PALABRAS CIEGAS (YoonMin) - Capítulo 6

 CAPÍTULO 6


Jimin POV:

 

El vapor de los fideos caldea mis mejillas mientras intento acercarme a ellos con los palillos sujetándolos. Su olor es exquisito y sin embargo me cohíbo a devorarlos como un animal porque mis papilas gustativas son demasiado sensibles a su calor. Mi boca se hace agua y no me resisto demasiado tiempo más a pesar de enrojecer mis labios e hincharlos por la temperatura. A falta de una televisión, en el ambiente suena la canción I’d rather go blind de Etta James desde el tocadiscos sobre el mueble de madera. La voz femenina y en un intento de delicadeza, recorre toda la sala mientras crea un ambiente mucho más calmado del que están mis nervios. El tocadiscos y una serie de vinilos fueron un regalo de la hermana mayor de mi esposa a sabiendas de que no soy muy partidario de la música. Sin embargo, hoy quería que una voz femenina me hiciera compañía y no encontré mejor salida.

Frente a mí en la mesa, mientras sujeto el pequeño cuenco con fideos, todos los papeles del caso están esparcidos por toda la mesa a sabiendas de que me dije que no volvería a verlos. No tengo remedio.

La primera mujer, la señorita Min, asesinada y violada a sus 25 años de edad en el mes de mayo del 82. Nativa de Daegu y encontrada en su propia casa. La puerta no había sido forzada pero tras interrogar a sus conocidos y familiares, no encontraron sospechosos. El violador, tuvo el placer de ponerse un condón para no dejar semen y en el cuerpo, no encontraron nada fuera de lo común. Había sido forzada, de eso no cabía duda porque se había desgarrado la vagina en el acto ya que no había sido consentido. Los vecinos no escucharon gritos porque había sido amordazada con algo, lo que parece un cinturón, y su cabeza, apoyada en la almohada de su cama, había silenciado los gritos. Ahí murió de un disparo en la nuca. Certero, y con balas de un revolver. Su familia, hermano y padres, la enterraron al día siguiente de encontrarla. Ella vivía en la casa de sus padres.

La señorita Han, segunda víctima. Asesinada y violada a sus 33 años de edad el 5 de octubre del 82 en Busán. Tras ser forzada en la calle y violada, es estrangulada hasta la muerte. El violador ha usado condón de nuevo, para no dejar semen y tampoco se han encontrado fibras ni cabellos que puedan facilitar la investigación. De nuevo algo usó para amordazar a la chica y tras interrogar a familiares y amigos, no se han encontrado sospechosos.

La señorita Won, hija de buena familia y estudiante en Daegu. Hallada muerta el 20 de abril del 83, a sus 22 años. Encontrada lejos de su hogar una noche en la que había salido con unas amigas. Su cuerpo había sido violado, de nuevo sin rastros de semen, y degollada hasta la pérdida de sangre que le provocó la muerte. Su cuerpo se había encontrado en una calle poco transitada a las afueras de la ciudad, a veinte kilómetros de donde la vieron por última vez sus amigas. Tras interrogar a sus amigas, solo se obtuvieron algunas declaraciones válidas:

–Nos dijo que se iba a casa andando, que sus padres estaban de viaje y no podían recogerla. Yo le dije que esperase un poco más, y mi padre la acompañaría pero ella se sentía cansada y decidió irse sola. Estaba algo borracha, tal vez se subiese al vehículo de alguien.

La señorita Kang, violada y asesinada con ensañamiento, el 15 de septiembre del 84, en las afueras de Seúl. Al principio no se la asoció con los crímenes anteriores pero dado que el violador había usado nuevamente condón y el filo del cuchillo era similar al de la víctima anterior, hubo que al menos, investigarlos juntos. Dada la distancia entre víctimas, se entiende que debió ser otra persona pero hay casualidades que no se pudieron pasar desapercibidas.

Pocas semanas después, el 17 de diciembre de ese mismo año la señorita Fu de nacionalidad china fue asesinada nada más llegar al país cerca de su nuevo domicilio en Incheon. La violencia con esta mujer fue mucho peor que con el resto pues tras violarla, con condón, el hombre la torturó y la desmembró hasta que el dolor la debió dejar inconsciente, quiero pensar. Mejor que decir que murió desangrada. Ambos ojos fuera de sus cuencas. Varios dedos y un pie amputados. Todos, tan solo con fines lúdicos pues la excitación sexual ya la había disfrutado antes. Tubo que tener tiempo para hacerlo y desde luego, en sus comisuras se mostraban marcas de una mordaza. Cuando la policía descubrió el cadáver, fue dos semanas después cuando su familia en china denunció la incomunicación con su hija. La encontraron atada y mutilada en una silla en su casa. La puerta no había sido forzada, pero sí había signos de agresión en ella y sangre en el portal antes de llegar al hogar.

El asesino, de ser uno, se había tomado demasiadas molestias para obtener placer de esta manera en sus juegos sórdidos dado que o bien se desplazaba solo para despistar o tenía un trabajo que le permitía los desplazamientos. Al principio me decliné por la segunda opción, ya que sería más lógico pero luego observé una pauta en sus asesinatos. Los primeros se hicieron en ciudades al suroeste de la península y poco a poco se desplazaron lejos. El foco debía estar en Busán o Daegu por lo que eso me hizo pensar que las víctimas de esas dos ciudades tal vez conocían al asesino. La primera, de Daegu, la más probable y tal vez la detonante de todo el resto de víctimas. Hice que interrogaran de nuevo a familiares y amigos pero tras obtener la misma respuesta que en el primer intento. Abandonaron la investigación.

Yo he seguido pensando por mi cuenta, descubriendo que no ha pasado el suficiente tiempo como para que se cometa otro crimen pero que puede ser algo inminente. O incluso puede que lo haya hecho ya pero fuera del país, alargando más su radio de acción. A medida que el asesino se confía en lo que hace, va aumentando el grado de sus torturas y las violaciones cada vez son más violentas. Brutales. Las mantiene más tiempo con vida y él se toma más molestias. Incluso llega a agredir a una cerca de casas ajenas que puedan escuchar el alboroto. Solo es cuestión de tiempo que se acomode y cometa un error. Solo que para ello ha de morir una víctima más y rezo para ser yo el demente y que él se haya cansado de tanto juego.

Tendré que trabajar tan solo con esta información porque NamJoon no me proporcionará más y de trabajar por mi cuenta interrogando a más familiares o testigos, puedo acabar en un problema si no tengo la autorización pertinente. Pensar es lo único que me queda.

Mientras tanto, termino los fideos con el final de la canción en el ambiente y el desagradable sonido de la aguja ya fuera de la superficie.

 

 

 

 

 


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