DESDE EL ORFANATO [PARTE II] (Jimin x V) - Capítulo 7
Capítulo 7
Jimin POV:
—Todo esto
está muy bien hyung, pero estos recuerdos de infancia, por un lado o por otro
ya los conocía.
—¿No te
diviertes?
—Quiero que
me cuentes algo más jugoso.
—¿Jugoso?
—Hyung… algo
más… no sé.
—Jugoso. –Repito de nuevo la palabra—. ¿Te cuento que hicimos tu hermano y yo el viernes cuando estabas
haciendo la compra?
—¡HYUNG! Eso
no. –Piensa unos segundos—. ¿Cómo fue vuestro primer beso?
—Kookie, los
niños cuando son pequeños se dan besos en la boca tan solo como un juego…
—Me refiero a
un beso ya consciente de significado. –Asiento
entendiendo las palabras.
—Me temo que
nos tenemos que remontar mucho antes de la adolescencia. Unos meses después del
día de la bañera.
…
Ambos estábamos ya en el colegio. Él en el
primer año y yo en el segundo. Tae tuvo la gran desgracia de ser uno de los
niños más pequeños de clase, por no decir el más pequeño. Como cumple años el
penúltimo día de diciembre la diferencia de altura y madurez era impresionante
en comparación con el resto de sus compañeros y a pesar de que en clase no
podíamos estar juntos en los recreos siempre iba a buscarle para pasar el rato
juntos.
Pensé que sería siempre así, inseparables.
Pero me di cuenta de que él debía hacer sus propios amigos y me vi obligado a
dejarle marchar con esos niños que tanto odiaba. No sé por qué. Solo sé que no
me gustaban en absoluto.
Un día después de clase, cuando Tae y yo
estábamos escondidos en nuestra perfecta fortaleza —bajo mi mesa— compartió
conmigo sus experiencias del día en clase. Era la mejor manera de saber que le
ocurría mientras yo no podía vigilarle.
—Hyung, hoy mientras espiábamos a unos
niños mayores vimos algo raro. –Susurra para que solo yo le oiga.
—¿Qué visteis?
—El chico le daba una pulsera de muchos
colores a ella y se puso muy contenta. Entonces hizo algo que hace mamá con
papá. –Me mataba la curiosidad saber qué diablos podían hacer dos niños de primaria
que también hicieran nuestros padres.
—¿Qué hicieron esos niños, Tae?
Entonces, pensándoselo unos segundos se
acercó entre las tinieblas a mí y de sentado se estiró un poco para estar a mi
altura. Rápidamente y sin poder pararme a contemplar qué ocurría chocó sus
labios con los míos produciendo un suave chasquido. Se mantuvo en silencio
después de eso esperando a que yo reaccionara. No entendía nada en absoluto más
que me había encantado.
—¿Qué es eso hyung?
—Es un beso, dongsaeng.
—¿Qué es “beso”?
—Lo que acabas de hacer, cuando dos
personas juntan sus labios.
—¿Hemos hecho un beso? –Pregunta
emocionado.
—Sí. –Asiento ignorando la mala sintaxis
de esa oración.
—Si mamá y papá lo hacen, ¿los niños que
vimos esta mañana se casarán como ellos?
—Puede ser…
—Hyung, ¿tú y yo nos tenemos que casar
porque nos hemos besado? –Pregunta confundido a la par que preocupado.
—No Taehyung. Dos hermanos no se pueden
casar. Está feo.
—¿Por qué? –Pienso durante mucho rato qué
responderle a eso pero no hay nada que acuda a mi mente para salvarme de esta.
Él se me adelanta—. Yo quiero casarme contigo.
—Dos hombres no pueden casarse… —Niego con
la cabeza—. Las leyes lo prohíben.
—Pero hyung… —Acaba resignándose a mis
palabras demoledoras porque entiende que no hay nada más poderoso que una ley
fuera de nuestra manipulación.
…
—Oh… eso es
adorable. –Alaba Kook llevándose las manos al corazón.
—No es para
tanto. Fue una tontería.
—Pero aun
así, es el mejor primer beso.
—Probablemente
no fuera el primero pero sí el que yo recuerdo. A partir de entonces a ambos
nos pareció tan divertido y agradable que empezamos a hacerlo a todas horas,
como si fuera un juego, algo inocente y sin importancia.
…
Recuerdo estar sentado junto con mamá en
el sofá viendo la televisión. Era algo divertido, uno de estos programas que
tanto gustan a los coreanos porque hacen mitos de cotilleos y obligar a
ridiculizarse tanto a los idols. Pero eso no importa, ambos estábamos allí
cuando TaeTae viene corriendo y se tira sobre nosotros sorprendiéndonos.
Su estúpida sonrisa cuadrada me cautiva y
no soy consciente de lo mucho que él anhela mis besos en este instante, no lo
veo venir y se sienta en mi regazo con todo su peso sobre mis piernas, no me
importa sostenerlo, no es tan pesado.
—¡HYUNG! –Grita llamando mi atención y
pone ambas manos a cada lado de mi rostro para hacer que mis gruesos labios se
vean aún más tentadores –como si no lo fueran ya— y estampa allí los suyos
fuertemente. Sin dejarme respirar, sin darme tiempo a reaccionar. Me encantaría
pensar que me sentí mal pero lo hacíamos mucho más a menudo de lo que me
gustaría reconocer y tal vez por ese detalle no nos dimos cuenta de que esta
era la primera en la que estaba presente mi madre.
—¿¡QUE HACEIS!? –Como no tan escandalosa
cuando no estaba papá.
—Es un beso mamá. –Dice Taehyung
sonriendo, aún sobre mí. Yo miro la expresión de mi madre descompuesta y
asqueada y puedo comprender que aquí hay algo mal. Veo la mano de mi madre
empujando a Tae de mí y lo deja caído en el sofá a mi lado. Jamás podré
describir su rostro frustrado. Humillada y dolida. No puedo analizarlo pero no
digo que fuera la última vez que la vi de esta manera.
Tu hermano se quedó acongojado a mi lado
sentado en el sofá mientras mamá repetía una y mil veces que eso estaba mal.
Que no se hacía y que era muy feo ver a dos hermanos besarse en la boca. La
gente no lo aceptaría, decía. La verdad es que no sé qué es peor, que no
aceptase nuestro comportamiento porque éramos de la misma sangre o porque ambos
éramos hombres. Sea cual sea, le dio demasiada importancia a un simple beso
cariñoso.
Comentarios
Publicar un comentario