DESDE EL ORFANATO [PARTE II] (Jimin x V) - Capítulo 27
Capítulo 27
Jimin POV:
—¡Basta
hyung! Acabarás matándome. –Exclama Kookie alzando los brazos.
—¿No me
pediste cosas jugosas?
—Acabarás
haciendo que me corra en los pantalones.
—Hum… —Le miro sádico—.
¿Y si te cuento cómo…? –Me interrumpe tapándose los oídos y hablado a
voces.
—¡NO quiero
saber más!
—Está bien…
—¿Cómo te
levantaste a la mañana siguiente? ¿Te dolía?
—Sí, como el
infierno pero supongo que a ti te pasa igual.
—Sí. Sois muy
brutos. –Hace un puchero adorable y golpeo su
pierna.
—Exagerado.
—¿Papá y mamá
se enteraron? –Niego con la cabeza.
—No, que yo
sepa. A la mañana siguiente bajamos a desayunar y fue como cada día. Nada
extraño. Lo raro vino a los días de aquello.
—Cuéntame
hyung, pero no más sexo. –Asiento
sonriendo.
…
Fue unos días después de aquello.
Estábamos comiendo todos juntos cuando nuestra madre, sonriente comenzó a
hablar animadamente con Taehyung.
—¿Qué tal en clase, hijo? ¿Algo nuevo?
—No, lo de siempre. —Está sentado a mi
lado y le veo introducirse el tenedor repleto de espaguetis.
—No seas mentiroso. ¿Hay alguien especial
en tu vida?—Nuestro padre quita la mirada de su periódico y yo de mi comida.
Nuestra madre sonríe y Taehyung se tensa mirándome.
—No mamá.
—Que tímido es nuestro hijo, ¿verdad? –Le
pregunta a papá—. ¿Y quién te ha regalado el peluche ese de tu cuarto?
¿Desde cuándo nuestra madre entra en
nuestros dormitorios? Todo mi cuerpo se paraliza y el de Taehyung igual. Yo me
quedo en silencio esperando porque responda pero nuestra madre se adelanta a
él.
—Míralo, se ha puesto rojo.
—Mamá, no es lo que piensas, esto…
—¿Qué peluche? –Pregunta nuestro padre
interrumpiendo a Taehyung.
—Un oso blanco con una nota musical roja
en sus manitas. –Sonríe—, es precioso. ¡Taehyung! Bájalo para que tu padre lo
vea.
—Pero mamá.
—Seguro que ha sido una chica de su clase.
Una niña hermosa con ojos glandes y negros como el oso verdad. ¡Nuestro hijo es
tan afortunado!
—Pero yo no…
—¡Fui yo! –Todos en la mesa se paralizan y
pasados unos segundos en los que no aparto la vista del plato ante mí es
nuestro padre el primero en reaccionar. Baja el periódico y lo dobla para
dejarlo a su lado. Trago saliva no conociendo muy bien las consecuencias de mis
actos.
—¿Cómo has dicho? –Pregunta mamá. Repito
para deleitar a sus oídos con mis palabras.
—Yo. Fui yo quien lo compró para él.
—¿Por su cumple?
—No. Nos enfadamos y fue mi manera de
pedirle perdón.
—¿Cuándo pasó eso? –Pregunta mi padre.
—No sé, hace mucho ya. –Contesta Taehyung.
—No es el regalo más adecuado para un
hermano… ¿No crees? –Dice la bruja de mi madre juzgando mi acto.
—No importa.
—¿En esto te gastas el dinero que te doy?
¿En peluches para tu hermano?
—Si le dieses dinero se compraría lo que
quisiera.
—¿Fue idea tuya, –Le grita a Tae—, que te
comprara eso?
—¡NO! –Grito yo por encima de mi padre—.
Lo compré sin que lo supiera. –Aprieto mis dientes—. Y no grites a Taehyung, él
no tiene la culpa de nada.
—No me hables así, Jimin. –Me amenaza.
—Jimin… —Susurra Taehyung a mi lado
sujetando mi brazo porque comienzo a levantarme de la silla inconscientemente.
—Haz caso, Jimin. –Dice ahora mi madre.
—Si quieres evitar este tipo de
discusiones, no compres tonterías a tu hermano.
—¡Are lo que me dé la gana! –Tiro la
servilleta en mi regazo sobre la mesa y me voy furioso a mi cuarto murmurando
improperios—. No entiendo tanta tontería por un estúpido peluche…
Cierro con un portazo y golpeo la puerta
con las manos desahogando la ira que me corroe por dentro. He dejado a mi
hermano ahí abajo, ¿y qué? Solo sé que si continuo con la conversación acabaré
perdiendo los estribos. Me siento en la cama y antes de poder controlarme
llaman a la puerta y es mi padre quien entra sin permiso.
—¿Qué haces aquí?
—Vamos a hablar. –Su tono es autoritario y
se aproxima a mí con una velocidad impropia de la tranquilidad que intenta
aparentar por lo que me levanto y le freno antes de que me alcance.
—Si vas a golpearme ya te aviso que no soy
Taehyung, y no voy a dejarme así de fácil.
—¿Pegarte?
—¿Crees que no sé lo que le haces? La
próxima vez que le vea con el labio roto por tu culpa, la próxima vez que me
diga que le has puesto un dedo encima vas a pagármelas. Y no le hagas callar
con amenazas porque no me hace falta que me diga nada para saber qué le pasa
por la mente.
—¿Te crees con autoridad para plantarme
cara, muchacho?
—Sí. Protegeré a mi hermano ante mis
compañeros de escuela y ante ti, si es necesario.
—¿Y quién te protege a ti? –No contesto,
no lo necesito porque Taehyung entra por la puerta rompiendo la tensión. Mi
padre me mira sonriendo, sabiendo que el culpable de la discusión acaba de
interrumpir una posible agresión y prefiere retirarse con el orgullo intacto.
Cuando mi padre se va me siento en la
cama, más bien me caigo en ella porque las piernas ya no pueden sostenerme por
mucho tiempo y dejo que Tae se acerque a mí. Ha comprobado que no ha llegado a
golpearme y acaricia mi cabeza.
—¿Jimin? –No contesto, no puedo porque el
nudo en mi garganta me lo impide pero sí que puedo abrazar sus piernas frente a
mí y descansar mi rostro en su abdomen. Lloro allí donde solo él puede sentirlo
y comprende mi sentimiento por lo que no interrumpe mi llanto.
Esto duele. Duele demasiado.
Comentarios
Publicar un comentario