PALABRAS CIEGAS (YoonMin) - Capítulo 9

 CAPÍTULO 9


De: Park Jimin (Desde Seoul)

A: Min Yoongi (A Busán)

17 – Marzo – 1985

 

¿30? Vaya, no puedo creerlo, sinceramente, pensé que hablaba con alguien más mayor. Lo siento, sé que no son formas de empezar una carta pero me ha sorprendido y no he podido pensar en nada después de leerlo. ¿No nos llevamos más que dos años? Y yo creyendo que hablaba con un anciano. Discúlpeme, señor Min. A veces no sé ni en lo que pienso. ¿Cómo es que soy tan idiota?

¡No menosprecie su trabajo! No soy muy fan de las secciones de humor en los periódicos pero no es por las caricaturas, sino por no soy de los que se emocionan con esas cosas y menos últimamente, ya me entiende. De todas maneras su trabajo parece muy interesante y me gustaría que usted me hiciera alguna caricatura si nos vemos en alguna ocasión. (Olvide esto último).

Me alegra que me considere un amigo, alguien cercano, porque usted es ahora la única persona en la que parece que puedo confiar. Todo el mundo a mi alrededor parece estar en mi contra, en mi trabajo no se me valora como debería, no es por ser egocéntrico, narcisista ni ególatra, pero sé que hago bien mi trabajo y todo el esfuerzo invertido en la escuela no está dando sus frutos y eso me está poniendo mal. Y cada día, la sensación empeora. Todo el mundo, mi mujer y mis compañeros, están empeñados en hacerse los sordos y los ciegos frente a mis palabras y tan solo tienen la intención de deshacerse de mí como si yo fuera un niño que no sabe más que entretenerse con un mismo juguete.

No sé si puede entenderme, señor Min, pero le aseguro que verse como un niño frente adultos con los que una vez compartiste una vida madura y feliz, es tremendamente extraño. Más que doloroso, perturbador es la palabra adecuada. Es demasiado complicado. Te miran con condescendencia, como si ellos viesen la verdadera realidad de una situación y tú solo vieses no más lejos que tu nariz. Creen que hablo por mí cuando expreso mis ideas pero mis intenciones son buenas cuando intento implicarme tanto en mi trabajo. Quiero ser el hombre que un día pensé de mí. Quiero que se me respete, solo eso. ¿Es tanto pedir? Creo que no.

Lo siento. Ya no solo es eso. Mi trabajo sin beneficios, mi esposa en el hospital. Toda la situación se ha unido contra mí.

A veces incluso pienso que ellos tienen razón y no puedo seguir con esto por mucho más tiempo. A veces, solo a veces, creo que puedo buscar una alternativa, pero eso sería perderme a mí y a lo que soy. Sería asumir que estoy equivocado, y no lo siento así.

No me haga caso. Estoy bastante estresado últimamente y necesito desconectar unos días. Salir de mi casa a pasear por la manzana ha dejado de funcionar y al contrario de confortarme, no dejo de estar solo y eso es casi peor porque me veo rodeado de gente y sigo siendo invisible. No tengo amigos, es usted lo más parecido a uno que he encontrado y a pesar de haber cruzado con usted un par de palabras, incluso me siento apreciado. Muchas gracias por responderme. Gracias, y disculpe si sacar el tema de mi familia le ha incomodado. El final de su carta se sentía triste y no he podido evitar sentirme culpable. Perdóneme.

Pd: Aquí le dejo el número de teléfono de mi hogar. Normalmente estoy en casa a excepción de algunas tardes a las ocho o nueve que salgo a pasear o en los días que estoy visitando a mi mujer en el hospital. Llámeme algún día si le apetece. (###–##–##–##)

Park Jimin.

 

 

 

 

 

 


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