EL PRECIO DEL ARTE [PARTE I] (BTS) - Capítulo 25
Capítulo 25
Jungkook POV:
12/07/1995
Llevo mi mano al paquete de tabaco sobre
la mesa. Lo encuentro al lado del vaso de fideos instantáneos vacío que me he
tomado para cenar y mientras miro atento la televisión puedo oír a lo lejos la
conversación tan animada de Jimin y Yoongi hablando en la mesa de la cocina.
Mientras uno fuma un cigarrillo el otro aplasta la lata de cerveza con sus
manos mientras yo ruedo los ojos mirando a lo lejos. La noche ha caído sobre
nosotros con una lentitud que me ha resultado irritante. El sol no cesaba de
hacer acto de presencia y la gente en la calle seguía con una estúpida rutina
diurna. Yoongi y Jimin llegaron pasadas las seis de la tarde y apenas llegaron
dijeron de hacerse algo de cena. Ya son más de las nueve y todos hemos cenado
aunque en periodos diferentes y cosas diferentes. Yo me he alimentado de unos
fideos instantáneos y Taehyung ha cenado las sobras de la comida de esta
mañana. Yoongi y Jimin se han preparado unos bocadillos con algo de fiambre de
la nevera y se han quedado ahí en la cocina, hablando. Si escucho más
atentamente puedo oír el sonido de la ducha con Taehyung en el interior.
El cigarrillo en mi mano aun sin encender
se ve demasiado pobre y sombrío. De qué me sirve fumar un cigarrillo si no tengo
alrededor la convencionalidad social que me anime a ello. ¿Para qué quiero
fumar si ya tengo la televisión como entretenimiento? No quiero leer ni quiero
hacer nada productivo más que fumar este asqueroso cigarrillo que me mira con
ojos despectivos mientras me hace sentir deshonesto de llevármelo a los labios.
Es la forma en la que me sorprendo mirando al cigarrillo la que me hace darme
cuenta de que me encuentro en un estado de humor terrible. No sé hasta qué
punto la escabullida de Taehyung a la hora de comer me ha hecho sentir
enfadado, pero al principio pensé que no me importaba. Me importa. Nadie me
deja plantado cuando he estado toda la mañana esperando por él. Ahora solo
pienso en una cosa, y en algo que sé que todo el mundo está aguardando.
Me levanto del sofá aun con el cigarrillo
apagado y me encamino a la silla al lado de Yoongi. Ambos dos espectadores de
mi comportamiento me observan mientras me desplazo hacia ellos y cuando me
siento al lado de Yoongi este me mira con una mueca amistosa, pensando que me
voy a unir a la conversación, pero yo le quito el mechero de su mano con el
cual llevaba un rato jugando y cuando me enciendo el cigarrillo y le doy la
primera calada, se la suelto en la cara haciéndole fruncir el ceño mientras me
mira entre ofendido y disgustado. Después paso una mano por sus hombros y me
acerco a su oído, para susurrar en él lo que llevo horas pensando en hacer.
—Quiero echar un trago, ahora. ¿Tienes la
maría? Quiero colocarme… —Cuando dejo de hablar la cara de Jimin muestra una
curiosa expresión atenta que demuestra que no ha oído nada en absoluto y Yoongi me devuelve una sonrisa
pícara pero en un intento de ser responsable me señala con un dedo acusador.
—¿No pensarías empezar sin mí? –Me
pregunta y yo niego con el rostro mientras le veo levantarse y caminar hacia la
nevera donde están ambas dos botellas de alcohol. Al sacarlas Jimin sonríe
infantil, dándose cuenta de nuestras intenciones y se apunta contribuyendo
mientras saca unas cuantas copas.
—¿Cómo vais a beberlo? –Pregunta Jimin
mientras se hace con dos vasos largos que deja sobre la mesa mientras intenta
despejar esta de algunos restos de platos o algo de comida por ahí. Tampoco
importa demasiado, apenas nos molestará mientras tengamos espacio para nuestras
copas.
—Así. –Le contesta Yoongi a Jimin mientras
abre la botella de ron blanco y pega un trago largo desde el propio cuello de
la botella. Yo sonrío y Jimin ríe mientras niega con el rostro.
—No seas vulgar. Déjame, te prepararé una
copa. –Le dice Jimin extendiéndole la mano para que le dé la botella y este lo
hace mientras se limpia el rostro con el dorso de la mano. Yoongi se sienta a
mi derecha atento a lo que Jimin pueda hacer con su bebida y poco a poco ve
como se desenvuelve por la cocina. Dentro del vaso echa un par de cubitos de
hielo, los cuales tan solo son un elemento decorativo porque la bebida ya está
fría. Dentro del vaso sirve el ron que cae a través de los hielos ondulando la
visión de estos a través del cristal y
después coge una rodaja de lima de la nevera, pasa esta a través del borde del
vaso en donde se colocarán los labios de Yoongi y la suelta en el interior.
Después, sirve un poco de spirit de una lata en la nevera y exprime un poco de
lima en el interior. Cuando se la sirve a Yoongi este se le queda mirando con
una mueca de soberbia.
—Eres remilgado hasta para beber. –Le dice
y yo sonrío mientras le señalo el ron.
—Yo quiero otra, pero con zumo de manzana.
