AMNESIA [PARTE III] (Jimin x JungKook x YoonGi) - Capítulo 11

 Capítulo 11

 

JungKook POV:

 

Los días pasan irremediablemente para todos y dos semanas transcurren en una extraña monotonía en donde el silencio es el premio de la ignorancia a las llamadas desesperadas de YoonGi por atención. El móvil me ha sonado una media de dos veces por día y se ha presentado frente a la puerta de mi casa uno de cada tres días. Algunos días estaba cinco minutos aporreando mi puerta mientras gritaba improperios y otros se limitaba a llamar con una expresión derrotada. Su voz era el sonido más doloroso que jamás se me ha presentado y lejos de sentirme cada día más débil ante sus súplicas me he ido afianzando en el silencio. Es una batalla en la que no hacer nada es la clave, pero es más duro de lo que parece, porque cuando ha roto a llorar sentado en el felpudo de mi casa, he estado a punto de sucumbir y abrirle tan solo para que dejase llorar. No era un sentimiento de lástima sino más bien de rabia e impotencia. Quería que se detuviera como el irritante llanto de un bebé a las tres de la mañana. Quería golpearle, callarte con golpes e incluso matarle. Pero también besarle y ante la contradicción de mis propios sentimientos preferí sentarme al lado de la puerta a la espera de que se marchara. Siempre acababa yéndose.

Jimin también había intentado contactar conmigo llamándome un par de veces al teléfono pero tampoco accedí a contestarle porque sus palabras me dolieron mucho más de lo que en un principio me había parecido sentir. Creí que era una tontería momentánea pero que me hubiera llevado a la cama solo como un gesto de despedida me había dejado pensando y tras pensarlo fríamente me había sentido más usado de lo que se suponía que iba a ser. Al principio pensé que se acostaba conmigo casi por pena, pero en realidad no era más que una necesidad que saciar.

Ya se ha hecho de noche y pasan de las diez cuando estoy a punto de prepararme algo de cena cuando mi teléfono móvil suena y mirándolo por encima me percato de que no sea YoonGi o Jimin que intentan nuevamente y desesperados contactar conmigo. Es sin embargo un número desconocido el que aparece en la pantalla y antes de descolgar me lo pienso y creo que caeré en la trampa de que alguno de los dos haya buscado otro teléfono por el que contactar. Es sin embargo la curiosidad y el por si acaso lo que me hace coger el teléfono y apegarlo a mi oreja con el ceño fruncido.

–¿Sí? –Pregunto y una respiración agitada me responde.

–¿Kookie? ¡Kookie! –Habla la voz que reconozco de TaeHyung y eso me hace fruncir aún más el ceño.

–¿Taehyung?

–¡Kook! Ven a la cafetería corriendo.

–¿Qué ha pasado? –Pregunto ante una voz muy alterada y el movimiento detrás de él que se escucha.

–¡Se están golpeando! ¡Ven aquí! ¡Jimin y Yoongi se están pegando! –Rápido la adrenalina alcanza hasta la más pequeña parte de mi cuerpo y cuelgo la llamada después de contestar un “Voy” y salgo a ponerme unos zapatos. Cojo todo lo imprescindible como llaves y teléfono antes de precipitarme escaleras abajo. Apenas me he cambiado llevando como estoy unos vaqueros y una sudadera algo vieja. Cuando estoy en la calle salgo corriendo en dirección a la cafetería esquivando como puedo a todas las personas que se interponen en mi camino y poco a poco la adrenalina comienza a inundarme y mis piernas comienzan a calentarse por el repentino esfuerzo. Sin embargo no me detengo aunque las gotas de sudor comiencen a brotar en mi frente o incluso aunque mi respiración, dañada en mis pulmones por el tabaco, comience a doler.

Cuando llego a la cafetería me abalanzo contra la puerta de cristal con el cartel “Cerrado” en lo alto y cuando estoy en el interior puedo ver a TaeHyung al otro lado de la barra salir a mi encuentro pero el silencio es ensordecedor y mirando a todas partes solo puedo ver a un Jimin y a un YoonGi sentados tranquilamente en una de las mesas que se apoyan contra la cristalera. Puedo incluso pensar que la pelea se ha detenido antes de que llegase aquí pero tras ver sus rostros puedo denotar un sosiego natural. Nada de adrenalina. Nada de ira o miedo. Nada. Una trampa.

Cuando me giro a la puerta para huir TaeHyung está apoyado en ella y me impide el paso pero la voz de Jimin levantándose del asiento en mi dirección me hace detener como el mejor resorte.

