POR TI, TODO MENOS MI DIGNIDAD (Yoonmin) - Capítulo 23 - Disculpas
Yoongi POV:
Estoy a varios metros de entrar en mi aula
cuando veo de ella salir a Jimin cabizbajo, ausente y perdido. Cuando distingue
mis zapatos del dibujo del suelo levanta la vista para mirarme pero sabe que es
un error y rápidamente me ignora, pero yo no puedo ignorar las magulladuras en
su cara.
Ambos labios rotos, el puente de la nariz cubierto
con un pequeño trozo de tirita ensangrentada y ambos pómulos abiertos. Es sin
duda la imagen del karma. Nada más ser yo consciente de sus golpes lo detengo y
sujeto su mentón para obligarle a que me mire. Me concede ese favor durante
unos minutos y segundos más tarde se aparta y se retira de mi presencia
golpeando nuestros hombros al pasar.
Yo sé quien ha sido y estoy seguro, él sabe que
yo lo sé. Y probablemente piense que todo haya sido mi culpa. Pero la verdad,
es que ya no me importa.
…
Jimin POV:
No soporto no hablar con él por más tiempo, mis
heridas apenas son ya un rasguño y durante todo este tiempo no he hecho más que
evitarle, pero ya estoy harto, solo quiero que me explique sus problemas.
Durante el descanso cuando normalmente estoy
jugando al baloncesto y él como espectador, estoy esperándolo. Y en cuanto lo
veo aparecer me dirijo a él corriendo. Se ve un poco incómodo con mi presencia
allí tan cerca pero no me importa.
—Ven conmigo. —Le agarro el brazo y nos ven
salir del patio con migo a arrastrándole por todo el campus. Él insiste en
querer pedir explicaciones pero yo no sé las doy. Tan solo hablo una vez
estamos dentro del edificio en medio de un pasillo.
—No me has llamado, no me has dicho nada en
todos estos días. ¿Se puede saber que pasa contigo?
—Jimin, es mejor que lo dejemos todo así, como
si no pasó nada. ¿Vale?
—¡NO! Me niego a olvidarlo. Me gustas, me
gustas de veras. —Miro ambos lados después de mis gritos temiendo que alguien
pueda escucharnos. Nadie a la vista.
—No digas estupideces Jimin, me has demostrado
todos estos años que no puedes sentir...
—Tú me dijiste que eras feliz conmigo, y que me
perdonabas.
—Te he perdonado, pero no lo he olvidado. Y no
puedo hacer como si nada.
—Yo sí Yoongi, intentémoslo.
—¿Pero de qué hablas?
—Te amo Yoongi, y no lo soporto más. Gracias a
tu amigo Hoseok lo supe. Me golpeaba porque yo te había hecho daño y me sentí
bien, sentí que con cada golpe que me daba pagaba una deuda contigo. No me
dolía, solo pensaba en ti y en tu bienestar Yoongi.
—¿Has dicho qué me amas?
—¡Sí! —sujeto sus hombros y lo estampo contra
la primera pared que veo—. Más que a mí mismo. ¿Tú también me amas? ¿Hum?—Su
rostro decae mirando a nuestros pies pero yo no me rindo, me cuelo bajo él,
entre el suelo y sus ojos para que pueda mirarme, sigue sin hacerlo por lo que
beso su cuello que está más a mi alcance y veo que todo su cuerpo se tensa y
gradualmente se relaja a mi besos.
Nuestros cuerpos se chocan rozando nuestras
entrepiernas y nuestros labios se juntan. Creo que asciendo al cielo cuando su
lengua se introduce en mi boca sin permiso. Gimo inconscientemente en el beso y
abrazo su cintura comprobando lo pequeña que resulta rodeada por mis brazos.
Mientras, siento sus dedos enredarse en mi pelo y haciendo el beso más profundo
y caliente.
—Vamos Yoongi, aquí nos pueden ver. —Le guío al
baño más cercano y los pasos se tornan torpes porque él camina de espaldas y yo
con los ojos cerrados disfrutando del beso. De vez en cuando le abrazo más
fuerte robándole el aire de sus pulmones y le alzo por encima del suelo
haciéndole reír en medio del beso.
—¿Crees que me voy a acostar contigo ahora que
sé que lo hiciste con la novia de mi amigo? —Me dice pero no va enserio porque
se ríe picante. Y mientras espera una respuesta de mí, muerde mi cuello haciéndome
temblar.
—Sabes que te gusta sentir mi polla dentro...
—¿Ah, sí? Me parece que es hora de que
cambiemos los roles. —Me excita su voz, sus gestos y la rudeza con la que me
trata. Lo amo más que a mi vida entera. Y más cuando se separa de mí unos centímetros
para empujarme e introducirnos dentro de unos de los cubículos.
