EL PESO DE NUESTRA PERDICIÓN (YoonMin) - Capítulo 19
CAPÍTULO 19
Yoongi POV:
Y de nuevo vuelve a transcurrir una mañana de
tedio y aburrimiento. Y una comida insulsa, y una larga y dolorosa sesión de
aversión a la homosexualidad en donde Jimin ha acabado mareado y vomitando al
llegar a su cuarto. Al menos me demuestra que se toma la medicación aunque es
pronto para ver cambios en él. No ha dicho nada de lo que sucedió esta mañana
aunque pude ver en su mirada que no lo había olvidado. No iba a dejarlo pasar y
ya temía la siguiente hora de terapia.
Vuelve a anochecer lentamente. Esta incansable
sensación de que un día más pasa y solo me queda leer un poco por hoy.
Sustituir a Dostoyevski por las cartas de Jimin ha sido todo un descubrimiento.
Son el mejor entretenimiento. Una sola carta y un vuelco en mi corazón es capaz
de derribarme.
30 – 01 – 1937
Ya me preocupaba tu tardanza al
contestarme pero verte ayer me supuso un alivio. No me veas cómo alguien
paranoico. Sabes que no lo soy, pero el cambio de una rutina a la que estoy
acostumbrado me hace sentir impotente. Creo que me he hecho dependiente a leer
tus palabras más que incluso a las largas conversaciones que tenemos a menudo.
Déjame decirte que yo aun sigo en desacuerdo en respeto a la idea de tu opinión
sobre la teoría de Nietzsche del Super hombre. He vivido lo suficiente como
para corroborar con mis propios ojos que no nos espera un futuro prometedor por
mucho esfuerzo que pongamos en ello. No me dejaste entrar al trapo cuando viste
que yo era de otra opinión pero no creo, y de verdad lo siento, que la sociedad
humana tenga una vía de escape a su propia degradación. No estoy tampoco de
acuerdo con la teoría de Marx en que ese degradado nos lleve a un punto de
inflexión. Somos y seremos siempre la misma sociedad corrompida, alienada,
desconfigurada, insatisfecha, acomodada, vaga, hipócrita. No hemos cambiado en
cinco mil años no creo que lo hagamos ahora. Ni la religión nos hace mejores
hombres ni la creencia en hipótesis utópicas. Sé que mis palabras te duelen
porque van con un trasfondo más allá de una mera palabrería pedante. Sé que tú
mismo crees que puedes cambiar algo de ti, algo de tu vida. ¿Pero acaso no te
das cuenta cuando estudias las civilizaciones antiguas? Deberías centrarte en
eso, en los detalles que dejas pasar por alto. Siempre habrá violaciones,
siempre habrá incumplimientos de normas. Siempre habrá falseamiento electoral,
corrupción, mentiras. Pero no te desanimes. Es lo que somos. El problema viene
cuando nos dedicamos a esconder nuestra realidad. Mostrémosla, sintámonos
orgullosos de ella. Sintámonos orgullosos de ser los únicos animales con la
cualidad de autoengaño.
Siento si me he centrado
demasiado en eso pero anoche no pegué ojo con ello y ahora que leo tu última
carta y me doy cuenta que no haces una sola alusión a la conversación de ayer
he tenido que traerla de nuevo a nuestra realidad. Siento que mis palabras no
sean demasiado amables, siento no poder ayudarte, pero tal vez, si me dejases,
podría intervenir en esto que te está sucediendo. No puedes engañarme. Cuando
te me muestras completamente diferente sobre el papel es como ver una hermosa
obra de un pintor y descubrir que en realidad no es más que un mal hombre
detrás de un lienzo hermoso. No te tomes al pie de la letra mis metáforas. Solo
era un pensamiento.
Déjame decirte que me sorprende
lo que me has contado de tu padre, no lo sabía, y lo siento por no empezar mi
carta con esto. No quería ser directo pero ahora me estoy dando cuenta de que
puede parecer que no le doy importancia. De veras que no tenía ni idea.
¿Muerto? Dios, mío, tuvo que ser horrible para ti y más aún siendo tú aún
joven. Sé que eres una persona fuerte y que tienes la capacidad de superar
cualquier cosa, y perdona si te molesta, pero la forma en que me lo has
referido me ha sonado un poco fría. No insensible, solo concisa y discreta. Sé
que tu familia es un tema tabú en nuestras conversaciones, pero creo que yo
sería capaz de inventar una tercera forma de comunicación en donde pudiera
ahondar más en tus pensamientos. Quiero intentarlo.
Te quiere mucho, Park Jimin.
03 – 02 – 1937
Tu idea de un impase con una
segunda guerra me parece del todo absurda. Es decir, ¿no tuvimos suficiente con
la Gran Guerra? He defendido que esta sociedad en la que estamos es obstinada y
débil, pero no tanto como para sucumbir a una segunda guerra. Sin embargo, de
producirse, me mantengo en mi teoría principal. La sociedad no cambiará después
de ella. Tal vez por unos años se abstenga de cualquier conflicto bélico, solo
mientras dure la hipocresía de la paz. Cuando vuelva a surgir otro problema
económico y nos veamos abocados a una irremediable confrontación, volveremos a
caer, una y otra vez. Caemos sin sentido en un precipicio de desesperación y
fuego. Solo fuego y armas.
