Hemoglobina (VKook) - Capítulo 2

CAPÍTULO 2

 

Taehyung POV:

 

Llego a casa aun con su maldita sangre en mis comisuras, goteando de mi barbilla, no dejo que nada caiga y me relamo los dedos gustoso, extasiado de su sabor. Ya no es cálido y lo echo en falta. Pero no me importa porque sigue su esencia estando allí cuando trago este sabroso liquido tan humano.

Me siento ebrio como ninguna vez. Siempre hago esto un par de veces a la semana, dejándolos vivos y confusos hasta que se desmayan y piensan que todo ha sido una fantasía de su inocente cerebro. Pero las marcas que encuentren al día siguiente probablemente les rebelen la valiosa verdad. Sinceramente no me importa lo que piensen o digan, solo me importa seguir alimentándome.

No me gusta la vida que llevo pero ¿acaso puedo evitarlo? Ya me gustaría. He probado mil maneras de terminar con mi vida, pero me di cuenta de que esto no es una vida sino una condena que debo llevar conmigo ya que jamás he podido acabar con mi existencia. Me limito a mantenerla lo más digna y felizmente posible.

Busco niños, niñas, hombres o mujeres cuyo aroma provocado por su sangre me conmueva, me inciten a extraérsela solo lo suficiente como para alimentarme, pero esta vez me siento diferente. Me he debido obligar a mi mismo a detenerme porque sé, que si no lo hubiera hecho, él ahora estaría muerto. Es increíble como sin ni siquiera conocer su nombre me siento tan fuertemente anclado a él. Quiero más. Quiero volver a tragar ese dulce néctar que me está volviendo loco. Lo quiero de nuevo. Quiero más. Ahora.

Apaciguo mis ansias saliendo de caza de nuevo.

 

 

Jungkook POV:

 

Despierto poco a poco, sintiendo mi cuerpo cansado y dolorido y entiendo el porqué cuando al restregar mi mano sobre el cuello la sangre seca se queda en mis dedos dándome un vuelco el corazón. Doy gracias que mis padres no me vieron llegar anoche porque habrían visto el gran moratón que tengo allí donde las marcas de unos dientes delinean la zona morada. Salgo corriendo al primer espejo que encuentro y cuando llego no reconozco el hombre que me mira. Unas ojeras marcan mis ojos y la palidez por la pérdida de sangre que se hace evidente en todo mi rostro. Los labios cuarteados y mis papilas gustativas secas me indican que necesito líquido para ingerir. Pero me preocupa más el destrozo que me han hecho en el cuello.

Antes de ir a ninguna parte me doy una ducha retirando toda la sangre seca dejando al descubierto todos y cada uno de los lugares en mi piel donde sus dientes han atravesado la carne. Palpo allí sintiendo punzadas de dolor involuntario y al mismo tiempo la adrenalina viene acompañada por los malditos recuerdos inevitables. Veo sus ojos negros allí donde mire y sus labios ensangrentados en mi propia sangre deseando más de mí. La fría agua me recuerda a su aliento sobre el mío cálido. Y el tacto de sus dedos en mi piel.

 

 

Los días pasan. He acabado haciéndome a la idea de que no volveré a verlo. Y no me alegro. Me he visto asombrado por sus poderes y su físico. No paro de pensar en él como alguien a quien admirar por mucho que me aterrorice lo que me hizo. Supongo que no es más que su manera de seguir con vida y le entiendo, por ello quiero creer que no he sido más que otra víctima más en su vida dejando a un lado que me encantaría ser especial para él, en algún sentido.

Eso ya no importa, me preocupa más la manera de esconder las maracas en mi cuello lo suficiente hasta que desaparezcan por ellas solas, que deseo, sea lo antes posible. Mientras tanto, uso cuellos altos y bufandas a pesar de que hace buen tiempo, que remedio. ¿Acaso tengo una explicación que poder proporcionar?

 

 

Taehyung POV:

 

Son las cinco de la mañana y ya no puedo evitarlo por más tiempo, me prometí que no haría esto dos veces con la misma persona pero por muchos chicos que desangre hasta dejarlos secos no sacio mi sed de él. Saber que su preciosa y valiosa sangre me llama desde la distancia me está matando, me tortura lentamente. Salto y me elevo en el aire hasta llegar a su ventana abierta. Es estúpido por exponerse de esta manera a cualquier monstruo que quiera adelantarse a mí.

Apenas he entrado ya le veo tumbado en su cama, tapado con varias mantas y mirando al techo con los ojos cerrados. Su boca entreabierta me llama con su cálido aliento y me obligo a frenar mis instintos y dejarlos fluir lentamente de manera ordenada y tranquila. Elevo de nuevo mi cuerpo por el aire sin hacer ruido y me siento sobre su cuerpo inerte impidiendo que si en algún momento se despierta, no pueda moverse.

Con una mano tapo su boca y con la otra destapo su cuerpo lo suficiente como para dejar su clavícula a mi vista. Por el amor de dios, no tiene ropa en la parte de arriba de su cuerpo. ¿Por qué diablos me tienta con su maravillosa y reluciente piel? No me lo pienso dos veces y clavo allí mis dientes saboreando el metal en su sangre. Bendito sabor del demonio.

Él despierta de golpe por el dolor pero mi mano sobre su rostro le frena para gritar o gemir en el sufrimiento. Se revuelve los primeros dos minutos pero con el paso del tiempo se acostumbra e incluso diría que se deja hacer de buen grado. ¿Por qué esto es tan delicioso?