–Digo señalando uno de los zumos de manzana de la nevera. Jimin asiente y
Yoongi me mira mientras me juzga en su interior. Yo me encojo de hombros y
sonríe divertido por mi elección. Repite el mismo proceso, vierte hielos en un
vaso alto, sirve el alcohol, después un poco de spirit y lo remata con zumo de manzana verde que colorea el líquido en el
interior y coloca en el borde una rodaja de manzana. Al verme el vaso y yo
probarlo sonrío animado por la acidez calándome hasta los huesos.
—¡Déjame probar! –Dice Yoongi llevándose
mi vaso de las manos y lo prueba mientras que con una mueca se queda
paladeándose el interior de la boca. Después me devuelve el vaso y yo le miro
con una mueca a la espera de que me responda algo pero acaba frunciendo el ceño
y no sé si eso es una buena señal. Jimin nos mira a ambos, respectivamente y
Yoongi acaba suspirando—. Has convertido el ron en una degradación del mismo
adaptado al paladar de un niño. –Sus palabras me hacen fruncir el ceño y Jimin
ríe divertido.
—Vaya crítico gastronómico. –Dice Jimin
mientras él va a por otra lata de spirit y se sirve la ginebra Puerto de Indias
que tiene un color rosado en un vaso parecido al nuestro. El color rosado se
diluye un poco con el color transparente del spitir y después vierte una rodaja
de lima en el interior. Ambos colores, el rosa pálido y el verde intenso nunca
me habían parecido tan agradables en el interior de un vaso. Yo vuelvo a beber
de mi copa y siento como en el segundo trago la graduación del alcohol calienta
ligeramente mis mejillas y me hace sentir agradable y relajado. Me siento mejor
en la silla de forma que apoye mi espalda en el respaldo y me llevo el
cigarrillo a los labios con una mueca de satisfacción. Aún siento el enfado
recorriendo mis venas pero espero que dentro de poco el nivel de alcohol en mi
sangre lo apacigüe.
Cuando la convencionalidad del momento ha
pasado y cada uno disfrutamos en silencio de nuestras copas, se oye la puerta
del baño y alguien sale de ella. Veo a Taehyung conducirse con ropa sucia sobre
las manos y una toalla alrededor de su cintura. Camina a lo largo del pasillo hasta
entrar al salón y pasa por nuestro lado para echar la ropa a la lavadora.
Cuando cae en la cuenta de que estamos bebiendo se nos queda mirando con una
sonrisa infantil y yo le señalo las botellas sobre la mesa.
—¿Quieres una copa? –Le pregunto y él asiente,
sin pensárselo demasiado—. Aquí el experto coctelero te preparará lo que pidas.
–Le señalo a Jimin y este le mira atentamente a la espera de la comanda.
Taehyung esta vez se piensa mejor su respuesta y mira ambas dos botellas con
una mueca confusa. Cae en la más llena de las dos, la ginebra de color rosado y
la señala con una mueca un tanto desinteresada.
—Ginebra con limonada. –Dice sin más y
desaparece de la cocina hacia el pasillo y se encierra en el cuarto seguramente
para ponerse algo de ropa. Le doy otra calada al cigarrillo y Yoongi se me
queda mirando con ojos golosos.
—¿Qué quieres? –Le pregunto y veo de reojo
a Jimin levantarse para buscar una lata de limonada en la nevera. Yoongi lleva
sus pálidos dedos al cigarrillo en mis manos y se lo lleva posteriormente a los
suyos, dando una larga calada y se lo queda mirando, con una mueca curiosa. Me
gustaría reñirle por haberme quitado el cigarrillo tendiéndole un paquete en el
bolsillo de la camisa negra sobre su cuerpo. Es la camisa de Jimin ahora que
caigo, aun no se ha deshecho de esa ropa.
—¿Nunca te han dicho que los cigarrillos
saben mejor cuando ya han sido probados por otra persona? –Pregunta y yo alzo
una ceja. Jimin se detiene mientras sirve los hielos en otra copa y se nos
queda mirando, con la misma expresión que debo tener yo en el rostro.
—Nunca lo había odio. –Digo serio y Yoongi
sonríe.
—Claro, porque me lo acabo de inventar.
–Yo siento una punzada en el vientre y le quito el cigarrillo de sus dedos para
ver como Jimin se sobresalta.
—No bebas más. –Le dice este a Yoongi y
Yoongi ríe, divertido.
—Me voy a reír mucho con vosotros. –Dice
riéndose y yo miro a Jimin que me devuelve una mirada entre sorprendida y
asustada. Yo ruedo los ojos y me llevo el cigarrillo a los labios sintiendo el
sabor de la lima recorriendo la superficie del filtro de este. Sabe muy bien y
me maldigo internamente.
A los segundos sale Taehyung del
dormitorio con una camiseta de manga corta de color gris cortada en la línea de
la clavícula y en la línea cercana a la manga. Unos pantalones negros holgados
y unas sandalias negras que no parecen muy cómodas pero que él porta con
elegancia. Se sienta mientras nos saluda con una media sonrisa y Jimin le
extiende la copa, sentándose de nuevo en su lugar. Taehyung se ha sentado justo
delante de mí, y me mira con una mueca medio sonriente que me pone de los
nervios. Lleva su mano a la copa de color rosáceo anaranjado y se bebe un trago
largo, seguro que sin saborearla. No parece importado en disfrutar de la
bebida, tal vez solo quiera contribuir a esta sociedad de mierda, tal vez solo desee
perder la consciencia. No me importa, yo no quiero saber nada.
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