AMNESIA [PARTE III] (Jimin x JungKook x YoonGi) - Capítulo 13 [Final]

Capítulo 13

 

JungKook POV:

 

1 año después.

 

El sol daña nuestros ojos, y nos obliga a ambos, a Jimin y a mí, a portar unas estúpidas e incómodas gafas de sol que nos hacen sentir apartados. Y sin embargo, a pesar de todo, volver a estar en Seúl se hace una experiencia tan extraña y a la vez tan agradable que no nos importa que el sol esté calentando nuestras cabezas o bronceando nuestra piel. Yo le miro a través de las gafas y sé que él me devuelve la mirada aunque no pueda verlo pero su sonrisa me lo confirma. Sin que me lo pida o sin ni siquiera pedirle permiso, estrecho su mano sobre la mesa de metal frente a nosotros en la que estamos sentados con un refresco cada uno. El ambiente se ha vuelto revoltoso porque los turistas caminan de un lado a otro aprovechando las vacaciones.

–Te echaba de menos. –Me dice y yo suelto su mano y la llevo al collar en mi cuello para enseñárselo y recibir de él una agradable sonrisa que me enternece el alma. El progresivo olvido de su sonrisa me había hecho sentir triste pero ahora la más dulce de las adrenalinas se cuela por cada uno de mis nervios.

–Y yo a ti también, hyung… –Me acerco a besarle y me responde con una sonrisa avergonzada. Sus besos son mucho más excitantes de lo que recordaba–. No me he quitado esto. Os he recordado cada día. –Coge su refresco y se acerca el borde del vaso a los labios para beber tranquilo y cuando termina, lo deja sin mucho ruido y vuelve a estrechar mi mano esta vez bajo la mesa en mi regazo.

–¿Crees que vendrá? –Pregunta más nervioso que curioso y yo me encojo de hombros.

–Supongo…

–¿Habéis estado hablando?

–Sí. ¿Vosotros?

–Sí. Le quiero tanto… me ha costado venir, la verdad. Tenía miedo.

–¿Miedo?

–Miedo de que no volviera a ser lo mismo. –Niego con el rostro.

–Claro que no es lo mismo. –Él me mira triste–. A mí me ha crecido aunque a vosotros no. –Jimin suelta mi mano y me golpea en la pierna por mis palabras pero ambos acabamos riendo y entre el sonido de nuestras risas puedo ver como a lo lejos en la acera, acercándose, un rostro se ilumina y nos mira con una avergonzada expresión de complicidad. Su cabello ahora está castaño, maldita sea, se ve tremendamente adorable y mucho más pálido de lo que me imaginaba. El recuerdo me hace daño y el remordimiento pasado es ya nada más que ceniza. Las expectativas muertas se convirtieron en dolorosas flechas clavadas en mi pecho. Afiladas como agujas, ardientes como el fuego del infierno. Un futuro devastado y sustituido por una rutina que me compensará en el futuro. Un anhelo durante meses, un llanto constante por la añoranza. Pero ahora, sus ojos se fijan en nosotros y me veo obligado a aferrarme a la mano de Jimin por el vértigo. Duele esta también, sin embargo, y no puedo evitar verme rodeado de una ardiente quemazón. Kamikaze como el propio Cupido me clavo en medio del pecho una flecha envenenada pero caigo sobre el carcaj atravesándome con una segunda que atraviesa mi corazón. Me desangro con lentitud en una agonía de un amor que solo ahora soy capaz de reconocer.

 

FIN

 

 

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