PARTE DE LA ÉLITE [PARTE I] (BTS) - Capítulo 41

 Capítulo 41

 

JungKook POV:

 

A veces, el cuerpo humano es incluso inteligente. Mi cerebro, incapaz de asimilar lo sucedido se desconectó durante ratos simplemente para descansar del dolor agónico que la culpabilidad y la pérdida de mis padres me proporcionaba. Durante, tal vez, treinta minutos seguidos me quedaba inmóvil mirando a la nada. Respirando lentamente y enmudecido complemente. Mis compañeros se preocupaban al principio pero cuando regresaba a mi estado normal de llanto y desesperación, parecían incluso aliviados. La memoria también se resintió durante días. Mis recuerdos son tan solo esos agónicos momentos en los que mi estado mental estaba en todas sus facultades.

Los brazos de Taehyung me rodean desde la espalda y apoya su barbilla en mi hombro mientras, arropados en mi cama, intenta ayudarme a conciliar el sueño que no he tenido por días.

—No lo sabía, Kookie, amor. –Me dice susurrando como si eso me aliviase. Sus palabras no son más que ceniza frágil y débil que el viento se lleva con facilidad. La ventana frente a mis ojos parece incluso un espejismo por la bruma de mis ojos que las lágrimas han creado. Respiro fuertemente y ahogo un grito de dolor por el recuerdo de mis padres una vez más.

Ellos tienen miedo por mí, porque comience a ver el suicidio como una solución a mi dolor. Ellos no saben que mis padres fueron mis dos mejores modelos de conducta y me enseñaron a afrontar cualquier problema pero su solo recuerdo me hace incluso pensar en el suicidio como la forma más fácil de solucionar el problema.

Recuerdo los ojos oscuros de mi madre y de su pelo que siempre olía a genial. Abrazar a mi madre siempre fue mi solución a todos los problemas de mi vida. Ella consolaba mis pesadillas con un té caliente de limones de tierra y su abrazo. Me curaba las heridas que me producía cuando por mi torpeza me caía o me cortaba a la hora de cocinar. Unas buenas vendas y un beso en las heridas era el mejor analgésico. Ella me enseñó que era la fidelidad, el amor, la felicidad y la paciencia. Aun siento como su pelo ensangrentado se enreda en mis dedos y como sus oscuros ojos sin vida ya no me dan la fuerza para continuar. Su último abrazo no me infundió valor, al contrario. Me quitaba toda el alma y quedaba agazapada con ella a la espera de que mostrara señales de vida. Y ahí quedó.

La mano de Yoongi aprieta fuertemente la mía mientras me hace compañía en la enfermería por mi segundo ataque de ansiedad en el día.

—Lo siento, Kookie. –Besa mis manos y se sienta conmigo en la camilla—. No sabes cuánto lo siento.

—Yo… —Hablo por primera vez en días. Él escucha expectante—. Una vez te dije que me recordabas a ellos. –Le miro mientras amargas lágrimas caen de mis ojos.

—Sí, lo recuerdo.

—¿Crees que ellos me perdonarán algún día? –Piensa unos segundos, intimidando por mis palabras.

—No tienen nada que perdonarte, Jeon. Eres el mejor hijo del mundo y estarían orgulloso de ti.

Lloro durante horas por sus palabras pero mi corazón se siente incluso cálido. Vuelvo a los entrenamientos a los días. No es fácil y sigo sin mediar palabra con nadie que no sea con mis padres dentro de mi mente. Les suplico que no me odien y que entiendo si no me perdonan pero solo quiero hacerles saber que jamás olvidaré su recuerdo, ni sus palabras. Las de mi padre sin duda eran las más valiosas porque sus consejos diarios me ayudaron día a día a sobrellevar mi existencia. Siempre que tenía tiempo me hacía tener una infancia digna jugando o llevándome con él a buscar comida y agua. Con él, aprendí que era la responsabilidad, el carácter, el valor y el no tener miedo a nada. Me temo que esto último he debido olvidarlo porque tengo miedo, mucho miedo de continuar con mi vida sin ellos.

Jimin, haciendo acopio de toda su valentía, se esfuerza por intentar distraer mi mente torturada mente. Hoy me ha traído a la sala de cine para ver una película que él considera divertida pero yo no le encuentro la menor gracia. Al contrario, cuando más divertida se pone un extraño sentimiento de nostalgia se apodera de mí y me veo obligado a refugiar mi contraído rostro en su pecho.

—Kookie… —Dice triste y me abraza mientras sus fuertes brazos me refugian de los agentes externos. Besa mi coronilla, mi frente, mis labios. Yo me dejo hacer y de nuevo escondo mi cabeza en su cuello. Suspiro allí cansado ya de compadecerme.

A veces, me pregunto si llegará el día en el que olvide su recuerdo, me aterra pensar que eso pudiera llegar pero hasta entonces, la voz de mi madre se repite cantando una canción. Una de esas canciones que no se deben cantar.

 

<Dónde sea que vaya, lo que sea que haga

Le mostraré, lo mucho que he afilado mi

espada. Lo mucho que ha trabajado

A todas las personas que me miraban con

desprecio.

Gritemos fuerte.

 

Arrójame una piedra sólo si has hecho

tantas cosas como yo

Nos esforzamos, no tenemos miedo>*

 

———.———

 

*AUTORA: He escogido unas cuantas estrofas de la canción de Bangtan Boys (BTS) “We are bulletproof”. Esta canción aparecerá más veces en este fanfic.

 

 

 

 

 

 

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