POR TI, TODO MENOS MI DIGNIDAD (Yoonmin) - Capítulo 7 - Sangre

Capítulo 7 - Sangre

 

Yoongi POV:

 

Correr, eso es en lo que pienso ahora miso, solo eso porque estamos toda mi clase y yo dando vueltas a la pista de nuestro instituto. A veces creo que nuestro profesor se ha escapado del norte para convertirnos en militares. Y junto con mi mal físico debo sumar el hecho de que fumo, por lo que se me hace muy difícil seguir el ritmo de mis compañeros, igualmente hay muchos que ni siguiera me alcanzan a mí.

Pero nada de eso importa en comparación con Jimin y su grupo de dos que le siguen un par de pasos por detrás alardeando de ser los mejores siempre. Y por desgracia, debo darles la razón en esto, su físico está acostumbrado a los gimnasios y las carreras como estas, mientras que el mío prefiere amoldarse al colchón de mi cama.

—¡Un par de vueltas más y podéis marcharos! —La voz del maestro retumba en todos los rincones del patio dándonos esperanzas para continuar. Una vez el pitido de su silbato suena todos nos dirigimos a los vestuarios, las chicas al suyo, y nosotros al nuestro.

Entro y me dirijo a mi taquilla mientras todos se cambian delante de mí. Es a veces un poco tenso, sobre todo lo fueron las primeras veces, pero ahora ya no tanto. Al igual que mis compañeros, levanto mi camisa sudada y la sujeto con mi brazo mientras abro la puerta de la taquilla.

—Suga. —Oigo la voz de Tae a lo lejos—. Deberías tomar más el sol...

Todos ríen sus palabras y yo no intento cubrir mi cuerpo con la ropa, me limito a seguir con la rutina. Estoy a punto de introducir la mano dentro pero la puerta se ve obligada a cerrarse por un brazo que la sujeta.

—¿Estás sordo a demás de ser imbécil? —La mano de Kook apoyada en la puerta de mi taquilla no me dejaba volver a dentro para recuperar mi ropa.

—Claro que he oído, pero ¿qué esperas que responda? —Él me responde cosas a las que no soy capaz de prestar atención. Todo el mundo se ríe. Pero yo solo pienso en la posibilidad de que Jimin le haya contado a todo el mundo lo que me hizo. Deberían haber hecho algún comentario sobre el tema, y por lo que está sucediendo no hay indicios de que nadie más lo sepa.

—Blanquito de mierda, haber si aprendes de nosotros a hacer deporte... —Dice una voz por ahí que no soy capaz de identificar. Mis venas arden debajo de mi piel y aparato el brazo de Kook de mi taquilla, brazo por el cual se estaba sujetando y al quitarlo del medio, pierde el equilibrio haciendo que se golpeé la cabeza en la taquilla contigua a la mía.

—Y vosotros debéis aprender a...

—Continúa y te ganarás una paliza. —Jimin salió de la multitud que comenzaba a excitarse. Jungkook a mi lado estaba siendo sujetado por Tae para evitar que me golpeara hasta la muerte en un ataque de ira. Sin embargo yo me mantuve firme.

Los ojos de Jimin fijos en los míos estaban esperando por alguna reacción de mí. Todos estaban pendientes de mí, algo que me encanta. De nuevo me pongo la camisa sucia sobre mí y levanto el mentón sonriendo.

—¿No es de cobardes un treinta contra uno?

—¿No es de idiotas buscarse una pelea teniendo la oportunidad de salir impune?

—No sabía que tenía la oportunidad.

—¿Así que debo interpretar que me has llamado cobarde? Sabes que no me ganarías ni aunque estuviese yo solo. —Sus ojos se iluminaron.

Me quedé mudo por un segundo pero no le aparté la vista demostrando un valor que en realidad no tengo, o sí, porque cuando el ambiente se ha relajado y todos se están marchando mis cuerdas vocales bailan sin mi permiso.

—Tú, —todos se giran—. Debes aprender a respetarme porque estoy muy por encima de ti. Más quisieras llegar a ser la mitad que yo...

