LÍBRANOS DEL MAL (Jimin x JungKook x Yoongi) - Capítulo 11

 CAPÍTULO 11


YoonGi POV:

 

Todo mi cuerpo duele. Lo siento todo dolorido y sin embargo no puedo moverlo. Esto ya lo he sentido antes pero no puedo recordar cuándo. El sonido de los pitidos de coches llenan mis oídos hasta aturdirme y mis ojos no ven más que el dolor de todo mi cuerpo representado por la sangre cubriendo mis miembros de una manera incuso delicada. Perfectamente esparcida y sin embargo, a pesar de estar desangrándome, el conocimiento en mi mente aumenta con los segundos, y no al revés.

Mi cerebro manda señales a mis manos enrojecidas, cortadas y desangradas para moverse pero estas no responden más que mis piernas que ni siquiera puedo verlas. Alzo la vista para ver sangre y más sangre. Estoy sentado en algo cómodo y caliente, o tal vez la temperatura se deba a la cantidad de sangre a mí alrededor. Quiero gritar y ni siquiera eso puedo hacer. Quiero gritar el nombre de Jimin pero nada sale de mis labios y cuanto más lo intento más evidentes se hacen los pitidos de los coches. Sus bocinas estridente y continúan sin cesar.

De repente una ambulancia. Reconozco esa sirena tan característica pero el dolor aumenta y todo se vuelve negro.

 

 

De nuevo y por segunda vez me incorporo en la cama sudando y aferrando mi mano a mi pecho porque una pesadilla ha perturbado mi sueño. Ahora no me es de extrañar pero reconozco el sueño. Es la segunda vez que sueño con esta locura sin embargo esta ha sido algo más clara. Niego con la cabeza y froto mis ojos con el dorso de la mano descubriendo acostado a mi lado a Jimin. Sus ojos cerrados y sus leves ronquidos me denotan que no se ha percatado de nada y aun es esclavo del sueño.

Envidioso de él por su facilidad para conciliar un dulce sueño, me levanto muy cuidadoso de no perturbarle y aun adormilado y con las piernas temblorosas me dirijo al baño para quitar de mi frente el maldito sudor que se ha instalado por todo mi cuerpo.

Cerro una vez estoy solo y enciendo las dos luces sobre el espejo que apenas me muestran mi jodido rostro. Las ojeras se marcan como nunca lo han hecho, ni siquiera las veces que me quedo hasta tarde escribiendo. Mis labios agrietados y secos y mis pómulos brillantes de sudor. Apoyo mis manos a cada lado de la cerámica del lavabo y me pregunto, en mi mente, ¿por qué diablos estas perturbadoras y extrañas pesadillas? Suspiro y abro el grifo dejando correr el agua cuando las luces sobre mí comienzan a titilar.

-Le dije que las cambiara. –Niego con la cabeza-. Nunca hace nada.

Pongo mis manos bajo el chorro del agua y dejo que se acumule en ellas una pequeña cantidad de agua para posteriormente inclinarme y tirarla sobre mi rostro. A los segundos me incorporo apenas sin visión pero mis ojos se abren de par en par al ver cómo junto con el parpadeo de las luces aparece y desaparece un hombre detrás de mí.

Mi estómago me da un vuelco y no me muevo ni un ápice para reconocer la silueta aquí a mi espalda. Todo mi cuerpo tiembla a la par que el chico de ojos y cabellos negros niega con la cabeza a algo que no entiendo mientras con sus labios vocaliza sin emitir ningún sonido: “No lo toques”.

Sonríe sádico mientras sus ojos se entornan en mi asustada mirada. No me doy la vuelta ni digo nada en absoluto excepto mis dedos que me desobedecen y se aferran desesperados a la cerámica del lavabo. Puedo ver, su rostro ensangrentado junto con sus ropas. Pero él parece estar incluso más vivo que yo porque he palidecido con su presencia allí.

Las luces ceden a la situación y acaban apagándose dejándome a oscuras. Es ahora cuando todo mi cuerpo es esclavo de un fuerte golpe de adrenalina y me tiro a la puerta que tras dos fuertes empujones consigo abrir cerrando todo lo rápido que puedo suponiendo que me sigue y confiando que una simple puerta vaya a detenerlo.

Salgo corriendo a la cama mientras me cuestiono mi propio criterio.

