"LOS SECRETOS DEL MAGO" - Poema XVI
"LOS SECRETOS DEL MAGO"
Déjame que te adiestre en alquimia
Que te
muestre la verdad de Dios
Y su
cara oculta.
Permite
que te acompañe durante el camino
Y te
revele los secretos mejor guardados
Que
todo mago solo revela una vez.
Deja
que te tome de la mano
Y te
conduzca por los laberintos
Que
crecen dentro de la mente del genio
Yo conocí
al brujo de la cueva de Salamanca
Que
predicaba con sabias palabras
Llenas
de ese rancio misticismo.
Me
tomó como alumna durante siete años
Y
ahora debo pagar con sabiduría
Para
poder librarme del peso de la verdad.
Si
quisieras, la tierra podrías tomar
Y
juntos viajaríamos dentro de la oscuridad
Que
encierran todos los libros prohibidos.
Descubriremos
juntos mucho más
De lo
que yo haya aprendido,
Pero
el camino está lleno de maldad.
Te
contaré lo que se rumorea de la rana
Y lo
que esconden las conchas de mar
Atravesaremos
el río sobre la luz lunar.
Bajo
mi protección eres mi alumno
Y con
tu compañía no estoy tan perdida
Juntos miraremos dentro del atanor.
Pero
te advertiré tal como me advirtió el mago:
Una
vez descubras el oro en el crisol,
Y la
serpiente sisee en el cáliz,
Cuando
se hayan desvanecido las sombras
Y se
hayan unificado todos los idiomas
Ya no
hay vuelta atrás.
Tu sombra te atrapará.
*Poema inspirado en la leyenda de la Cueva de Salamanca:
La Cueva de Salamanca es un enclave legendario de la
ciudad de Salamanca donde, según la tradición popular, impartía clase el
Diablo. Dicha cueva se corresponde con lo que fue la cripta de la ahora
inexistente iglesia de San Cebrián.
Según cuenta la leyenda, era en esta cripta donde
Satanás, bajo la apariencia de un sacristán, impartía sus doctrinas de ciencias
ocultas, magia, adivinación y astrología a siete alumnos durante siete años.
Tras este tiempo, uno de ellos debía quedarse de por vida en la cueva a su
servicio. Se relata también que uno de estos alumnos fue Enrique de Aragón,
Marqués de Villena y de quien la torre recibe su nombre, el cual engañó al
diablo-sacristán para no quedar a su servicio, y a cambio perdió su sombra.
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