Hemoglobina (VKook) - Capítulo 3 [Final]
CAPÍTULO 3
Jungkook POV:
Al día siguiente despierto en mi cama. No pude
dormir bien porque mi cabeza no paraba de darle vueltas a la misma pregunta.
¿Puedo volver a verle? Según lo que me dijo ayer entendí que era muy arriesgado
que volviésemos a vernos pero yo no puedo evitar pensar en él una y otra vez.
Rememoro su nombre en mi cabeza sin parar. Kim Taehyung, —digo para mí
esperando que aparezca, pero nada le hace venir.
De nuevo transcurren los días, uno tras otro y
se me hace muy difícil ocultar las maracas. Mis amigos me han llamado todos los
días pero ha llegado un punto en el que tras tantas negativas han dejado de
insistir no solo en salir con ellos sino en venir a verme. No son tan amigos al
fin y al cabo, ahora tampoco me importa demasiado. Me deleito en el recuerdo y
con eso es suficiente.
Pero con el tiempo, deja de serlo y las ansias
me consumen, necesito verle, necesito hablar con él.
—Mamá, me voy. —Le digo a mi madre que está en
la cocina aunque sé que no me está escuchando. No le importa, a mí tampoco.
Salgo por la puerta escondiendo un cuchillo de cocina en la chaqueta.
Una vez estoy en la calle no me lo pienso
demasiado y me dirijo al callejón donde le encontré la primera vez, pienso
mejor y rectifico mi pensamiento, donde me encontró él a mí. Cuando he llegado grito
su nombre, desenfrenado, enloquecido. Es de día y la gente que transcurre, la
poca gente, me mira como si yo estuviera loco. Lo admito, lo estoy.
Como bien había predicho él no se digna a
aparecer. No me lo pienso más y saco el pequeño cuchillo y corto la palma de mi
mano haciendo que la sangre goteé por mis dedos y de allí al suelo formando
pequeños charcos. Camino de espaldas viendo como dejo un reguero, unas migas de
pan que espero atraigan al lobo hacia mí.
—¿Qué diablos haces? —Una gruesa voz habla
detrás de mí y yo doy un respingo girándome.
—No puedo creerlo. —No me escucha, tan solo
mira mi mano con los ojos como platos—. Ha funcionado.
—Van a pensar que eres un loco. —Saca
rápidamente un pañuelo de su bolsillo y cubre mi palma con él evitando que se
derrame más sangre—. Ven conmigo.
…
Taehyung POV:
Lo traigo a mi casa evitando en todo momento
devorar su mano ensangrentada o incluso las mías propias manchadas de su
sangre. Debo acabar con esto ahora antes de que el monstruo que me consume se
haga cargo de la situación.
—¿Aquí vives? —Mira a todas partes con su
tierno rostro curioso. No es más que un piso abandonado ya que yo no tengo
dinero para pagar uno de verdad. Sin embargo está equipado de todo lo que
necesito.
—¿Se puede saber que hacías tirando tu sangre
por ahí? ¿Eh? ¿Y por qué me llamabas como si estuvieras perturbado?
—Necesito que me des explicaciones. —No lo dice
de veras, me mira intentando ser serio pero su sonrisa infantil aparece
diciéndome que solo quiere provocarme.
—¿Qué clase de explicaciones? —Ambos estamos en
el salón pero él busca el dormitorio rápidamente y me veo obligado a seguirlo.
—¿Qué eres?
—No lo sé.
—¿Cómo que no lo sabes? Eres un vampiro. —Sus
palabras son animadas y optimistas.
—No soy eso. No me afecta la luz del sol, me
gustan los ajos y me reflejo en los espejos.
—¡Pero bebes sangre, y puedes volar!
—Eso me convierte en un monstruo.
—¿Qué tonterías dices? ¡Hazlo! —Le miro
completamente confundido pero un gesto que hace con sus manos me da a entender
que lo que quiere es que vuele. No entiendo porque pero lo hago. Me elevo
levemente en el aire lo suficiente como para que no sean las piernas las que me
sostienen y sus ojos se abren asombrados—. ¡Yo también quiero!
Pienso en la mejor manera de hacerle ascender y
me acerco a él para cogerlo en mis brazos. Enrolla sus piernas alrededor de mi cintura
y sus brazos en mi cuello. Subo un poco, lo suficiente como para no chocar con
el techo de la casa. Ríe nervioso y descontrolado lo que me hace sonreír a mí
también.
—¿Suficiente? —Le pregunto comenzando a
sentirle inquieto.
—¿Qué más sabes hacer? —Me pregunta a medida
que le suelto y ambos volvemos a sujetarnos en nuestras piernas.
—No mucho más...
—TaeTae... —Mis pelos se ponen de punta al
escucharle hablar así—. Yo quiero ser como tú.
—Deja de decir tonterías muchacho, y lárgate
ya, no voy a darte mejores explicaciones que esto.
—Conviérteme. —Él no me presta atención.
—¿No me has escuchado? No soy un vampiro. No
puedo convertirte en uno.