-¡Jimin! ¡Jimin! Despierta. –Me subo sobre él y le zarandeo hasta hacerle despertar de golpe, temiendo que algo malo esté sucediendo.

-¿Qué pasa? –Mira a todas partes pero yo le sujeto por los hombros y le obligo a mirarme.

-¡Lo he visto! –Grito varias veces como si necesitase creérmelo yo más que convéncele a él.

-¿Qué has visto?

-A él. Lo he visto. –Frunce el ceño mientras deja caer sus hombros confundido. Su cuerpo se destensa.

-Cálmate y dime qué pasa. –Me siento en sus piernas.

-Antes de irnos a dormir, vi a un hombre. Ahora me he despertado y he ido al baño para darme agua en la cara y estaba ahí. Detrás de mí. –Abro mis ojos y zarandeo mis manos de un lado a otro intentando explicar con mi lenguaje no verbal lo que mis escasas palabras no son capaces.

-¿Qué estás diciendo, Yoongi? –Niega con la cabeza y vuelve a tumbarse al darse cuenta de las estupideces que estoy diciendo. Yo continúo con mis alucinaciones.

-¡Desaparece y aparece! –Golpeo su brazo para que me preste la atención que merezco.

-Yoongi, mañana podemos ir a ver a un psicólogo, y que te recete ansiolíticos. Tantas historias de miedo te están volviendo loco. –Hace el amago de girarse a pesar de estar yo sentado sobre él, para regresar a dormir pero mi mano va rápido a su brazo y aprieto muy fuerte allí.

-Tiene el pelo negro. Los ojos grandes y muy negros también. –Sus ojos me miran cansados-. Estaba cubierto de sangre. Y me miraba, negando con la cabeza mientras decía: “No lo toques”. –Imito a la perfección lo que mí dañada mente recuerda y sus ojos dejan de estar cansado para atenderme con más que curiosidad, con miedo. Asimilando al fin que no es una broma ni tampoco un delirio de mi mente.

Tanto tiempo con Jimin me ha enseñado a descifrar sus acciones evitando el significado de sus las palabras por lo que puedo ver que también tiene miedo como yo. Pero jamás lo reconocerá.

-Vuelve a dormir, hyung. Es tarde. Mañana lo verás todo diferente.

-¡No puedo dormir! ¡El gato! –Grito de repente.

-¿Qué pasa con el gato?

-Él lo sabe. Él lo vio como yo lo vi. Bufaba anoche cuando estaba en la cocina. –Él se enfada y se revuelve debajo de mí haciendo que me quede en la cama mientras él se levanta furioso no solo por haberle despertado con tonterías, sino por mentar al gato.

-¿Fantasmas, Yoongi? ¿Enserio? –Comienza a gritar furioso-. Aquí no hay nadie. –Se pone en pie en medio del cuarto y extiende los brazos para abarcar el mayor espacio posible. A grandes zancadas llega al baño y entra en él encendiendo la luz. Desde dentro me mira y yo me mantengo inmóvil sentado en la cama y aferrando mis manos fuertemente a las sábanas.

-Sal de ahí. –Susurro los suficientemente alto como para que me oiga pero hace caso omiso.

-¿Ves? Nada. –Da un par de vueltas sobre sí mismo y en una de ellas se detiene mirando fijamente el espejo. Su rostro ya no parece tan confiado y me obligo a llamarle la atención.

-¿Jimin? ¿Qué ocurre? –Me incorporo y bajo de la cama pero de repente ríe como un idiota.

-¿Tan infantil eres, Yoongi? –Me acerco lentamente a él y sale del baño golpeando nuestros hombros. Miro el espejo temblando para encontrar unas palabras escritas en él de color rojo. Leo mientras todo mi cuerpo vibra.

Él es mío

-¿Cuándo te has comprado pintalabios, Yoongi? –Ríe mientras se da media vuelta en la cama y comienza a murmurar enfadado. Yo llevo las yemas de mis dedos a la puntura para descubrir que es líquida y gotea de mi dedo. No es pintalabios, más me ha conseguido engañar. A ambos lo ha hecho.

Es sangre.

 

 

 

 

 

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Comentarios

  1. Awww... (i _ i) Entonces Kookie es el ex de Jimin y murió en un accidente automovilístico?? O solo es un alma en pena que se ha conectado a Jimin y por eso trata de alejar a Yoongi???

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