SÍNDROME DE ESTOCOLMO (JiKook) - Capítulo 19

 CAPÍTULO 19


Jungkook POV:

 

El viernes llega antes de darme cuenta.

Estamos todos menos V y Dooly sentados a la mesa a la hora de comer. Hope y yo mantenemos una conservación amena sobre algo de videojuegos cuando Dooly entra en la cocina animado exigiendo su comida de manera jocosa. Todos se divierten con su comentario menos Namjoon a mi lado sentado que revuelve con los palillos la comida en su plato, desganado, o tal vez pensando en algo.

—Tú, —se dirige a Dooly que para en seco con su plato de la mano—, tenemos que hablar. Sígueme.

Este, atónito, al igual que todos, suelta su plato y sale de la cocina siguiendo a Namjoon. No van muy lejos porque cierran la puerta y hablan al otro lado permitiéndome oír todo lo que necesito. Todos nos mantenemos en silencio para hacernos oyentes también de la conversación.

Las primeras frases no las oigo del todo bien porque son susurros pero mi hyung comienza a levantar el tono porque no le gusta lo que está escuchando.

—¿CÓMO? Ni en broma pienses que voy a permitirlo.

—Da gracias que te estoy pidiendo algo parecido a permiso, porque perfectamente puedo hacerlo sin consultarte.

—Te agradezco el gesto y mi respuesta es no.

—No te he hecho ninguna pregunta.

—Puede quedarse en mi cuarto encerrado como estos días…

—No me fío de ti. Lo siento.

—¿De mí? ¿No te fías de mí pero si de tu hermano?

—Sabes porque hago esto, solo asúmelo y ya está. –Oigo el mago de la puerta de la cocina con intenciones de abrirse pero las palabras de Dooly le detienen.

—Por encima de mi cadáver.

—No te pongas melodramático, solo será hasta mañana.

—¿No aprendes de tus errores?

—¿Y tú de tu cabezonería? Se hace lo que yo digo y punto. –Entran y parece que Namjoon no tiene más que decir, pues se vuelve a sentar a mi lado. Pero Dooly no ha acabado con sus palabras. Entra y sigue despotricando.

—No me hago responsable de mis propios actos si vuelve a ponerle una mano encima.

—¿Qué ocurre, hyung?

—Esta tarde tenemos que ir a hacer unos recados, todos, y no se fía de que te deje solo así que pasarás toda la tarde y toda la noche con V en su cuarto. ¿Tú lo ves normal? –Todos miran a Namjoon, por su alocada idea.

—No entiendo qué hay de malo. –Dice despreocupado volviendo a comer.

—¿Quieres que te enumere todas las…? –Le interrumpo.

—Está bien. –Todos callan y detienen lo que estén haciendo para mirarme atónitos.

—No puedes estar hablando enserio.

—Sé cuidar de mí, no eres mi niñera para decidir sobre mis actos o mis circunstancias.

—Si no es gracias a mí, el otro día te hubiera matado.

—Hyung, ¿hay otra alternativa? –No me contesta sabiendo que no la hay—. Entonces mejor asumir cuanto antes la situación y afrontarla. Será peor para ti si no lo haces.

—Míralo, míralo. –Dice Suga señalándome—. Cualquiera diría que es mayor que todos nosotros juntos. –Hyung se enfada por mi comportamiento.

—Tú sabrás. Luego no me vengas llorando.

—No te comportes como si fueras mi hermano mayor. Ni siquiera como si fueras mi amigo.

—¿A qué diablos viene esto ahora?

—Ni siquiera entiendo porque te lo han consultado antes a ti que a mí.

—Porque por mucho que le cueste a tu pequeño cerebro asimilarlo, aquí soy responsable de sus actos.

—¿Quién diablos te ha nombrado responsable de nada?

—Yo mismo al permitir que te dejaran con vida.

—Una vez más decidiste sobre mí.

—¿Hubieras preferido que te mataran? Yo creo que no.

—Basta ya, chicos. –Dice Hope agobiado por la situación.

—Eres un desagradecido. –Escupe hyung sentándose a la mesa para comer enfadado.

—Tan adorables… —Salta Suga sonriendo—. Es como si hubierais discutido mil veces ya…

—¿Qué quieres decir con eso…? –Le pregunta Dooly llevándose una negación con la cabeza de Suga.

Estoy seguro de que habría saltado la mesa para descubrir que es lo que esconde la retorcida mente de Suga si no le hubiera interrumpido la presencia de V entrando en la cocina. Le vemos todos en silencio, temerosos de su reacción, alcanzar algo de comida que encuentre en su camino y largarse por donde ha venido comprobando que no hay sitios disponibles en la mesa para sentarse. Incluso Jin hoy se ha quedado de pie.

Todos pretendemos respirar tranquilos por su marcha pero antes de cruzar la puerta se gira y me mira como un lobo analizando su próxima presa.

—¿Qué miras? –Le espeta Jimin en el otro lado de la cocina pero apenas aparta la mirada.

—¿Vas a decirme algo o te vas a quedar ahí de pie mirándome? –Le pregunto siendo consciente de sus ojos enrojecidos.

—No hace falta que nadie te empuje a tu muerte. –Me dice poniéndome los pelos de punta—.Tú solo te metes en la boca del lobo. Yo me limito a abrir mis fauces. –Sonríe sádico cortándonos la digestión a todos con sus estupideces. A mí desde luego me ha dejado sin hambre.

Y tras decir eso se larga como si nada.

—Tiene razón. –Dice Hope asintiendo.

—Pero si no sabes ni lo que ha dicho. –Le espeta Suga riendo a carcajadas por el serio semblante de su compañero.

—No, pero de todas maneras tiene razón. –Todos nos reímos aliviando el mal estado en el que nos han dejado sus palabras. Todos menos Jimin que come serio, envuelto en sus propios pensamientos.

 


 

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