—No quiero ser un vampiro. Quiero ser como tú.
—¿Por qué? —Me siento en la cama de cara a él
que está de pie.
—¿Por qué? Eres lo mejor que he visto jamás. Si
yo pudiera volar como tu... si pudiera chupar la sangre y aterrorizar a las
personas... —fantasea para él mismo—, todos me temerían, ya nadie volvería a
meterse conmigo.
—Eso es un problema de autoestima muchacho, o
tal vez malas compañías. No de ser humano.
—No hables de manera condescendiente, tengo
quince años, no soy idiota.
—Yo tengo doscientos cincuenta y cinco. —Me
mira sorprendido y obligado a callar la boca.
—¿Has sido así desde siempre?
—Sí.
—¿Y tus padres eran como tú?
—No los conocí. Me abandonaron cuando se dieron
cuenta de que no me alimentaba más que de sangre.
—¿Fue difícil?
—No. Solo, diferente. En realidad me
abandonaron porque al intentar matarme, no pudieron. No muero. —Ya no sabe qué
decir, no hace más preguntas por un rato pero no me quita los ojos de encima.
Yo sin embargo miro a todas partes.
—Entonces... —habla decepcionado—, ¿no vas a
convertirme?
—No. —Soy firme con mi respuesta pero él no
parece querer irse. Al contrario, avanza hasta la ventana y corre las cortinas
dejándonos en tinieblas. ¿Qué pretende?
—En ese caso, —sus mejillas se enrojecen con
los segundos—, he traído un regalo para ti.
Vuelve a su sitio de antes —de pie delante de
mí— y poco a poco baja la cremallera de su chaqueta que me deja al descubierto
su torso desnudo. ¿No ha traído nada debajo? No ha venido para pedir
explicaciones.
—Todo para ti. —Las marcas en su piel de otras
veces que he mordido su carne me hacen darme cuenta de los límites que puedo
alcanzar. Deja caer la chaqueta al suelo y suena el cuchillo que está en uno de
los bolsillos. Me estremezco ante lo que siento.
…
Jungkook POV:
Sus ojos no paran de analizar mi cuerpo de
arriba abajo y muerdo mi labio sintiendo la adrenalina de nuevo correr por mis
venas. Espero que él también la esté sintiendo desde donde está.
Está inmóvil y yo comienzo el juego soltando el
pañuelo que todo este tiempo he tendido aferrado a mi mano para evitar que la
sangre corriera libre. Ahora es lo que quiero y llevo la palma a mi boca para
lamerla allí saboreando aquello que él desea. Me mira sorprendido por mi acto y
me obligo a introducir la lengua en el corte para que de nuevo se abra y fluya
la sangre. Su sabor no me es desconocido pero es extraño ya que no me alimenta
como le hace a él.
Extiendo el brazo para que lo alcance y lo hace
tímido y receloso. Sin embargo sé que no puede evitarlo e instintivamente lleva
mis dedos ensangrentados a su boca para chuparlos y relamerlos. Puedo ver en
vivo como sus dientes se tornan afilados con los segundos y como frunce el ceño
intentando reprimirse. Sus ojos siguen siendo marrones.
—Muérdeme. —Hago que me mire sujetando su
barbilla y dirigiéndola a mí—. Sé que lo estas deseando.
Yo le sonrío sádicamente mientras mis dedos
juegan en su cuello y su nuca, y él me mira como un cachorro, perdido y sin
voluntad, sometido a mis deseos y sus instintos. No se lo piensa dos veces
antes de coger mi brazo y lanzarse a mi muñeca para devorarla. Clava sus
puntiagudos dientes y gimo de dolor al principio, solo al principio porque ver
su rostro placentero me encanta.
Le detengo a los segundos.
—Aquí también hay sangre TaeTae... —relamo mis
labios para hacer que la sangre que hay en ellos sea más brillante y apetitosa
a sus ojos.
No puede evitar abrazar mi cintura y sentarme
en sus propias piernas. Le beso al principio lento pero poco a poco lo
convierto en algo más caliente introduciendo mi lengua en su cavidad bucal.
Pasan los segundos y mi polla ya da señales de vida, y por lo que puedo sentir
en mi culo, la suya también. Pero eso parece no preocuparle. Esta muy nervioso
porque se controla para no morder mis labios cubiertos de sangre. Respira
fuertemente por la nariz y me abraza más a él de manera posesiva. Me encanta.
Me bajo de él y me mira confundido. Me
arrodillo delante de él y entiende lo que voy a hacerle pero no quiere
asumirlo. No entiende como soy capaz de esto pero no me importa.
…
Taehyung POV:
Su hermoso rostro está frente a mí entre mis
piernas, sonriendo y mostrándome de lo que es capaz. Desabrocha mis pantalones
todo lo rápido que le permiten sus torpes dedos. Mientras lo hace, besa mi
vientre y lo muerde solo para jugar conmigo, es lo que ha hecho desde que está
aquí, soy un juguete que entretiene a un crio. Pero no me importa. Él es
delicioso.
