SÍNDROME DE ESTOCOLMO (JiKook) - Capítulo 31
CAPÍTULO 31
Jungkook POV:
—¡JUNGKOOK! –El grito de mi hyung entra en mis
oídos perforándolos con la agonía que vibra en su cuerpo ahora mismo.
Coge su arma, la coloca en su hombro y dispara
sin piedad al policía que recuperó su arma para dispararme a mí. El hombre
muere en acto. Pero no me importa, es más, estoy agradecido de ello y de que
salga corriendo para tirarse al suelo y ayudarme a incorporarme.
Cierro fuertemente mis ojos y la mandíbula por
el dolor que quiebra mi cuerpo y por la dificultad que tengo para ponerme en
pie. Su brazo pasa por mi cintura y el mío por sus hombros. Caminamos rápidamente
para salir de allí.
Cuando estamos en la calle, las paredes de los
edificios reflejan las luces azules y rojas de los coches de policía
aproximándose. Las sirenas ya son algo que está dentro de nuestra cabeza y son
un estímulo para salir corriendo.
Jin ya está en el volante arrancando la
furgoneta y entramos justo en el momento exacto para que se ponga a conducir.
Me siento en el mismo lugar en el que estaba antes con Suga a mi derecha y
Dooly a mi izquierda.
—¡¿Qué diablos ha pasado?! –Oigo la voz de
Namjoon recriminando el comportamiento de Dooly.
—Le han disparado. –Dice a mi lado y no es una
buena manera de hacerme sentir mejor. Todos se quitan las caretas y me miran
preocupados.
—¿Qué dije? ¡Que lo dejaras atrás!
—¡ANTES MUERTO, NAMJOON!
—Está sangrando mucho. –Dice Suga que
justamente la herida está de su lado.
Dooly sin pensárselo arranca los botones de mi
camisa de un tirón para tener una mejor vista de la herida bajo mi clavícula
derecha. Me miro a mi mismo y veo un gran río de sangre salir de un orificio en
mi carne. Un nuevo ataque de ansiedad me hace marear.
—Hyung, ¡HYUNG! –Toco mi propia sangre
horrorizado.
V delante de mí se quita la chaqueta de chándal
negra que portaba y se la da a Dooly para que tapone el agujero y evite
desangrarme. Pasan los segundos y me encuentro mareado, drogado. Me cuesta
respirar y mover cualquier articulación.
—¡Dije no era buena idea traerlo! –Dooly a mi
lado sigue gritando. Jin intenta deshacerse de los policías que probablemente
nos siguen. A NamJoon se le arremolinan los remordimientos y a V le mata el
bajón que le ha proporcionado la falta de adrenalina por las drogas. Toda la
furgoneta es un revoltijo de gritos.
—¡Si muere es por tu culpa! –Le espeta Namjoon
que mira cada dos por tres detrás de nosotros.
—¡Cállate ya idiota! –Grita Hope.
Veo las manos de Dooly cubiertas de sangre, de
mi sangre. Intenta presionar con la ropa sobre mi herida pero cada vez que lo
hace yo me retuerzo de dolor y se obliga a seguir aunque no quiera.
Todo me da vueltas. Los sonidos, las imágenes.
Todo está borroso y distorsionado. Puedo sentir la velocidad de la furgoneta en
mis piernas, y el aire caldeado en mis pulmones. Mi cuerpo duele pero creo que
podría dormirme ahora mismo.
Miro a Dooly a mi lado sudando, rojo de ira,
blanco de miedo, negro por el rencor hacia su situación. Le miro y le sonrío
para animarle.
—Jungkook. –Me llama nervioso. Ya no oigo más
que eso una vez tras otra en mi cabeza y es exactamente lo que buscaba. Cierro
mis ojos sintiéndome ligero pero a la vez pesado. Cansado de luchar por
mantenerme despierto. Pienso en mi mamá, en mi papá—. ¡¿JungKook?! ¡DESPIERTA,
JUNGKOOK!
Comentarios
Publicar un comentario