–¡No! –Le miro de reojo y como su mano extendida me apunta–. No te vayas, Jeon…

–¿Me habéis engañado? –Le pregunto a TaeHyung bloqueando la puerta frente a mí.

–Lo siento, Jeon. –Me dice con ojos tristes. De veras lo siente–. Ellos me han obligado.

–Debí golpearte cuando tuve oportunidad… –Le susurro pero YoonGi alza la voz, sentado como está en la mesa de cara a mí.

–¡Yo sí que tendría que golpearte, niñato estúpido! –Grita.

–¡Yoongi! –Le recrimina Jimin mirándole con miedo de que sus palabras me hagan marchar.

–Apártate. –Le digo a TaeHyung mientras camino hacia él pero las manos de Jimin me sujetan por el brazo y me hacen caminar hacia la mesa donde ambos se disponían–. ¡Sois unos mentirosos hijos de puta! ¡Me habíais preocupado!

–¡Y tú a nosotros todo este tiempo! –Me grita YoonGi de nuevo pero esta vez Jimin no le detiene–. ¿Sabes lo que he pasado por tu culpa? ¡Eres un egoísta! –Se levanta con intención de golpearme pero Jimin le detiene por el hombro sentándole de nuevo. Vuelve a coger mi brazo y me pide que me siente con él en la mesa pero le dejo que se siente él primero y después me siento a su lado mientras vemos ambos a un YoonGi con la respiración agitada y los ojos inyectados en sangre. Yo me siento en contra de mi voluntad y miro a la salida como TaeHyung poco a poco se aparta de la puerta y regresa tras la barra pero antes me habla.

–¿Quieres beber algo? Pareces agitado…

–¡Métete tu estúpido café por donde te quepa!

–Jeon… –Me recrimina Jimin.

–Tú cállate. –Le digo–. ¿Qué diablos hago aquí? ¿Para qué me habéis traído?

–Para que hablemos, tranquilamente. –Me contesta Jimin con sosiego mientras pone su mano sobre la mía ante la atenta mirada de YoonGi.

–¿Hablar de qué? No tengo nada que decir…

–Creo que tenemos que ser claros con nuestros sentimientos.

–Yo no tengo nada que aclarar. –Muerdo mi labio inferior tras hablar.

–¿Por qué has desaparecido? –Me pregunta YoonGi ahora con voz rota–. ¿Sabes lo preocupado que estaba? ¿Sabes cuantas veces me he presentado en tu casa? ¿Sabes que me has dejado en vela todas las noches?

–Hyung, si tienes una dependencia psicológica con mi presencia no es mi problema.

–¿Me estás vacilando? –Me pregunta y yo le aparto la mirada para poder continuar hablando.

–No hemos firmado ningún contrato donde diga que yo debo estar en tu casa, o donde me obligue a cogerte las llamadas.

–Mírale. –Le dice a Jimin–. ¿Cómo pretendes dialogar con un niño? –Le miro furioso–. ¡Sí! Jeon, eres un niño. Asúmelo.

–¡No me digas así! –Me levanto pero Jimin vuelve a sentarme.

–¿Dónde has estado? ¿Hum? ¿Por qué no me coges las llamadas? ¿Por qué no quieres hablarme más? ¿Así de fácil?

–¿Así de fácil qué?

–¿Así de fácil te olvidas de mí? –Suspira y se pasa los dedos por los ojos, cansado–. No tendríamos que estar hablando de esto delante de Jimin. –Yo miro a Jimin a mi lado pero él no parece sentirse violento y sin embargo algo me dice que YoonGi está aquí por algo más. Jimin le ha hecho estar presente–. ¿Sabes lo violento que me siento hablando de esto con él aquí?

–Yo no me siento así. –Le digo y él me mira sorprendido.

–¡Ah! Claro, como también te lo tiraste a ti te da igual… –Miro a Jimin y él me devuelve la mirada, cómplice.

–Yoongi… –Dice Jimin cogiendo aire–. También estamos aquí para hablar de algo más… la verdad es que yo si he vuelto a ver a Jeon desde aquél día que me golpeó.

–¿Cómo? –Yoongi nos mira alternativamente.

–En verdad hace dos semanas, después de que me llamaras preocupado por él, este se presentó aquí en la cafetería. Estuvimos hablando, y bueno… –Jimin mira a sus manos sobre la mesa.

–Oh, no. –Yoongi abre sus ojos, un poco desorientado–. Ya me conozco ese “bueno” tuyo. ¿Qué diablos hicisteis?

–Nos acostamos. –Digo y un gran peso sale de mí. Algo que oprimía mi pecho desde hacía días parece disolverse en el aire. Yoongi queda paralizado unos segundos mirándonos a uno y a otro mientras que yo miro a TaeHyung que se ha quedado de espectador hierático tras la barra.