Entro de espaldas con sus labios en los míos
pero algo choca en mi espalda sin llegar a poder ser la pared contraria. Algo
se mueve detrás de mí y rápidamente me separo de Yoongi para mirar detrás de
mí. Solo veo el rostro de Jungkook asustado y enrojecido sentado en la cisterna
del retrete. Y entre sus piernas el cuerpo de Taehyung, ambos sin camisa y
Kookie sin pantalones.
Yoongi frente a mí se asusta también. Todos
damos un respingo ante la situación y me veo obligado a salir de allí cuanto
antes.
Estamos los dos fuera mientras dejamos que en
el cubículo se ponga de nuevo las prendas de ropa. Yoongi y yo nos miramos y no
sabemos cómo reaccionar. No sé que me mueve, la preocupación por que sepan de
lo nuestro, las ganas de reír por haberlos pillado, bueno, de esa, manera, o
las ganas de tocarme por mi poya dura aun en los pantalones.
Segundos después ya salen colocando lo último
de sus prendas. No sé si quiero explicaciones la verdad, porque me veré
obligado a darlas también.
—¿No se supone que deberíais estar en las
gradas? —Pregunta Tae ofendido. Tan solo ocultando su vergüenza.
—¿Qué estaba pasando ahí dentro? —Pregunto ya
que sé que Yoongi no es capad de abrir la boca.
—Nada. ¿Y tú qué haces...? —No le dejo
terminar.
—Estabais follando ¿verdad? —Pregunto imitando
la curiosidad de las reporteras de televisión.
—¡Jimin! —Grita Kook—. Lo mismo que pretendías
hacer tú con él. Os he visto besándoos.
—¡Jungkook! —Ahora es Yoongi quien no puede
reprimir su vergüenza.
—¿Cómo? —Tae cambia completamente su cara.
Comprende que lo que él hacía es medio normal dentro de lo que cabe—. Pero si
es Suga...
—¡Cállate o voy a golpearte! —Kookie intenta
decir algo defendiéndole pero la voz de Tae sobresale.
—¿Estáis liados?
—No —dice Yoongi a mi derecha.
—Sí. —Confirmo y paso mi brazo por su hombro—.
Mi hyung es el mejor del mundo, y nadie va a volver a meterse con él...
—¿Hyung? —Preguntan ambos a la vez y les aclaro
que nunca nos dijo su verdadera edad.
—¿Todo este tiempo has sido un hyung? —Pregunta
Kook inocente.
—Sí. —Yoongi me mira y sonríe—. Te lo dije
Jimin, ellos tenían algo.
—Cierto, doy gracias que no apostamos nada.
—¿Cómo? ¿Cuándo habéis habado de nosotros?
—Todas estas tardes que no pasé con vosotros
estaba en su casa. Estoy enamorado de Min Yoongi.
Mi voz resulta mucho más agradable de lo que
pensaba al decir esas palabras, salen solas sin necesidad de hacer un esfuerzo.
Lo amo demasiado, sin embargo noto su cuerpo tenso a mi lado.
—El mujeriego Jimin no puede ser gay, esto es
una tomadura de pelo. —Tae sigue insistiendo.
—Estas mejor con la poya de nuestro Kookie en
la boca. —Creí que me golpearía pero enrojece y se cubre el rostro con las
manos—. Siento haberos mentido. Y a ti, —Miro a Suga aun sujetado por mi brazo—.
Siento haber sido tan rudo contigo, haberte golpeado, haberte dicho tantas
cosas feas, eres lo mejor que me ha pasado en la vida y si pudiera me hubiera
gustado tener un mejor comienzo.
Sus ojos tiemblan ante mí danzando en todo mi
rostro. No me importa que no conteste a esto, entiendo que no se abra a mí tan
fácilmente como quisiera.
—Chicos. —Sigo hablando—. Este tío es un
fenómeno al baloncesto, me ha dado una paliza impresionante, y a demás escribe
unas canciones alucinantes. Es listo e interesante...
—Basta basta... no soporto los
sentimentalismos. —Kook no puede evitar pararme.
—En ese caso, déjanos conocerlo también.
Bienvenido a la familia Yoongi. —La mano de Tae se extiende hacia él y se ve
obligado a estrecharla—. Y perdona por todo.
—Yo también lo siento, —repite el mismo acto
con Kook y hago que vuelva a mis fuertes brazos.
Me alegra ver que todo se soluciona, que todo
mejora y que mis mejores amigos pueden ser felices juntos, porque todos ellos
son lo más importante que tengo.
Comentarios
Publicar un comentario