 

 

Jimin POV:

 

—Tú. —Su voz suena una vez nos estamos marchando, el muy idiota. Debe ser sadomasoquista o algo de eso porque le estoy dando la oportunidad de no ser golpeado pero él insiste en provocarnos. Un coro de "Oh..." suena a nuestro alrededor y me veo obligado a girarme—. Debes aprender a respetarme porque estoy muy por encima de ti. Más quisieras llegar a ser la mitad que yo... —Avanzo hasta él y no le dejo continuar porque mi puño cerrado se dirige directamente a su mandíbula, exactamente lo que él estaba buscando.

Yoongi cae al suelo y todos intentan abalanzarse sobre él pero mi voz los detiene.

—MARCHAOS TODOS. DEJADNOS SOLOS. —Mis compañeros, perplejos, se miran entre ellos y poco a poco se van yendo fuera hacia clase. Yoongi se mira a sí mismo comprobando que sigue en una pieza y una vez estamos a solas cando la puerta para evitar interrupciones. Me acerco a su cuerpo tirado en el suelo y lo levanto sujetándolo por el cuello de la camisa y empotrando su espalda contra las taquillas.

—¿En qué diablos pensabas idiota?

 

—¿Lo has hecho por mí o por ti mismo?

—¿De qué hablas?

—Te gustó ¿verdad? —Sus ojos se sumen en dos líneas perversas y mi rostro se vuelve tenso temiendo mi peor pesadilla que era hablar del tema.

—¿Creías que lo contaría a los cuatro vientos?

—Sí. —Sus manos me quitan el agarre sobre él.— Pero no sé quién de los dos quedaría peor. Yo por verme violado como una puta o tú por tendencias homosexuales.

—¡Yo no soy homosexual! —Golpeé de nuevo su cuerpo contra el metal.

—¡NO VUELVAS A PONERME UNA MANO ENCIMA!

 

 

Yoongi POV:

 

—¡NO VUELVAS A PONERME UNA MANO ENCIMA! —Mis manos fueron rápidamente a su cuello y lo tiro hacia atrás cayendo sobre él.

Golpeo su cara con mi puño cerrado sintiendo la sangre de su labio manchar mis nudillos. O tal vez era sangre propia brotando de allí. Su espalda cae en un banco de madera y provoca que ambos callamos rodando por el suelo él intentando zafarse de mí mientas yo lo golpeo sintiendo mi corazón y la adrenalina en mi cuerpo desbocados.

Jimin consigue sentarse sobre mi cuerpo y me golpea duramente la cara y una vez se levanta para patear mis costillas agarro su pierna tirando de ella haciéndole perder el equilibro. Cae al suelo de espaldas y me incorporo de un salto para sentarme sobre Jimin como había estado él hacía unos segundos.

Nuestros gritos se oían por todo el vestuario, los golpes y los gemidos que emitían nuestros cuerpos resultaba gratamente excitante al poder escuchar una melodía que no era la de siempre: mis lloros y las risas de mis agresores. Esto es lo que llevo esperando mucho tiempo.

Agarro el cuello de su camisa y la acerco a mí para revocarla al suelo sin ayuda de la fuerza de la gravedad, no la necesito, toda la fuerza que guardan mis brazos la ejecuto en este momento para enviar su cabeza rápidamente a la dura piedra del suelo. Sus ojos se cierran y su boca se abre sin emitir sonido alguno. Sus manos que antes intentaban zafarse de mí ahora se dirigen al lugar golpeado. Su cabeza ha rebotado en el golpe y vuelve al punto de inicio, lo cual yo aprovecho para de nuevo golpearle de la misma manera.

Y de nuevo sus ojos y su boca actúan de la misma manera. Y cuando regreso a una tercera ronda me detengo al instante. Toda mi espina dorsal se conmueve ante la imagen que ve. Me quedo completamente paralizado.

 

 

Jimin POV:

 

Siento el golpe. No puedo evitar cerrar los ojos haciendo que la imagen de un Yoongi completamente desenfrenado desaparezca en la oscuridad de mis párpados. Quiero gritar pero el golpe me ha desorientado. Todo dentro de mí retumba y siento un fuerte pinchazo en las cuencas de mis ojos. Estos duelen y pican.

