AMNESIA [PARTE I] (Jimin x JungKook x YoonGi) - Capítulo 12 [Final]
Capítulo 12 [Final]
Jimin POV:
El
cenicero delante de mí está rebosante de colillas. Es de noche. Una noche
tremendamente furiosa porque una lluvia de primavera ha estallado y cruza el
cielo con rayos que al contrario que hacerme temblar, me resultan extrañamente
placenteros. Al fin algún sonido rellena el espacio vacío entre el humo de las
caladas en los cigarros y el crujido del hielo en la copa de whiskey. El pasado
me acompaña en el presente y la ansiedad y el odio han vuelto acompañados de
mis drogas favoritas. Son las únicas que me han sido fieles en todo el proceso.
Lentamente me han ido consumiendo y lejos de ser un drogadicto, puedo dejarlas
con tan solo olvidar quien soy. Eso ya no tiene problema, he recordado quién
soy, y quienes son todos los que me rodean. A pesar de ello no estoy seguro de
que quisiera recordar o simplemente saber quien soy o qué ha sucedido aquí. Ya
está hecho.
La lluvia
golpea contra el cristal y oigo de lejos el sonido de los coches conduciendo a
sus propietarios a sus casas porque las jornadas laborales han terminado y la
de mi esposo también, ya que ha tenido una reunión con padres y esas cosas.
Estas que tanto le ocupan. Las que le ocupaban tiempo atrás y sabía que no eran
más que excusas. La cena no está hecha, al contrario de lo que me ha suplicado.
La casa no está limpia, el cuarto no está recogido. No me he declarado en
huelga, simplemente no me siento cómodo haciéndolo sabiendo que he sido
engañado y me utiliza tan solo para no consumirse en la verdadera soledad que
le asola.
El sonido
de la llave entrando en la cerradura me hace dar un pequeño respingo y regreso
con el filtro del cigarro a los labios. Apenas quedan dos o tres en la
cajetilla abierta hacia mí y los miro con odio. Con una cierta inquina porque
saben cómo van a acabar. Yo también, pero no sé qué haré después, cuando no
tenga un filtro en mis labios que filtre mis palabras. Lo primero que YoonGi
hace al entrar es dejar el maletín negro que siempre lleva consigo en el suelo
al lado de la puerta y se ayuda de la libertad de sus brazos para dejar el
abrigo en el perchero. Ahora recogería de nuevo la cartera para regresar al
salón pero no lo hace, asustado por la cantidad de humo en el salón. Viene a mí
y habla animado.
–¿Has
quemado la cena? –Pregunta pero detiene sus pasos al verme con un cigarro de la
mano. No le miro, tampoco lo necesito porque sé que ha expresado su desacuerdo
con una mueca desagradable–. ¿Qué haces fumando? –Me pregunta medio asustado medio
confuso.
–Me he
dicho, ¿por qué no? –Le miro mientras le muestro mi rostro más hierático y
señalo la ventana con la mirada–. No puedo abrir, espero que no te importe. –Le
veo encogerse de hombros y dirigirse a la cocina para rebuscar por entre los platos
algo de cena pero cuando se ve desamparado se asoma por la ventana y sonríe
infantil.
–¿No me
has hecho la cena? Que vago estás hoy, Jiminie… –Si él supiera cómo he gozado
hoy con su amante entendería mi cansancio. Suspirando y con aire pasivo viene hasta
el salón y se queda mirando la copa en la mesa. Se acerca y la huele. Frunce el
ceño y con desinterés la deja de nuevo en su sitio sentándose él en una butaca
cercana. Queda a mi derecha y se cruza de piernas suspirando, cansado–. ¿Qué
quieres cenar? ¿Pedimos pizza? –Pregunta animado pero niego con la cabeza
mientras apago el cigarro ya infumable en el cenicero.
–No tengo
hambre. Pídete algo para ti. –Cojo la copa antes de regresar con la espalda en
el sofá y bebo un largo trago casi hasta terminarla. Me percato de que
necesitaré algo más así que dejo aun un poco para después.
–¿Te
encuentras bien? ¿Ha pasado algo? –Hago un puchero y me encojo de hombros,
desinteresado y aparentando toda la normalidad que puedo.
–¿Por qué
iba a estar mal? –Él me cree y se saca el móvil del bolsillo para buscar algo
de comida en internet pero no puedo aguantar el silencio por mucho más tiempo–.
Ha venido alguien a verme hoy.
–¿Sí?
–Pregunta confuso–. ¿Quién? –A medida que alargo el silencio alcanzando otro
cigarrillo él piensa en quién puede haber sido quien me haya hecho dar este
brusco cambio.
–Un
chiquillo que decía llamarse Jeon. –Rápido deja el móvil a un lado y muestra su
furioso desacuerdo con la situación.