Solo piensa en un péndulo. Todo
lo que sube irremediablemente tiene que bajar. Piensa en Estados Unidos. Se
divertían con copas de champán, con esos vestidos de colores, con mujeres de
escotes pronunciados, con mansiones, coches de alta velocidad. Desfase, fiesta,
droga, sexo y música. Un día, el péndulo bajó y en esto estamos de acuerdo,
amigo mío, un día este desfase les llevó al desastre máximo. Lo que no puedo
calcular es su repercusión en el resto del mundo. Esto ya se escapa de mis
manos. ¿Y qué hay que hacer? ¿Para la fiesta a tiempo cuando la caída aún no
sería demasiado dolorosa? Caeremos de todas formas, bebamos, follemos, vivíamos
intensamente mientras estamos en la cúspide de la cadena alimenticia. Moriremos
de todas formas.
Ya veo que has obviado el tema de
tu padre como un tema zanjado y no vas a volverlo a mencionar en mucho tiempo.
No conviertas esto también en algo sin sentido, en meras conversaciones de
política. Creo que ambos sabemos que no nos lleva a ningún lado mentirnos a
nosotros mismos. Deja de mentirte. No pretendo ser brusco, porque seriamente,
tengo miedo de que dejes de escribirme, de que me tuerzas el rostro al verme
por la universidad. No sabes lo que me aterra perder al único amigo que tengo.
Por tu culpa sufro una violenta dependencia hacia ti, no quiero que me la
arrebates, pero sé sincero conmigo, por favor.
Park Jimin.
07 – 02 – 1937
Querido Jeon, ¿De veras quieres
ir a Nueva York? ¿Y me invitas? No puedo creerte. Estoy deseando ir contigo. Ya
me lo imagino, la música soñando alrededor, el sonido de los coches. Sé que
suena hipócrita criticarles, pero seamos realista, ¿a quién no le gustaría
estar ahí? Son una sociedad engañada pero no me importa. Me gustaría estar allí
contigo. No me gustaría ir con otra persona. En realidad, no me gustaría hacer
nada con nadie que no fueses tú. Me encantaría viajar contigo, pero después de
ir a Nueva York, no me sentía satisfecho. Quiero viajar también a Europa, y a
Japón. Quiero ir a todos lados contigo, acompañarte donde quiera que vayas. No
sabía que yo también era tu único amigo y supongo que soy con el que más has
hablado y con más sinceridad. De veras que puedes contar conmigo para lo que
quieras. Viajar, reír, llorar. A veces, no quiero sonar sentimental, he llorado
con la forma en que evitas la realidad en mis cartas, la forma en que olvidas
parte de mis preguntas. Me hace sentir que en realidad solo buscas alguien con
quien distraerte y que te haga olvidar, no alguien con quien quieras compartir
la carga de tus problemas. Ambos podemos ayudarnos mutuamente, a veces,
desahogar los problemas aunque sea con un desconocido viene bien.
Exteriorizarlos, decirlos en alto, simplemente reconocer que están ahí es un
gran paso para seguir adelante aunque parezca que no. Me siento un tonto
diciendo esto porque sé eres más que consciente de que la realidad es muy
pesada y no siempre se puede exteriorizar con solo nómbrala. Yo también tengo
mis cargas y alguna son tan pesadas que no puedo compartirlas porque
probablemente se partirían o aumentarían su tamaño. Espero que me entiendas y
que comprendas que no todo el mundo está impoluto de problemas, eso no existe.
Todos tenemos lo nuestro, en gran o menor medida, unos tienen desamores, otros
problemas de estudios, otros, problemas familiares…
Solo piénsalo. El día en que
quieras hablar de verdad yo estoy aquí, y prometo no juzgarte ni apedrearte por
nada. ¿Sabes? Ahora mismo estoy escuchando la canción de Schubert de la cajita
que me regalaste. Me he hecho adicto a ella y me ayuda a pensar. Me hace sentir
tranquilo y liviano. Me hace pensar en ti.
Te quiere, Park Jimin.
10 – 02 – 1937
Jeon JungKook. No puedo creer que
me mintieses. Sabía que me estabas ocultando algo pero no pensé que llegases al
extremo de mentirme. Más que enfadado me siento decepcionado contigo. He tenido
que hacer memoria para pensar en que otras cosas has podido mentirme, ¿pero
sabes qué? Eso ya no importa. ¿Por qué no me lo habías dicho antes? Ahora puedo
entender muchas cosas, y las que me quedan, ¿verdad? Porque no es solo esto. No
me sientas enfadado. Estoy tremendamente feliz de que hayas decidido contármelo.
De veras que me siento recompensado y te he notado esta vez sí, mucho más
cálido y dolido al hablarme. No te he visto desde el otro día pero estoy
deseando verte y darte un abrazo tan fuerte que te haga daño. Sé que no es
propio de mí, ni de ti, pero siento la imperiosa necesidad de hacerlo, de
tenerte entre mis brazos y ahogarte hasta que me supliques que es sufriente.
No es fácil sobrellevar que un
padre os abandone a ti y a tu madre por otra mujer. Sé que no lo es pero yo no
puedo juzgarlo con subjetividad porque no me ha pasado y sin embargo puedo
sentir el dolor en tus palabras y comprendo la forma en que me has evitado la
conversación sobre tu familia. No tenía ni idea y te prometo que pienso
ayudaros a ti y a tu madre en todo lo que necesites de mí, si quieres que vaya
a haceros compañía, si quieres que hable con ella… lo que sea, lo haré. Por ti,
cualquier cosa. Tengo más preguntas que surgen en mi mente como una sucesión de
reacciones en efecto mariposa. ¿Cómo está tu madre después de eso? ¿Cómo estás
tú? ¿Lo has vuelto a ver? ¿Soy el primero que lo sabe fuera del entorno
familiar?
Comentarios
Publicar un comentario