JUNTO A LA SOLEDAD (YoonMin) - Capítulo 14
Capítulo 14
Jimin POV:
Las doce de la noches, veo en la televisión
frente a mí mientras estoy tirado en la cama y salgo corriendo escaleras abajo,
no sin antes recoger del cajón la bolsita con el collar de Suga en su interior.
–¡SUGAAA! –Cuando llego abajo me abalanzo sobre
él y me abraza sin poder remediarlo–. Oficialmente es Navidad. ¡Los regalos!
–Me cuesta creer que tengas veintiséis años, de
veras…
–Cállate. –Extiendo mi regalo a él–. Esto es
para ti.
–¿De veras? –Me mira sonriendo pero su
felicidad se desvanece a medida que lee la marca de la bolsa que le ofrezco–.
¿Esto es de mi empresa? –Asiento. Él coge el regalo y mete la mano dentro
sacando de él un estuche, que al abrirlo, puede ver su nombre escrito en un
collar plateado.
–¿Qué…? ¿Te gusta? –No me mira–. Solo quería
que supieras que me encanta tu nombre y que…
–¿Esto es mi regalo? –Le miro frunciendo el
ceño. Sin comprender sus palabras–. Sabía que no te ibas a gastar mucho dinero
que te creí más original.
–¿No te gusta?
–Claramente no te has esforzado en pensar en
algo, seguro que se te ha ocurrido en el último momento a no ser que ni
siquiera sea idea tuya, sino que te lo hayan sugerido en la tienda.
En mi interior siento un gran remordimiento
porque todas y cada una de sus palabras son ciertas. Me lo devuelve y se da
media vuelta para dirigirse a la cocina y traer una caja cuadrada y marrón que
me entrega serio.
–Esto es para ti. –Me arrodillo en la mesa
donde dejo la caja porque es bastante pesada y la abro mirando dentro. Siento
las lágrimas nacer en mis ojos cuando veo un pequeño koi en una pecera
esférica, llena de agua y con unas piedras de colores en el fondo.
La saco con todo el cuidado que puedo aun sin
pronunciar palabra, fascinado por los colores del pequeño pez y la agilidad con
la que se mueve en su elemento. Muerdo mi labio todo lo fuerte que puedo porque
no quiero llorar.
–Recorrí
siete tiendas de animales para encontrar un koi con esos colores, como
los del de tu tatuaje y el de tu libro. He gastado todo mi dinero. Me calé
hasta los huesos. –Me levanto del suelo para mirarle a los ojos.
–No puedo darte más que toda mi vida. Para ti.
Todo lo que tengo es tuyo. No soy capaz de devolverte esto.
No dice nada y aprovecho este instante para
caminar hasta él y besar sus dulces labios. Le abrazo en el beso y lloro al fin
desahogando el nudo de mi garganta.
–Hay algo que puedes hacer para compensarlo.
–Me retiro de él para mirarle–. Dime de nuevo que me amas. –Sonrío como un
tonto ante sus palabras y no me lo pienso más.
–Te amo, con toda mi alma, Suga. Perdóname por
todo. Eres lo mejor que me ha pasado nunca. Estas son las mejores navidades de
mi vida, solo porque no estoy solo. Por primera vez.
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