—Vas a hacer una cosa, ¿hum? —Me mira esperando
que asienta—. Vas a follarme la boca, ¿entendido?
Mi pene palpita con sus sucias palabras y no
puedo evitar asentir por segunda vez sin poder creerme aun lo que me está
pidiendo. Estoy seguro de que esta es la primera vez que hace algo semejante y
que solo lo hace para volverme loco, más imbécil soy yo que no puedo ponerle
remedio.
Una vez ha dejado mi polla libre los
escalofríos me recorren y aun más cuando la coge entre sus manos y chupa el
glande como si fuera el caramelo más dulce que ha probado jamás. Me mira como
una perra y no puedo evitar gemir de placer. Hago lo que me ha pedido y agarro
sus cabellos para introducir toda mi longitud en su garganta y ahogarle,
torturarle para producirme placer. El juega con su lengua todo lo que se le
permite y sus manos agarran mis caderas emocionado. Me araña con sus uñas cada
vez que le toco la garganta con mi polla y parece querer llorar pero es lo que
él me ha pedido y no me gustaría tener que contradecir sus órdenes.
Cuando siento llegar mi ápice me detengo allí y
le retiro de mi polla agarrándole por el pelo y sin soltarle redirijo su boca a
la mía para sentir mi propio gusto en sus labios. Cuando el beso ya me aburre
le levanto a mi regazo y después lo tiro en la cama para tumbarme yo encima.
—Desnúdate. —Me ordena como su tuviese
autoridad sobre mí.
—¿Para qué quieres que haga eso? —Ahora soy yo
quien quiere jugar un poco.
—No seas estúpido y hazlo de una vez. No
aguantaré mucho...
—Es la primera vez que haces esto. ¿Verdad?
—Sí, y la primera polla que chupo, pero te he
hecho ver las estrellas... ¿Cierto? —Su sádica sonrisa me descoloca.
—Es mi turno de hacerte ver el cielo... —me
dispongo a sentarme sobre su vientre para quitarme la parte de arriba pero me
detienen sus palabras.
—Prefiero ver el infierno. —Se lanza a morder
mi vientre ahora descubierto y yo termino de desvestirme con su atenta mirada
acechando. Él imita mis gestos y en menos de unos segundos ambos estamos
desnudos, en mi cama, y su latente sangre aun en sus venas.
No puedo aguantarlo por más tiempo y muerdo su
cuello donde ya tiene mis cicatrices. Una vez, otra, y otra más todo por
conseguir la valiosa sangre que contiene. Ya siento mi adrenalina ser
distribuida por todo mi cuerpo mientras nuestras pollas se rozan entre ellas
provocándonos placer.
—Fóllame duro TaeTae. —Ya no soy dueño de mis
actos y gruño como respuesta positiva levantando sus piernas para enroscarlas
en mi cintura y penetro en él rápido y certero. El gime y se revuelve debajo de
mí.
—Quieto. —Le exijo aunque sé que no puede
evitarlo. Me muevo rápido para llegar dulcemente a su próstata y producirle
placer pero también me alimento de su sangre. Ha llegado un punto en el que no
estoy concentrado en ninguna de las dos cosas porque ambas me proporcionan un
placer que es incomprensible. Abrumador.
—Ah, ah, ah.... Taehyung. —Grita y gime mi
nombre pidiendo por más. Incomprensiblemente esta sensación le gusta y yo no
hago nada por detenerla porque si a él le gusta, a mi me sobrepasa.
Me siento ciego por el placer. Por su cuerpo
caliente que con el paso de los segundo se vuelve frío y tembloroso. La sangre
ya no cabe en mi boca y cae manchando las sabanas sobre las que estamos. Saco
mis dientes de su cuello y los dirijo a su brazo para morder allí también. Sus
ojos me miran entreabiertos y sus labios gimen más alto. Cuando me canso voy a
su pecho, y más tarde a su cintura. No puedo bajar más porque sigo con las
estocadas pero cuando mi columna se resiente regreso al cuello alzando su
barbilla proporcionándome más espacio.
Hundo cuanto puedo mis dientes hasta encontrar
la arteria aorta. La sangre sale caliente y rebosante y sus gritos se acompasan
con mis movimientos. Tiembla y yo alcanzo mi éxtasis tragando la dulce sangre
que me proporciona su pequeño y débil cuerpo. Él viene también segundos después
de mí pero yo no dejo de morderle.
Sus gemidos se van apaciguando, ahora solo
quedan los escalofríos. Y después, nada. Su cuerpo inerte queda en mis brazos
completamente frío y sin vida. Ya no queda una sola gota de sangre que
extraerle y sin embargo me aferro a él hasta que me veo obligado a limpiar con
mi lengua los restos que han quedado allí.
Me yergo sobre su cuerpo y sus ojos abiertos me
miran culpándome de una muerte más, una nueva vida arrebatada y si no fuera por
la sangre desperdiciada que nos cubre a ambos juraría que sigue con vida. Pero
no es así. Lamo mis dedos ya que la sangre es lo único que me atraía de él y me
pregunto cómo se llamará el chico delante de mí.
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