POR TI, TODO MENOS MI DIGNIDAD (Yoonmin) - Capítulo 8 - Remordimientos

Capítulo 8 - Remordimientos

 

Jimin POV:

 

En este instante están cosiendo mi cabeza. Pero en realidad no siento la aguja penetrar mi carne, no siento nada desde que la inyección de anestesia local me ha dormido la piel en esa zona. La enfermera ha insistido en querer hablarme para distraerme pero yo he sido firme en mi idea de mantenerme en silencio, temo que en algún momento me pregunte el cómo ha sucedido todo.

Yoongi está esperando fuera a que esto termine para poder regresar a clase, y ha insistido en acompañarme también aquí una vez la sangre dejó de brotar. Se le ve realmente preocupado y eso me hace pensar que tal vez no sea más que un niñato que ha intentado hacerse el valiente y en algún momento perdió el control.

Pero lo que realmente me da que pensar es la pregunta que pasa varias veces por mi mente: "¿Qué habría hecho yo en el caso de estar en su lugar?" Me imagino su cuerpo débil bajo el mío y de repente ver como en su mano temblorosa aparece una mancha de sangre que cubre las yemas de sus dedos. Veo su rostro confuso y asustado, y su voz llorando mi nombre.

Muchas veces lo he visto sangrar de los labios y de los pómulos, he llegado a hacerle de todo y siempre he tenido la misma sangre fría para todas las situaciones. Pero no estoy seguro de si me hubiese marchado dejándolo con una pitera en la cabeza. Aunque es cierto que siempre he intentado mantener un control sobre mis golpes.

Como él bien sabe, puedo matarlo si quiero.

—Esto está, —dice la enfermera poniéndome una venda para cubrir la herida—. Limpia esto un par de veces al día y cambia la venda también. Ven a verme en una semana para retirarte los puntos.

—Sí.

—Hemos llamado a tus padres para que vengan a recogerte. No es bueno que sigas aquí habiéndote dado un golpe en la cabeza.

—¿Puede dejar entrar a mi compañero?

 

 

Yoongi POV:

 

—Pasa muchacho. —La doctora de nuestro instituto me hace pasar dentro y corro al encuentro de Jimin que está sentado en una camilla palpando su herida vendada recientemente.

—¿Cómo estás? —No me mira, no me contesta y estoy seguro de que no tenía ninguna intención de hacerlo si no fuera por la mujer que llegó a nosotros.

—¿Vais a explicarme ahora que ha ocurrido?

—Sí. —Respiro profundamente asumiendo toda la culpa—. Estábamos los dos en el vestuario y comenzamos a...

—Me resbalé y caí en la ducha mientras mojaba mi pelo. —Miré a Jimin con los ojos abiertos como platos e intentando comprender cómo había sido capaz de encubrirme. Era la mentira perfecta porque su pelo realmente llegó húmedo por mi camisa mojada. La mujer nos miró a ambos intentando creernos aunque le resultase difícil.

—Está bien, ten más cuidado la próxima vez.

Ambos asentimos y salimos de allí lo antes posible evitando preguntas incómodas, una vez estuvimos solos caminando por los pasillos del instituto con nuestras mochilas pude preguntarle lo que me reconcomía por dentro.

—¿Por qué no le has contado la verdad?

—No te importa. —Aceleró el paso pero yo le zafé el brazo haciendo que se girara para mirarme.

—Deja de ser cobarde y dime qué diablos te pasa.

—No sé como lo harás tú pero mis padres no deben saber que me meto en pelas.

—Yo no... —No me permitió terminar.

—Así que regresa a clase, porque como me vean con alguien como tú realmente sabrán que me he peleado.

—No pienso dejarte así. —Insistí en no soltar su brazo. Temía que el golpe fuera demasiado para él—. Voy a acompañarte hasta que vengan tus padres, y les explicaré cómo...

—¡Basta! —se liberó de mí—. ¿Qué diablos haces?

—¡Intento ser amable, ha sido culpa mía y solo quiero ayudarte!

—¿No te oyes? ¡Debes estás loco!

—¡Haz lo que quieras! —Suspiro y relajo mis músculos. Camino hasta él y golpeo nuestros hombros haciendo que se aparte de mi camino.

Bajo las escaleras, y oigo sus pasos detrás de mí siguiéndome. Pero en realidad no me seguía, tan solo habíamos tomado el mismo camino para salir. Es una situación incómoda pero ambos hacemos lo posible por distanciarnos. Una vez estamos en la calle él se queda de pie ante la puerta mientras yo me voy en dirección a la parada del bus que está a unos cincuenta metros. Me siento allí y miro a la gente que pasa por delante de mí mientras escucho música desde mis cascos.

Un coche grande y negro para frente a mí obligado por el semáforo a la derecha. Miro detenidamente la ventana trasera observando un rostro que me espía. Jimin no sonríe ni muestra ningún sentimiento con sus facciones, se limita a soportar mi mirada y una vez su coche arranca desaparece entre el tráfico.

Me hubiera gustado sonreír, saludarle con la mano como hacía cuando era pequeño. Miento. Me hubiera gustado que hubiera sido él quien sonriera, quien me saludara con la mano mostrando que es capaz de hacer un mínimo esfuerzo por mí.

Me gustaría mucho que se acercara a mí. Pero sé que yo no le voy a dejar.

 

 

 

 Capítulo 7                    Capítulo 9                                              

 Índice de capítulos                                                   


Comentarios

Entradas populares