ÓPALO (YoonMin) [One Shot]
ÓPALO [One Shot]
Yoongi POV:
Me levanté esta mañana pensando que volvía a
los catorce años. Creyéndome la mentira de que aun seguías a mi lado.
Sintiéndome despreocupado y a la vez confuso pero claro sobre mis sentimientos.
Sin aun haber abierto los ojos ya planeaba el día de hoy, como hacia siempre.
Desayunaría leche con galletas, porque tú siempre me decías que debía crecer y
ser fuerte, porque si fuera por mí, tal vez no desayunase nada más que aire en
mis pulmones. Me vestiría con la camisa azul que tanto te gustaba y mi chaqueta
negra que un día te dejé para que no pasases frío. Tu olor aun seguía
impregnando la tela. Prepararía los libros como cada día y bajaría a la puerta
de mi casa a esperarte. Como cada día. No me importaba lo mucho que lloviese o
que incluso a la sombra rompiera a sudar. Yo te esperaba fiel como el perro que
no defrauda a su dueño por instinto. Y tú siempre cumplías apareciendo con esa
sonrisa que tanto me excita. Traviesa. Ojos divertidos que brillan con luz
propia.
Viví constantemente con miedo de ti. Porque una
sola palabra mala, liberada sin retorno de tus labios, podía hundirme. Como una
sola nota de agradecimiento o compensación me hacía volar a límites que yo
desconocía. Como fui frágil. Dependiente de un sentimiento. Doblegado a tu
dulce personalidad. Inocente, este fuiste tú, porque jamás supiste de mis
sentimientos. ¿Y cómo hacerlo? Eras dos años más pequeño y aun soñador.
Y para recordarme siempre que jamás podríamos
estar juntos te regalé un collar de ópalo redondo. Lo llevaste durante meses y
yo lo miraba en tus clavículas deleitándome con mi pecado. Hasta que una mañana
la lluvia me avisaba, de que tu no volverías a buscarme.
Recuerdo aquella noche. Rompí a llorar como un
niño pequeño a quien le han arrancado el alma. Despedazado de cada uno de mis
miembros, y ahogado en lágrimas. Mi madre me dijo que te mudaste a Estados
Unidos. La odiaré siempre por la brutalidad con la que me golpeó con sus frías
palabras. Tal vez creyó que no le daría importancia pero si se la di. Yo me
creí morir sin ti.
Pero a medida que hoy abro mis ojos, me doy
cuenta de que no hay nada por lo que me obligue a levantar. No vivo en el
pasado. Seis años después, realmente no puedo asegurar que sean seis años, ya
no recuerdo muchas cosas. No recuerdo cómo o incluso el día en el que nos
conocimos. Banalidades como tu comida preferida o tu color favorito son datos
que escapan completamente a mi nublada mente.
Y sin más preámbulos, me levanto. No desayuno
nada, como cada mañana. ¿Para qué? Ya no tengo que ser fuerte por nadie, ya no
puedo protegerte de nada. Me visto con la primera ropa que encuentro en mi
armario porque cuando crecí mi madre tiró toda mi ropa. O la donó, da igual. Se
deshizo de mis recuerdos igual que alguien que lanza piedras a un río sin
preocuparse si las hondas que estas producen no alterarán la vida de los peces.
Salí a la calle y me dejé llevar por el agua
que me golpeaba. Repetí curso por dos años. Yo había abandonado completamente
la tarea de seguir adelante con mis estudios. Sin embargo seguía asistiendo a
clase ¿Por qué? No sé.
Pero esta rutina auto destructora me llevó a ti
de nuevo cuando entré en el aula y te vi frente a mí. Tu rostro, tu cuerpo, sin
duda habías cambiado. Ya eras un hombre con grandes músculos y el cabello
decolorado a un rojo fuego. Sin embrago tus ojos seguían siendo los mismos y tu
sonrisa… ¿Sabías que no sé como describirla a pesar de que es lo más hermoso de
ti? Pero no importa, supongo que nadie mejor que tú sabe lo guapo que eres.
Tanto que cuando estuviste frente a mí esa mañana, me guié por el sentimiento
conocido de miedo para asegurarme de que eras tú.
Me acerqué a ti un paso, otro, hasta que me
miraste y retrocediste los mismos pasos que yo había avanzado. Me detuve de
inmediato petrificado por tu rosto asustado. No entendí que demonios hacías.
Pero soy listo y lo entendí al instante corroborando mi teoría con la mirada de
mis compañeros. Digamos que no he sido un buen chico estos años y mi apariencia
lo demuestra. ¿Verdad?
Y si antes eras un pecado intocable, ahora eres
un dios inalcanzable. Y por eso te escribo estas letras, para que puedas
entender mis motivos. El porqué dejé la escuela y el porqué busqué trabajo en
Busán. Yo no soy nadie para corromper a un chico de matrícula con años
estudiados en el extranjero, un chico que puede tener a la chica que quiera.
Aquel día no llevabas mi collar, probablemente
no te acuerdes de mí. Supongo que ya no importa.
Solo… Bueno… Suerte. He comprobado que sin mí,
puedes llegar a ser todo lo que te propongas. Gracias por ser tan dulce y
dejarte amar tan fácil.
FIN
Comentarios
Publicar un comentario