–¿Qué te
ha dicho ese bastardo? –Su voz tiembla–. No creas nada de lo que te diga, es un
chiquillo entrometido y mentiroso.
–Te los
buscas sumisos, YoonGi. Tranquilo, no ha dicho una sola palabra que pueda
denigrar tu integridad. –Le sonrío de lado y me enciendo el cigarrillo mientras
le dejo cavilando en mis muy directas palabras.
–¿Qué
quieres decir?
–Sumiso…
–Repito–. Y tanto… No pensé que fuera tan versátil. ¿Por qué no lo compartiste
en su momento? –Niego con el rostro divertido. Él no entiende nada.
–¿Qué te
ha dicho? ¿Qué te ha hecho ese hijo de puta?
–Vamos,
YoonGi. No seas cínico. –Subrayo la última palabra mirándole con el ceño
fruncido, apretando con fuerza los dientes.
–No te
estoy entendiendo… –Se lleva los dedos a los ojos y se restriega con ellos para
intentar entenderme–. ¿Estás borracho? ¿Has bebido demasiado?
–¡Ya
tardaba en salir! –Grito lanzando la copa al aire, completamente emocionado–.
¡Pensé que no lo dirías! ¡Cuánto has tardado!
–Jimin, mi
amor…
–¡Mi amor!
–Grito mientras dejo con un golpe la copa en la mesa y él da un respingo retrocediendo
en la butaca–. ¡No vuelvas a llamarme eso o te prometo que te saco los ojos!
–Le señalo con el dedo y él asiente, atónito.
–V–voy a
llamar… un momento… –Hace el amago de levantarse pero yo le aprieto el hombro
para que no pueda hacerlo.
–No, no.
No vas a llamar a Jeon para desahogarte con él. –Me mira nervioso–. Todo este
tiempo… Seguro que te aferrabas con fuerza a la posibilidad de que no
recuperase la memoria para tenerme enjaulado en esta cárcel de hormigón. ¿Hum?
–Quiere hablar pero no le dejo–. ¿Cuánto tiempo ibas a tenerme aislado de la
realidad? ¿Y si recuperaba la memoria? ¿Ahora qué? ¿Hum?
–¿Ya te
acuerdas de mí? –Pregunta con una sonrisa fingida–. ¡Cuánto me alegro, mi vida!
–Quiere levantarse para abrazarme pero como no me muestro receptivo, no lo
hace. Se mantiene estático en el sofá analizando la situación. Le recuerdo a
él, y todo lo que me hizo.
–He de
reconocer que prefería seguir en la inconsciencia. Ser para siempre tu juguete.
–Le miro triste y doy una intensa calada al cigarro. Él acaba de entrar en la
situación y se acomoda mejor en la butaca mirando a un punto fijo sin prestarme
demasiada atención–. Ahora que lo recuerdo todo quiero gritarte, golpearte,
dejarte e irme lejos. Irme a Busán. Tal vez a vivir con Taehyung. Si se lo
pidiera, me dejaría. –Él no contesta–. Me siento engañado, traicionado, tomado
por un borracho, alcohólico y mentiroso. Pero, ¿sabes qué? Yo no soy mucho
mejor que tú. Ante la desdicha de haber olvidado nuestro amor, he sucumbido al
adulterio.
Yoongi me
mira frunciendo el ceño, de nuevo en la conversación. No sabe hasta qué punto
la vida es graciosa y sorprendente. Muerde unos segundos sus labios para
mirarme con intensidad y preguntar con sus dos cojones:
–¿Qué?
¿Cuándo? ¿Con quién?
–Exactamente
igual que tú, –sonrío–, con la misma persona y mientras estabas trabajado,
igual que tú hacías conmigo. Una copa, una buena conversación y un revolcón
para buscar en el calor de la cama alguna excusa para mantener nuestra
relación.
–¿Con….?
–Sí. El
pequeño hijo de puta es más listo que tú y yo juntos, por lo que parece.
–Resopla y se deja caer en el sofá.
–¿Cuánto
hace que sabes…?
–Desde
esta tarde. –Le miro–. Mientras tocaba la canción que escribí.
–¿Cuándo
te has acostado con él? –Pregunta.
–Llevo
acostándome con él este último mes y he de reconocer que es mejor que tú en la
cama. –Pasa su mano por sus ojos, avergonzado por la conversación. La cantidad
de alcohol en mi sangre me impide tener vergüenza.
–¿En qué
situación nos deja esto? –Pregunta aún sin descubrir su rostro.
–Es muy
simple. Tú ya no me amas, y yo te tengo un asco peor del que te he tenido estos
últimos días.
–¿Quién
dice que no te amo? –Pregunta y yo le miro altivo.
–Tú mismo
lo reconociste cuando me golpeaste y me dejaste inconsciente y amnésico. –Le
digo brusco y se descubre para apartarme la mirada.