–¿Eh? –Pregunta YoonGi de repente y yo bajo la cabeza esperando una reprimenda pero la reprimenda no va a mí, sino a Jimin–. ¿En qué estabas pensando? ¿Hum?

–Estaba pensando en ti. –Hablo de repente por Jimin y este me mira enfadado mientras YoonGi lo hace confuso–. Seguro que lo hacía… –Suspiro y apoyo mi mejilla en la palma de mi mano mientras juego distraído con mis dedos en la madera de la mesa.

–¿Qué está diciendo este ahora? –Pregunta YoonGi al aire. Jimin contesta.

–Nada…

–Pssh… –Digo y como nadie dice nada más se estanca un tenso silencio del que no me quiero hacer culpable ni partícipe. Yoongi continúa recriminándole a Jimin su acto.

–¿Vas a explicarme que pretendes?

–¿Yo? Hicimos el amor, no le violé. Él también puso de su parte y eres tú el que tiene un compromiso con él.

–No me pases el muerto. –Le digo pero YoonGi no me deja decir más.

–¿Un compromiso? –Se hace el loco y habla sarcásticamente–. Si este hijo de puta me cogiera al menos el teléfono podría incluso hacerme ilusiones pero lleva casi un mes sin aparecer por casa. Qué compromiso tan formal y romántico, ¿no te parece? –Me pregunta pero yo le aparto la mirada, desinteresado en sus palabras.

–Eso ya no es cosa mía. –Sigue Jimin–. Yo estoy intentando cumplir mi parte de esto. Ya te he contado lo que hice el otro día, merecías saberlo como Jeon merecía saber lo que ha ocurrido entre nosotros aquel día en nuestra casa.

–¿Qué ocurrió? –Le pregunta–. Porque yo aun sigo esperando una explicación.

–¡Somos un polvo de recuerdo! –Le digo a YoonGi a voces, enfadado con la idea de decirlo en alto. Pero más aún por miedo de volverlo a oír de labios de Jimin–. ¡Que no te enteras, estúpido! –Yoongi procesa todo.

–¿Un polvo de recuerdo?

–Jeon… –Me riñe Jimin pero le miro furioso.

–No tienes los huevos de decirlo así. ¿Hum? Pero es lo que somos. Es lo que has hecho conmigo. Ni el amor ni ostias. Me has follado para acordarte bien la próxima vez que te hagas pajas. Y con él has hecho lo mismo. –Yoongi nos mira a ambos.

–Jeon, por favor…

–Dilo. Que no pasa nada. ¿Qué importa ya? Llámalo como quieras pero no vuelvas a decir que es hacer el amor. Tú mismo me lo dijiste aquél día. Es una cuenta que tenías que saldar.

–¿Y ya está? –Pregunta YoonGi mirando serio a Jimin–. ¿Un polvo y das por finalizado todo?

–Ya se ha terminado, YoonGi… –Yoongi baja la mirada y Jimin continúa esta vez hablándonos a los dos–. Lo he hecho porque necesitaba hacerlo, punto. No quería que nuestro matrimonio terminase con el recuerdo de unos gritos y una copa de whiskey. Y nosotros, Jeon, no quería tener el recuerdo de hacerlo contigo creyéndome que eras cualquier otra persona. ¿Entiendes? –Le retiro la mirada y YoonGi suspira.

–Entonces… ¿Ya está?

–Ya está. –Sentencia Jimin–. A partir de ahora vosotros dos podréis estar juntos, sin mí de por medio… –Yoongi me mira y me sonríe triste pero yo hago de mis manos dos puños.

–No. –Digo y me levanto–. ¿Quién ha dicho nada de nosotros, Yoongi?

–Jeon…

–No, hyung. ¿De veras crees que lo nuestro puede funcionar? Siempre he sido el otro y si no hay un tercero yo no soy nada. Nosotros… –Una lágrima cae de mis ojos sin poder remediarlo.

–¿Ocurre algo, Jeon?

–Yo… nosotros… no podemos, hyung…

–Jeon, –me habla Jimin–, por favor, siéntate no hemos acabado…

–No, Jimin. Yo… por favor. Hacer que no existo, ¿sí? Que nunca ha pasado nada y que no me conoces. Lo siento, lo siento por todo. –Me giro y salgo por la puerta sin que puedan detenerme ya. Jimin me grita que regrese pero yo ya no puedo seguir con esto por mucho más tiempo. Duele demasiado y seguirá doliendo hasta que no se haya acabado todo.

 



Capítulo 10                   Capítulo 12                   

 Índice de capítulos

 

 

Comentarios

Entradas populares