 

 

Jungkook POV:

 

Un fuerte dolor me atenaza sobre el pecho y rememoro la escena del otro día pero el dolor es demasiado real y despierto de mi ensoñación para darme cuenta que un cuerpo está presionado sobre el mío y este es el culpable del dolor. Su cabeza encajada perfectamente en el hueco de mi hombro hace que su olor invada mis fosas nasales reconociendo al instante el cuerpo a mi lado. No puedo evitar revolverme al sentir de nuevo la sangre abandonarme pero con los segundos, no sé si es por la pérdida de sangre o porque sé que no puedo escapar de él, me tranquilizo y dejo que él haga lo que quiera conmigo. Mis manos libres van a su nuca para sentir sus cortos cabellos allí y deleitarme en su contacto. Mis piernas se sienten autoritarias para retirar de entre nosotros las pocas telas que nos separan y cuando están libres pueden relajarse mejor.

Como sabe que yo no me opongo a esto él retira su mano de mi boca para llevarla por ahí donde la necesite. Me aprieta, me estruja para proporcionarle lo que necesita y cuando cree que es suficiente se detiene y me mira. Nuevamente tengo la mejor visión del mundo, sus ojos negros y su boca rebosante de mi sangre.

—No has terminado. —Le digo y giro mi cuello para que vea mi piel intacta—. Aquí tienes más, ven...

Mis palabras son más que suficientes para que sus instintos le obliguen a devorarme de nuevo. Tal vez esto sea un suicidio, una locura. Ni siquiera sé que es este ser delante de mí pero no me importa. Me gusta demasiado. Me fascina, me excita y me pone muy caliente que me toque de esta manera. Tal vez sea él quien no puede detener su hambre pero yo soy quien no quiere parar.

Una de sus piernas está ente las mías y sin darse cuenta la restriega contra mi polla provocándome escalofríos. No estamos haciendo ruido teniendo en cuenta que mis padres duermen en la habitación de al lado pero mis gemidos son libres de salir de mis labios tan traidores...

No sé qué diablos me pasa pero ya estoy duro y a poco que continúe voy a correrme sin necesidad de que haya hecho nada más. Siento que no aguantaré mucho más cuando sale de mí para morderme en otro lado, ahora sentándose sobre mis caderas.

—No te muevas tanto... —Me dice su grave voz. Yo solo me estoy masturbando con su culo sobre mi polla.

—Lo siento... —Susurro en su oído antes de que vuelva a morderme.

Poco a poco siento mi ápice llegar y no puedo evitar, mientras él se alimenta de mí, morder su oreja que está a mi alcance, poco a poco desciendo hasta su cuello y él deja lo que hace para mirarme serio y sereno.

—¿Qué coño haces? —No sabe si me está recriminando como una persona normal haría o reírse de que la situación me resulte incluso cómoda.

—¿No puedo divertirme yo también?

—Yo no estoy jugando, niño. —Se sienta erguido sobre mis piernas y yo imito su gesto. Se limpia, inútilmente sus labios de sangre y se levanta poco a poco en la cama acercándose de nuevo a la ventana. No soy capaz de entender como sin necesidad de caminar se desplaza en el espacio que nos rodea.

—¿A dónde vas? —Le pregunto saltando de la cama para seguirle. No parece escucharme hasta que no se ha subido al borde de esta y se gira para verme.

—No ha sido buena idea venir...

—No digas eso.

—¿Qué te ocurre? ¿No tienes miedo de mí? —Me mira confundido a la vez que ofendido pero yo le contesto encaramándome como puedo al borde de la ventana igual que él esperando no caer. Ambos estamos muy juntos y no puedo evitar agarrarme a la tela de sus ropas para no perder el equilibrio—. Debes estar muy loco.

—Dime tu nombre. —Me mira intensamente mientras pasa uno de sus brazos por mi cintura.

—Kim Taehyung. —Y tras decirlo hace el amago de lanzarnos a ambos al vacío pero solo consigue que yo me aferre más a él. Saca una sonrisa sádica que me pone los pelos de punta—. Tírame.

—¿Cómo? —Pregunto sin comprender.

—Empújame.

—Te matarás. —Le digo preocupado.

—Pruébame...

—No voy a hacerlo, quédate aquí conmigo. —Le susurro y abrazo su cintura impidiendo que se vaya. Pero nada funciona, el se deshace de mis brazos y se deja caer de espaldas al vacío. Es alucinante porque a pesar de saber que no le pasará nada todo mi corazón da un vuelco temiendo que se dañe.

No pasa otra cosa más que en el momento de llegar al suelo su velocidad en la caída parece descender y pisa el suelo tan normal como si no hubiera saltado desde ninguna parte. Un noveno piso, por el amor de dios. Yo aun aferrado a la pared para no caer tras él le miro desde la altura y él me mira desde el suelo. No sé si es la falta de sangre de nuevo o el dolor en mi polla pero quiero saltar también. Quiero más adrenalina, más libertad. La misma que me proporcionan sus dientes en mi carne.

No puedo creer lo que me está pasando. Lo que estoy viviendo. Cualquiera se moriría de miedo pero yo no puedo evitar sentirme atraído por esta fascinante criatura que me ha escogido para alimentarse de mí. Un vampiro.

 

 

Taehyung POV:

 

Cada segundo que pasa me arrepiento más y más de haber escogido a este niño como presa. Como alimento. Puedo sentir como se encariña con la idea de tener a alguien como yo pero no entiende que esto no puede acabar bien. Mis instintos me dominan y los controlo hasta cierto punto, y esa fina línea es la deliciosa sangre que me proporciona.


 





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