DESDE EL ORFANATO [PARTE I] (Jimin x JungKook x V) - Capítulo 3

 Capítulo 3

 

JungKook POV:

 

Era sábado por la tarde. Nuestros padres habían salido a comprar y yo me desperté aturdido. Según estaba buscando a mis hyungs comencé a oír ruidos extraños provenientes de uno de los cuartos de baño que había en esta planta. A medida que me acercaba los sonidos parecían quejidos, y los quejidos gritos. La puerta estaba abierta así que solo tuve que empujarla y descubrir a mis hyungs. Tae hyung sentado en el lavabo completamente desnudo y Jimin hyung con tan solo los pantalones. Ambos rojos y cansados pararon lo que estaban haciendo y se vistieron de nuevo al verme allí.

—Hyungs… ¿estáis bien? –pregunté influenciado por su nerviosismo.

—S… si Kookie… ¿no estabas dormido? –Jimin hyung me sacó del cuarto de baño dejando a Tae que se vistiera, mientras este se subía la cremallera de los pantalones.

—Me desperté. Oí ruidos raros y yo…

—No importa –me cortó—, no estábamos haciendo nada. Solo… — Tae salió del baño tan solo con la ropa interior puesta—. ¿Estás bien? –Jimin dijo ahora dirigiéndose ahora a Taehyung colocando una de sus manos en el hombro de su hermano.

—Te dije que cerráramos la puerta. Que se podía levantar.

—Justo porque se podía levantar quería estar pendiente de él. Somos  sus hermanos y nos han dejado a su cargo ¿recuerdas?

—Tan solo eran dos minutos joder. –Me tapé la boca involuntariamente ante aquella palabra tan fuerte a mis oídos. Ambos miraron mi gesto infantil pero no le dieron importancia y siguieron con la discusión.

—Estoy cansado Taehyung. –Ahora su voz sonaba derrotada, no furiosa.

—¿De qué? ¿De esconderte?

—Sí.

—¡¿Y te crees que a mí me gusta?! –Jimin hyung no dijo nada. Ya no tenía más palabras que echar en cara—. Eres libre –Tae hizo una pausa esperando a que su hermano reaccionara—, ¡Vamos! ¿No eres capaz? Imbécil. Eres al que menos le conviene.

Tras aquello Tae se fue a su cuarto y se cerró dentro. Yo me quedé donde estaba y Jimin también. Ambos escuchamos cono TaeHyung se vestía en cuestión de segundos y salió caminando delante de nosotros hacia la escalera.

—¿A dónde vas? –lo detuvo Jimin.

—A caminar.

Y sin más Jimin lo soltó dejando que se fuera escaleras abajo. Una vez que escuchó el sonido de la puerta al cerrarse Jimin corrió a su cuarto y pagó su frustración con los cojines. Yo entré lentamente en su cuarto en el momento exacto en el que una vez que las almohadas no le sirvieron de escape, se desahogaba tirando se su propio pelo en medio del llanto.

Se sentó en la cama y yo corrí hacia el sentándome frente a él entre sus piernas. Detuve sus manos que agarraban sus cabellos.

—No hagas eso hyung. Duele. –El no me contestaba y yo estaba un poco nervioso. Por lo de antes, por esto. Yo no sabía tan bien como Tae para calmarlo.

Acerqué nuestros rostros y sujeté ambas mejillas con mis pequeñas manos acercando sus labios a los míos. Labios que estaban mojados de agua salada. Sus amargas lágrimas. No sé si lo hice bien pero detuve su ira.

—¿Qué ha…haces? –preguntó confuso y desorientado.

—Cuando hyung te besa eres feliz. No estés triste…

Él rió de mi inocencia y me abrazó respirando en mi cuello. Una respiración que con el tiempo se volvió irregular porque lloraba de nuevo.

—Hyung, lo siento, ha sido culpa mía. Prometo que no volveré a molestaros cuando estéis en el baño.

—No Kookie, no ha sido tu culpa. –separó nuestros cuerpos para mirarme a la cara.

—¿Entonces?

—Es complicado Jungkook. Cosas de niños mayores.

—Jimin… ¿Tú quieres a Tae hyung?

—Por supuesto, ¿Qué clase de pregunta es esa?

—¿Y a mí me quieres? –Dije ahora sonriendo y ambos reímos de mis tonterías.

—MUCHÍSIMO. ¿Y tú a mí?

—Más todavía.

—¿Cuánto?

Extendí mis brazos a lo ancho de mi cuerpo hasta que no pude más para demostrarle cuando le quería. O lo mucho que estaba dispuesto a desencajar mis hombros por él.

—No, no, eso no es suficiente… —y antes de que me diese cuenta romí en un ataque de risa porque me estaba matando a cosquillas.

 

 

Con el paso de los días las cosas se calmaron considerablemente. Ellos volvían a ser los de antes, culpándose de los errores del otro y siempre revoltosos e incontrolables. Pude ver claramente que esta no era la primera pelea que tenían, y estaba seguro de que no sería la última.   

 

 

 

 

 

Capítulo 2                         Capítulo 4  

 Índice de capítulos

Comentarios

Entradas populares