Un segundo golpe y de nuevo la sensación horrible de dolor agónico. Mis manos llegan a mi cabeza y puedo tocar la parte afectada con las yemas de mis dedos. Instintivamente, y antes de que me golpeé allí de nuevo, llevo las yemas a un lugar donde mis ojos alcancen a ver y lo que veo, no es nada reconfortante.

Mi corazón se detiene y mis labios tiemblan de impotencia pura. La sangre allí congela mis venas, y ojalá fuera así, porque siento la sangre botar de mi cabeza. El golpe me ha mareado y ahora mismo no soy yo mismo. Yoongi frente a mí se detiene en camino de golpearme de nuevo. Mira mi mano tan intensamente como hago yo ambos nos quedamos unos segundos sin capacidad para razonar. Varias lágrimas salen de mis ojos sin mi permiso. Pero apenas me he dado cuenta.

 

 

Yoongi POV:

 

Quiero salir corriendo, quiero llorar también, quiero abrazarle y quiero seguir golpeándole, pero no hay músculo en mi cuerpo que obedezca las órdenes que emite mi cerebro.

—Yo... Yoongi... —Su voz temblorosa me habla y es ahora cuando puedo reaccionar.

Me levanto de un salto y quito mi camisa para dirigirme a las duchas y mojarla allí con abundante agua. Regreso y veo a Jimin intentando incorporarse.

—No, no. —Le detengo y le siento en el suelo incorporado contra uno de los bancos de madera—. Si te levantas y te mareas puedes volver a golpearte. Siéntate.

Él no habla nada en absoluto simplemente se deja hacer por mí lo que yo quiera. Apoyo mis rodillas a ambos lados de sus piernas estiradas y apoyo la camisa en la herida que está en la parte posterior de su cráneo. Poco a poco compruebo que la sangre que sale nos es demasiada sin embargo no se detiene.

Me limito a dejar allí la camiseta sujetada y me siento en sus piernas para verle cara a cara.

—¿Cómo estás?

—¿Qué te importa?

—Perdóname, yo no quería...

—Mírate. —Sus pequeños ojos me miran frunciendo el ceño—. Eres tan estúpido... Me has dado una paliza y no esperas un segundo para sentirte culpable y auxiliarme.

—¿Y qué esperabas? ¿Qué me fuera y te dejara aquí sangrando?

—Exacto, lo que he hecho yo siempre.

—Ya te he dicho, yo no soy como tú.

—Aunque lo intentas...

—No me gustaría ser alguien tan superficial y gilipollas como tú. —Él no me contesta porque tal vez la conversación le esté haciendo sentir peor de lo que debería, por lo que cambio tanto mi tono de voz a algo más suave, como el tema—. Creo que necesitarás un par de puntos...

—Mmm.

—Estás mareado ¿verdad?

—Mmm. —Asiente.

—Dime, —mi voz es angustiosa—, ¿qué hago?

No me contesta. Sus manos están inertes sobre mis muslos aferradas allí como si temiese caerse, pero una vez piensa lo que quiere, abraza mi cintura para tenerme más cerca de él. Pone su cabeza en mi cuello y descasa allí durante un tiempo para permitirme tener mejor acceso a clocar la camisa en su herida. Mi culo está en el suelo y mis pernas entrelazadas a su cintura y no estoy muy seguro de cómo hemos llegado a esta posición, pero es realmente agradable.

—¿Mejor?

—Sí. —Dice entre carcajadas.

—¿Qué es tan gracioso? —Mi estado de ánimo mejora al comprobar que se encuentra mejor.

—Vas a tener que pasearte sin camisa por todo el instituto, esta ya no la vas a poder usar.

—Tengo ropa limpia en la taquilla idiota...

—Oh... —Dijo decepcionado—. Había pensado dejarte yo algo de ropa, pero da igual.

—Mentiroso.

—No es mentira, aunque nada me haría más feliz que todo el instituto se diese cuenta de por qué te llamamos Suga.

—Es un mote absurdo. No soy tan pálido. —Miro mi propio cuerpo enfurruñado.

—No es por la palidez, es porque eres demasiado dulce, como el azúcar.

—¿Dulce? —Lo miré seriamente—. No me conoces en absoluto.

—Ni me interesa.

Puse los ojos en blanco completamente exasperado.

 

 

 

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