IDENTIDADES [PARTE I] - Capítulo 23

 CAPÍTULO 23


JungKook POV:

Pasa un día.

No he vuelto a saber nada de él desde que le dejé en su casa y me arrepiento cada segundo. Le he llamado al móvil pero no contesta. No me separo de la televisión a la hora de las noticias temiendo que aparezca su rostro por algún lado delatándole o reconociéndole como uno de los cadáveres de las escenas de los crímenes.

He comenzado el cuadro, el caballete está frente a mi sujetando el lienzo mientras que la foto impresa se sostiene en uno de los laterales sirviéndome de modelo. Por hoy he terminado mi trabajo porque he dibujado su silueta y todas las capas donde irán diferentes tonalidades de color. Sonrío satisfecho con mi trabajo y me avergüenzo de estar feliz por creer que este dibujo mal hecho me hace compañía.


Segundo día, a tres de volver el lunes a la empresa.

Los colores están claros en mi mente. El color de su piel no es más oscuro que el mío pero en esta imagen es casi blanco por la luz del sol. Las sábanas blancas también con tonalidades naranjas y amarillas. Sus labios, rosas y derivados. Su pelo de un negro que asusta y destacará con el resto que no son sino un pastel de colores cremas.

Hoy de nuevo le he llamado nada más despertar y asustarme al no encontrar ni siquiera un mensaje. Me he convencido a mi mismo para no insistir de nuevo pero no soy alguien que respete la autoridad de un artista fracasado.



La delicada punta del pincel delinea sus ojos dormidos. Parecen incluso vivos porque creo verlos temblar bajo el peso del óleo. Sus labios y su pelo ya están completos y siento que voy a desfallecer pero antes de caer en el sofá exhausto quiero Al menos que se forme una mediana imagen de él en el cuadro porque no soporto su ausencia y menos asimilar que tal vez no volveré a verlo jamás.

Nada en mi móvil, nadie en las noticias.



Sábado. Noticias de última hora.

Un funcionario del estado ha sido hallado muerto en el centro de Seúl mientras llevaba unos documentos al senado, los cuales desaparecieron. Se cree que el agresor iba en el coche oficial y allí le robó los documentos y terminó con su vida.

Se sospecha del chofer que tras dejar el coche en el aparcamiento salió haciendo que nadie seguía dentro sin embargo el cuerpo sin vida se hallaba aún en la parte de atrás. Aquí se puede ver una imagen algo distorsionada del agresor mientras salía del coche oficial.

Y así es, una vez más me encuentro sentado frente al sofá con mis labios torturados entre ellos y los dientes y mis piernas en alto junto a mí intentando protegerme. Ya nada me salva de mi propia inconsciencia y al igual que un gato, muero por mi curiosidad. Jamás debí confiar en él y menos aún encariñarme, tal como dijo él.

Pero ya mientras caigo en picado, aprovecho y sigo retocando los últimos detalles de sus mejillas sonrosadas. Vergonzosas y pudorosas por sus actos. Temerosas de sus circunstancias y corrompidas por lo que sus ojos han visto. No son inocentes, Jungkook, no te engañes. Han sido testigos de muertes a sangre fría y cómplices de mentiras no muy bien disimuladas.

La primera de todas. Me dijo que no tenía carnet de conducir



Unto las cerdas del pincel con pintura negra y me inclino en la esquina inferior para escribir mis iniciales en el alfabeto latino. “JK”. Siempre así desde que tengo memoria. Lo he hecho en mis dibujos, en mis cuadros y lo hubiera hecho en mis tatuajes, aunque no me dejasen, en el caso de haber sido tatuador. Siempre reconozco mi arte como mío y no me gustaría que otro se adueñase de mi propiedad intelectual.

Las lágrimas caen de mis ojos mientras que una lista de canciones se reproducen en mi móvil. No quiero más mentiras que acaparen mi mente y tampoco falsa información de los medios sobre lo sucedido. Era él. Yo lo sé. Reconocería su forma de caminar en cualquier lugar. Hasta este punto me he enamorado de él. Lo veo ya incluso sin necesidad de cerrar los ojos.

 

 

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