AMNESIA [PARTE III] (Jimin x JungKook x YoonGi) - Capítulo 2
Capítulo 2
JungKook
POV:
El sonido
de su despertador me hace dar un vuelco al estómago mientras un cuerpo se
revuelve a mi lado intentando detener el sonido. Yo froto mis ojos aún con la
oscuridad rodeándonos y puedo sentir como YoonGi a mi lado se revuelve uso
segundos y con varios gemidos y quejidos se incorpora y se queda sentado en el
borde de la cama con las manos ocultando su rostro, sintiendo como la realidad
de repente le golpea. Le miro con ojos curiosos mientras paso uno de mis brazos
por su cintura y él da un respingo asustado. Me mira por encima del hombro y me
regala una sonrisa forzada mientras se levanta y me abandona entre las sábanas
mientras sale por la puerta y se encierra en el baño. Miro la hora y maldigo.
–Las siete
y media, joder. –Con un gemido me giro y me acurruco de nuevo entre las sábanas
sintiéndolas en mi pecho desnudo ya que no traje pijama alguno. Mi teléfono
sobre la mesilla tiene un par de mensajes de mis padres seguramente
recriminándome que les dijese que pasaría la noche fuera pero no los he contestado.
Deben darse por satisfechos al haber sido informados debidamente y con
educación. Oigo a lo lejos el pestillo del baño abrirse y los desnudos pasos de
YoonGi aparecer de nuevo en el cuarto para verle rebuscar algo de ropa en el
armario. Me habla sabiendo que estoy despierto.
–Tengo que
irme a trabajar. Puedes quedarte si quieres, tengo otro juego de llaves en el
mueble de la entrada.
–Mmmm.
–Murmuro y me giro cubriendo mi rostro con las sábanas.
–Lo
siento, dormilón, pero tengo que irme. –Aparece por un lado de la cama y besa
mi frente escondida y yo me descubro para verle sonreírme trise y sale al salón
para zalear unos segundos en la cocina y después marcharse.
El sonido
del silencio es perturbador y siento un pequeño cosquilleo dentro de mi cráneo
impidiéndome conciliar el sueño nuevamente. Me incorporo y miro por entre la
oscuridad del cuarto algún motivo para levantarme pero nada me obliga a hacerlo
y sin embargo no puedo seguir recostado como si nada mientras los muros de esta
casa se deshacen en pedazos. Me revuelvo unos segundos y me levanto sintiendo
el frío colarse por cada rincón de mi cuerpo. Me acerco a la ropa y disgustado
la huelo, sintiendo ganas de coger algo del armario pero cohibiéndome. Sin
embargo no me contengo a abrirlo de todas formas y mirar dentro. Sin duda la
realidad es palpable ya que la mitad de las baldas están semi vacías y algunas
perchas desnudas. Me temo que de ponerme algo no me confundiría y sería de
YoonGi pero aun así prefiero no hacerlo.
Antes de
cerrar el armario me fijo en una pequeña caja de hojalata en las baldas
superiores y la alcanzo más curioso y pretencioso. Al abrirla me encuentro con
un pequeño fajo de billetes un poco mal colocado y con recibos y cartas del
banco. Entre ellas hay unas cuantas que parecen sobres de sueldos, de una
cafetería de la zona. Me quedo con la dirección marcada en una de ellas y
devuelvo todo a su sitio sintiendo la curiosidad aumentar. Sentándome al borde
de la cama revuelvo entre los cajones de la mesilla tan solo encontrando un
vibrador, algunos mecheros, algo de dinero suelto y algunos abalorios baratos.
Un par de sortijas de oro me sorprenden en uno de los cajones y es lo único que
reconozco de todo lo que veo. He visto antes estos anillos y a pesar de estar
juntos de nuevo ya no los portan sus respectivos dueños.
Saliendo
al salón miro por todas partes asegurándome de que nadie más hay en casa y
dirigiéndome a la cocina me sirvo una taza de café que hay en la cafetera y me
paseo por el salón hasta sentarme en el sofá, mirando al frente a una
televisión apagada y con curiosidad de la cantidad de pensamientos e ideas que
me recorren la mente. Entre ellos nada hay que se llame conciencia ni
remordimientos por mis actos o palabras. No me siento involucrado con todo lo
sucedido porque algo me dice que si no hubiera sido yo, otro habría caído en
brazos de YoonGi porque tanto él como su esposo son dos adúlteros malcriados.
Sin embargo, algo mucho más peligroso me conmueve y son mis propios
sentimientos en respecto a YoonGi o Jimin. Con la taza de café de la mano entro
al cuarto y rescato mi ropa pero algo llama mi atención sobre una de las
mesillas en lo que no había caído antes. Un marco de fotos caído sobre la
madera, ocultando la foto que representa, una foto de ambos dueños del piso con
sonrisas radiantes e infantiles. La foto parece antigua, casi aun puedo ver la
inocencia de la relación en sus ojos. El remordimiento sigue sin aparecer y sin
embargo sonrío, contagiado por las sonrisas en sus rostros.
Después de
haberme duchado y estar vestido me siento en el sofá y con un papel y un
bolígrafo que he recuperado de por ahí escribo una breve nota que espero que
sea YoonGi quien la encuentre una vez regrese:
He tenido
que irme, YoonGi. Tengo que estudiar y tengo los apuntes en casa. De todas
formas no puedo quedarme, ya que tengo clases a la tarde y no quiero ser una
carga para que tengas que compartir conmigo tu hora de comer. Sabes que puedes
llamarme cuando quieras para lo que necesites, ya sea sexo o simplemente
compañía. El curso está terminando y dentro de poco, si quieres, podemos estar
más tiempo juntos. Puedo venir a vivir aquí una temporada, si quieres. No me
gusta dejarte solo y menos después de lo que ha sucedido. Aun así entiendo que
no quieras tenerme presente a todas horas y siento si esto suena demasiado
absurdo o infantil. Me gustaría hablar más calmados de todo lo sucedido y no
pienses que busco una disculpa ni que voy a ser yo quien te la dé. Solo quiero
hablar y saber qué es lo que ha ocurrido. Hasta otro día. Adiós.
Cuando
termino de escribir la carta doblo el papel y lo dejo sobre la mesa apoyando el
cenicero sobre este para que no se pierda y sea fácil de encontrar cuando
regrese. Me incorporo y recogiendo lo mío me marcho a mi casa, ya que mis
padres tal vez estén preocupados, aunque no deberían.
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