporada en la cárcel, el hijo de puta. No quiero volverlo a ver subido a un coche. Es un peligro andante”.

Nos ha narrado el último día de Park Jimin como corredor de carreras y la discusión que tuvieron. Algunos espectadores también han querido dar declaración de lo sucedido y han testimoniado que no parecía arrepentido de su decisión y que en ningún momento quiso volver a las carreras. Se entiende por su actitud que ya tenía otros planes para su vida. La última aparición de este personaje ha sido el día cuatro de este mismo mes asaltando el museo nacional con otras tres personas. Esta noticia, conocido ayer en la tarde, ha exaltado a toda clase de medios de comunicación, desde programas nacionales hasta medios de retransmisión deportivos. El país entero está completamente decepcionado con la actuación de este personaje público y a primera hora de esta mañana se ha acudido a la mansión en donde residen sus padres, los cuales se han sorprendido por la noticia que desconocían y han reconocido que no saben nada de su hijo desde hace meses.

La policía ya les investiga como posibles propulsores del robo, las cuentas de su empresa, y la propia casa en la que residen, buscando pruebas de que su testimonio es verídico. Por lo pronto se sospecha que ellos han sido los ideólogos del plan, el móvil y también los culpables de que Kim Taehyung desapareciese del hospital y Min Yoongi de la prisión. Eso explicaría los altos pagos que dicen los propietarios de la prisión haber recibido. También son sospechosos de dar refugio a los cuatro ladrones, pero próximas investigaciones darán veracidad a estas sospechas, o las negarán. Por lo pronto ellos pasarán las siguientes noches en el cuartel de policía mientras la policía está en su casa y toda su empresa queda paralizada. Se buscará a quienes hayan sido los colaboradores de esta, pero en la empresa solo hay dos trabajadores, el propio padre de Park Jimin y el hermano de este primero.

Park Jimin está en busca y captura y pedimos a la sociedad que colabore como pueda para su localización. Seguiremos informando.

Cuando Yoongi termina de leer miro en dirección a Jeon que está mirándonos desde la entrada del pasillo con una expresión pálida y preocupada pero al mismo tiempo tampoco han dicho nada que ninguno de nosotros esperase. Yoongi mira a Jeon y este vuelve a acercarse a la puerta del baño mientras vuelve a golpear en ella sus nudillos, con cuidado.

-Jimin, sal por favor. No hay nada que no supiésemos que iba a pasar… -Deja la frase en el aire mientras el cerrojo del baño se mueve y sale un Jimin con ojos irritados y con los párpados enrojecidos. Nos mira a los tres alternativamente mientras se pasa el dorso de la mano por debajo de la nariz y absorbe los mocos. Suspira con labios temblorosos y aprieta los dientes-. No pasa nada. –Jeon le pasa el brazo por los hombros y Jimin asiente, consciente de ello-. Estamos aquí para protegernos los unos a los otros. No van a pillarnos.

-Jeon. –Le llama Yoongi-. Jimin no es como nosotros, que somos rostros comunes, que podemos pasar desapercibidos. Él es un personaje público, tenemos que tener cuidado con ello.

-Lo sé. –Le dice pero frunce el ceño con un tono agresivo y habla con voz grave y seria-. Pero me da igual. No pienso dejar que os lleven a ninguno. ¿Me has oído? Pienso quemar a quien se ponga de por medio. Me da igual quien sea, como si son mis padres.

-Quítale los mecheros. –Le susurro a Yoongi a mi lado-. Solo piensa en quemar cosas. –Le digo divertido pero Yoongi me mira con una expresión perdida unos segundos y después se reclina en el sofá, soltando un gran suspiro mientras mira a Jimin aun temblando.

-No te pongas así, Jimin. Todos sabíamos que esto pasaría. –Señala a Jeon-. Él destrozó el cuarto del motel a patadas. ¿Tú tienes algo que declarar? ¿Quieres romper algo o con llorar te vale? –Jimin piensa unos segundos cogiendo aire y señala el periódico con la mirada.

-Lo del periodista al que mandé al hospital, se lo merecía. –Jeon ríe a su lado apretando más al agarre sobre sus hombros-. El hijo de puta me preguntó en medio de la entrevista que si pensaba ganar alguna vez o estaba esperando que dar el estirón…

Jeon suelta una carcajada que intenta contener y Yoongi esboza una sonrisa traviesa.

-¿Qué le hiciste? –Le pregunta Jeon divertido.

-Le di un cabezazo y le rompí la nariz. –Le dice mirándole con ojos infantiles-. No estuvo bien aquella pregunta…

-Lo sé. –Le dice pero aún se ríe.

-Y lo de la chica. –Suspira y se pasa los dedos por los ojos-. Eso sí fue mi culpa. Estaba con esa ropa apretada paseándose todo el rato por mi zona de bóxers y aquella mañana aún me duraba la borrachera…

-Eres un borracho pervertido. –Le dice Yoongi negando con el rostro, decepcionado. Jungkook sigue riendo.

-No estuvo bien. -Dice Jimin negando con el rostro-. Ella solo hacía su trabajo…

-Ya no importa. –Le dice Jeon cogiendo aire por la risa mientras se separa de él y se sienta a mi lado en el sofá-. Por lo pronto ya no vas a salir a la calle, lo siento. Todo lo que necesites tendremos que ser nosotros quienes vayamos a buscarlos. Nos quedaremos aquí hasta que nos llegue la información sobre Namjoon que necesitamos. Y entonces, ya pensaré que haremos. ¿Vale? –Le pregunta a Jimin pero este sigue pensando en el artículo mientras se pasa sus pequeños dedos por las bolsas bajos los ojos.

-Y lo de mi manager… -Suspira-. Sé que le traté mal, pero él era un desagradecido…

-No le des más vueltas. –Le digo yo pero no me hace caso.

-Y mis padres. Pueden irse al infierno. De verdad. Me tachan de niño caprichoso y malcriado, y lo fui, pero jamás pude tener en mis padres alguien en quien verme reflejado, alguien a quien contarles mis problemas. No me sorprendería que despotricasen de mí en el periódico de mañana, y la verdad, sé que están en la cárcel a pesar de ser inocentes, pero si consigo que salgan de ahí impunes, no quiero volver a saber nada de ellos. Jamás.

-¿Estás bien? –Le pregunta Yoongi serio y le mira con una expresión casi entristecida. Jimin asiente y, de pie delante de nosotros, intenta esbozar una sonrisa amigable.

-Pues a hacer algo de comer. –Dice Jeon levantándose de un salto y arrastrando a Jimin hasta la cocina mientras este se deja llevar con una sonrisa divertida. Yo miro a Yoongi a mi lado que me devuelve una mirada triste y yo suspiro. Ya estamos los cuatro en la mente de todos los ciudadanos. Es solo cuestión de tiempo que alguien nos reconozca. Es cuestión de tiempo que nosotros nos demos a conocer.

 

 


Capítulo 38               Capítulo 40              

 Índice de capítulos

Comentarios

Entradas populares