CHOFER (TaeGi) - Capítulo 35 [FINAL]
CAPÍTULO 35 [FINAL]
Jimin
POV:
Mientras camino por las instalaciones del garaje, miro nuevamente la noticia en mi móvil. La descubrí recientemente esta mañana pero aun sigo sin asimilarla. Es un extraño sentimiento que aún me hace depender de ambas personas. Antes de acercarme a mi coche leo de nuevo el reportaje:
<Hallados dos hombres en el fondo del río
Han. La policía supone que sufrieron un accidente de tráfico mientras cruzaban
el puente. Se han hallado ambos ya sin vida y el forense, tras hacerse la
autopsia ha determinado que el accidente se produjo entre las dos y las cinco
de la mañana del día de ayer. Solo se ha supuesto que había un coche en el río
porque uno de los laterales del puente estaba dañado y sobre el asfalto, marcas
de frenazo. De no ser así, el coche nunca se hubiera encontrado dado que se ha
hundido con ambos cadáveres hasta el fondo.
Pero esto no es lo que más ha llamado la
atención de los medios, sino que uno de los cuerpos pertenezca al famoso ídolo
Min Yoongi junto con su chofer a quien han identificado como Kim Taehyung. Este
último, tras una agónica muerte por ahogamiento se ha encontrado agua en sus
pulmones pero en su acompañante, el famoso ídolo, no. Este presentaba un
traumatismo cerebral severo causado probablemente por el impacto contra el
agua. La muerte fue instantánea.
El coche en el que se encontraban es un BMW
507 (1958) de color azul.
Las familias han comparecido en…>
Suspiro nuevamente como llevo haciendo horas y tras divisar mi coche entre tanto alboroto, causa de esta terrible desgracia, entro en la parte trasera sentándome donde lo hago siempre. Los asientos me acogen entre sus brazos y el ambiente al que ya estoy acostumbrado me saluda. Sin embargo, un hombre diferente me hace desviar la vista de la pantalla de mi móvil. Mi nuevo chofer.
—Buenos días, señor Park. –Me dice el chico delante de mí con una voz un tanto extraña. Tras mirarle más atentamente y a pesar de estar sentado en la parte de atrás, puedo ver sus mejillas enrojecidas junto con la nariz y en sus labios, un temblor constante.
—Buenos días. –Le respondo y esperando que arranque el coche vuelvo a la pantalla del móvil pero no es así. De lo contrario, el cuerpo en el asiento del conductor se gira y puedo ver su rostro sumido en lágrimas. Sus ojos, rojos e hinchados me denotan una evidente angustia y nada más le miro soy consciente de lo que ocurre. Le reconozco al instante. Es Jeon Jungkook. El novio de Taehyung.
—Señor Park. –Me dice y del asiento del copiloto extrae una bolsa de cartón negra con asas de cuerda que me extiende. Yo le miro unos segundos sin comprender pero tras hablar, siento un vuelco en el corazón—. Kim Taehyung me dijo que le diese esto. Que usted lo entendería. –Tras pronunciar el nombre del reciente fallecido su voz se apaga por un momento y parece que pierde toda fuerza para continuar. Asintiendo débilmente y con un dolor punzante en mi pecho, recojo la bolsa y Jungkook vuelve a girarse de nuevo para permanecer con la visita al frente. Le miro unos segundos como su espalda se arquea con intención de llorar y dejando de lado mi móvil, me centro en el contenido de la bolsa.
Reconozco mi bufanda gris nada más verla. Algo se mueve dentro de mí y son los recuerdos de una agradable conversación. Un gesto amable con un desconocido. Un intento de amistad que ha resultado no llevar a nada. Humo.
Sin pensarlo, casi por instinto, llevo la bufanda a mis fosas nasales y aspiro delicadamente su aroma que se cuela hasta mi cerebro. Todo el mundo se tambalea y sonrío casi inconscientemente. Aun dentro de la bolsa, hay un trozo de papel color salmón plegado y cerrado con un trozo de celo que no se ha tocado desde que se ha puesto ahí. Lo recojo en mis manos y lo abro descubriendo un mensaje que leo muy despacio para no perderme nada.
<Señor Park:
Usted envidia una vida normal. “Normal” no
es igual a “feliz”. Le daré un consejo como amigo que me considera. Busque la
felicidad a su alrededor, no en una vida paralela. Pero si está empeñado en
querer la “normalidad”, mire al chico frente a usted. Él es todo lo que usted
desea.
KTH>
Suspiro amargamente por sus palabras y releo la nota siendo consciente de que comprende la situación en la que me encuentro. Miro al frente, como él ha dicho, encontrándome con un chico en el espejo retrovisor. Sus ojos, tal vez cansados de llorar, siguen derramando lágrimas como es normal. Sus labios hinchados dejan entrever unos dientes de conejo adorables y su cuerpo se ve sumido en un estado de nostalgia y tristeza, como es normal. Él me mira, igual que yo le miro a él y se yergue en su asiento aparentando normalidad.
—¿A dónde le llevo, señor? –Me pregunta intentando aclara su voz. Yo no puedo evitar por más tiempo esbozar una sincera sonrisa.
—Llévame a Ítaca.
FIN
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