–No quería
que le golpearas. –Dice.
–Pero me
golpeaste a mí en vez de ponerte en medio y asumir los golpes que te
pertenecían a ti.
–Tú nunca
has tenido el valor para ponerme una mano encima. –Me espeta.
–Pruébame
ahora. –Le amenazo y él niega con el rostro mientras se muere por dar por
finalizada la conversación–. Deja de ser infantil y reconócelo. No me amas y
prefieres follarte a niños que se manejan mejor que yo.
–No es
eso. –Suspira–. ¿Tú ya no me amas?
–No solo
eso. Sino que me repugnas, Min Yoongi. Pensé verdaderamente que te importaba y
has dejado que me consuma en el alcohol mientras me negabas la realidad que
bien conocía. ¿Qué pretendías? Alargarlo hasta siempre. ¿Hasta cuanto me
querías negar las evidencias? ¡Tuve que pillaros y aun así jamás me lo has
reconocido! ¡Dilo!
–¿Qué
quieres que te diga?
–¡Asume
que me has sido infiel!
–¡Tú
también lo has sido…!
–¡Ni si te
ocurra jugar esa baza porque sabes que no tiene valor!
–¡Te
engañé! ¡Lo sé! ¡Lo siento! –Algo se calma en mi interior y me dejo caer en el
sofá satisfecho–. ¿Podrás perdonarme? –Pregunta en un susurro y yo me rió
desquiciado con la infantilidad de su tono. Mi risa le hace sentirse mucho más
nervioso pero a mí me calma.
–No. –Me
sigo riendo–. Claro que no te perdono–. Río mucho más fuerte agarrándome el
vientre–. No te perdonaría una noche de infidelidad, ni una aventura de un fin
de semana. Menos un mes. ¿Qué te hace pensar que un año de mentiras, engaños y
sexo en mi propia cama te lo voy a perdonar? –Me río mientras me levanto y
recojo el paquete de tabaco mientras me dirijo a la habitación y saco de detrás
de la puerta mi maleta preparada. Él me mira nervioso y se levanta de
inmediato, muy tembloroso y furioso, porque ve la verdad muy clara–. Tú también
tendrás que disculparme. He disfrutado su cuerpo tanto como no lo he hecho con
el tuyo. –Él agarra mi maleta mientras me estoy conduciendo a la puerta.
–No. No te
vas a ningún lado. –Me encojo de hombros.
–No puedes
impedírmelo. Te pediré el divorcio. Te llegarán noticias de mi abogado.
–No. ¡No
me dejes solo, Jimin! ¡Te lo suplico!
–Has
estado debatiéndote entre dos hombres y ahora te quedas solo. Lo siento. Pero
tú te lo has buscado. –Suelta mi maleta en un tirón que pego de ella y cojo mi
abrigo en el perchero para caminar fuera y cerrar detrás de mí. Solo deseo que
no salga a mi encuentro, que no abra la puerta y se debata a voces en el portal
para que regrese dentro. No lo hace y al contrario de sentirme bien, me
inquieta, pero ya no me importa. Suspiro y camino escaleras abajo donde el
coche me espera y una vez dentro de él saco mi móvil y llamo a TaeHyung. Me
contesta enseguida.
–¿Jimin?
–Tae…
–Suspiro mientras un nudo inexplicable en mi garganta amenaza con cortarme la
respiración–. Taehyung… te he echado de menos.
El
matrimonio, como todo compromiso requiere un esfuerzo no solo por mantenerlo,
también por acrecentarlo y hacerlo cada día más duradero. El adulterio, por el
contrario, no hay que mantenerlo, simplemente toparse con él para que destroce
como el mejor de los parásitos algo que ha costado años formar.
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💬 Gracias por llegar hasta aquí. Esta es
la primera temporada de tres. (Si quieres seguir leyendo la continuación de
esta historia, puedes continuar directamente con el primer capítulo o acceder
al índice de capítulos en el enlace que te dejo aquí): "Amnesia
(Jimin x JungKook x YoonGi) [Parte II]"
Espero que esta historia te haya gustado
y estés preparado para una nueva temporada. Disfruta.
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AMO TANTO ESTA FIC, AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.
ResponderEliminar¡Mil gracias por re-subirla!
ResponderEliminarNo hay que dar las gracias. Es un placer. Espero que puedas releerla y disfrutarla... y si encuentras algún fallo o error en las direcciones de los enlaces o en los capítulos, no dudes en decírmelo para corregirlo rápidamente.
EliminarLlevaba meses buscando tu perfil en Wattpad hasta que recordé tu nombre y llegué a tu blog, de verdad AMÉ la historia 💗
ResponderEliminarMe alegro mucho de que hayas conseguido dar conmigo. Es un placer volver a tener a gente de vuelta y ver que disfrutan de mis fanfics.
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