FRENTE A LA COMIDA (Yoonmin / VKook) - Capítulo 3
Capítulo 3
Narrador
omnisciente POV:
De nuevo volvemos a tener frente a nosotros una imagen. Aparecemos de la nada en un día cualquiera. No sabemos cuánto tiempo ha transcurrido ni siquiera dónde estamos. Tan solo podemos ver frente a nosotros una humilde, solitaria y simple manzana roja que brilla con una luz artificial. Vemos las dulces vetas de su color sobre la cáscara brillar en su parte alta por la luz de lo que parecen unos fluorescentes. La manzana tiene en sí una forma muy concisa y especial. Es el perfecto prototipo de manzana en el que pensaríamos al oír nombrar “una manzana”. El color al contrario que ser basto es un color natural, hermoso. Es una fruta peculiar, en la forma, en el color, en como brilla y en cómo se mantiene firme sobre una bandeja de plástico. Y sin embargo, no es más que una manzana. Una fruta cualquiera.
Poco a poco vamos retrocediendo en el escenario, muy lentamente como hicimos la última vez y podemos comenzar a relacionarnos con el ambiente a nuestro alrededor. Un olor a comida caliente nos llega de alguna parte. Un olor tal vez a algo de pollo. Aún no tenemos más referencias pero sí podemos comenzar a ver más cosas alrededor de esa primera manzana que ahora la ahogan y la acorralan convirtiéndola en un mero adorno dentro del conjunto sobre una mesa. Una mesa con dos bandejas de plástico con apartados. Un apartado al parecer, para el postre, donde una manzana y un par de uvas están aparcadas, en otro sector, un vaso de plástico con agua, y en los dos últimos sectores dos filetes de lo que parece ser pollo empanado y una gran cantidad de arroz.
Nuestros ojos quedan suspendidos unos segundos sobre la mesa observando las bandejas. Una frente a la otra ocupando el espacio de una mesa. A cada lado, una persona sentada y, sorprendentemente, ambas con el mismo gesto inerte en respecto a la comida. Nuestros ojos bajan hasta quedarnos sentados como uno más en esta mesa teniendo a nuestra izquierda a YoonGi de brazos cruzados frente a la bandeja de plástico y con la espalda apoyada en el respaldo de la silla. A nuestra derecha, Jimin con una mueca en el rostro y una de las manos sobre la mesa. Con sus dedos tamborilea débilmente y pensamos que tal vez está tan solo matando el rato, o incluso pensando en cualquier cosa sin relación al respecto, pero lo que hace con sus dedos es ayudarse a contar las calorías de toda la comida frente a él.
Esta escena parece detenerse en el tiempo así que nuestros ojos se distribuyen por el resto de la sala olvidando la escena que acabamos de presenciar. Estamos en una sala blanca, con paredes de gotelé igual que la sala en la que hemos estado hace tiempo. Hay varias mesas distribuidas alrededor, suficientes como para que cada uno de los aquí presentes se siente de forma individual y queden una o dos mesas entre medias, pero al parecer algunos prefieren sentarse juntos, y otros todo lo alejados que pueden.
A nuestra espalda está Hoseok sentado solo, con las manos sobre la mesa a cada lado de la bandeja y sus ojos la miran de un lado a otro con los labios apretados. Antes de que nos vayamos de su presencia le vemos coger cuidadosamente el tenedor de plástico sobre la bandeja y lo lleva al arroz. Comienza a juguetear con él y apenas dura un minuto ese gesto cuando se lleva un poco del arroz a sus labios. Lo saborea y con una desagradable mueca deja el tenedor sobre el plato, con una expresión exhausta. Podemos sentir ese cansancio en la forma en la que deja caer la mano al lado de la bandeja y como cierra los ojos y hace un esfuerzo por tragar la comida sin escupirla.
Nuestros ojos se dirigen ahora al otro extremo de la sala, donde JungKook se ha sentado solo y con el tenedor de plástico y el cuchillo parte en pequeños trozos los filetes de pollo que poco a poco se introduce entre los labios. Conoce bien su dieta y esto es precisamente lo que mejor le viene para, cuando haga ejercicio, poder muscular. Piensa en que echará en falta su batido de proteínas y sus bebidas energéticas, pero no se siente frustrado por ello, lleva poco tiempo aquí como para sentir aun la necesidad de volver a una malsana rutina. Cuando ha terminado el pollo se come el arroz con una extraña mueca, pues apenas está aderezado, pero lo hace sin rechistar mientras que al alzar la mirada dirige sus ojos a Taehyung, sentado dos mesas delante de él y, a un ritmo desenfrenado, termina el último grano de arroz y la fruta en menos de dos minutos.
A JungKook le hace casi gracia la forma en la que se llena los carrillos y como su cara se deforma al comer a esa velocidad. Sin embargo, y cuando ha terminado todo, en el rostro de TaeHyung ha desaparecido el divertido gesto del hambre. Ahora solo queda un frío y mortal arrepentimiento. De nuevo ese gesto de vergüenza y sumisión. Aparta la bandeja de su lado y lleva sus manos a la capucha de su sudadera. Se cubre con ella y se deja caer en la silla derrotado. Jeon mira su bandeja a medio comer frente a él y siente, momentáneamente, la misma inapetencia que el resto de la sala. Con un autoconvencimiento sigue comiendo.
De repente comenzamos a oír pasos que entran por las puertas abiertas de la sala y nos giramos para ver a NamJoon con su bandeja de la mano y a Jin a su lado con una expresión cansada y aburrida. Jin se cruza de brazos escuchando la palabrería de NamJoon sin interrumpirle y NamJoon con la bandeja sujeta en una de sus manos hace aspavientos con la otra.
–Ya los he dicho muchas veces que esta comida ya no es que sea malsana, es que es insalubre. ¿Habéis lavado el arroz?
–¿El arroz? –Pregunta Jin, confuso.
–Sí, hay que quitarle el almidón que tiene porque si no es perjudicial para la salud. ¿Y el pollo? Por el amor de dios, lo habéis freído en aceite, ¿sabes lo malo que es eso? ¿No podéis simplemente hacerlo a la plancha? ¡Y más os vale que no le hayáis echado sal al arroz porque eso va a matarnos a todos! –Jin resopla y mira la comida que baila en la bandeja sobre la mano de NamJoon.
–¿Alguna queja más? Ya han tenido que contratar a dos cocineras diferentes desde que estás aquí y ninguna te convence como hace la comida. ¿Podrías simplemente comer lo que te ponen delante?
–¿Pero me estás escuchando…? –La conversación, más bien discusión, continúa pero nosotros nos alejamos lentamente y regresamos de nuevo a la mesa en donde habíamos aparecido al principio. Nos acercamos lentamente y nos sentamos de nuevo teniendo a YoonGi a nuestra izquierda y a Jimin a nuestra derecha. De lejos oímos un murmullo que nos acompaña en la imagen que vemos y cómo todo sigue tal y como estaba. Todo a excepción de que los dedos de Jimin han dejado de tamborilear sobre la mesa y ahora mira más detenidamente la comida. De repente, y como accionado por un resorte, alza el rostro a YoonGi y le mira para comenzar a hablar en un tono medio.
–Ya sé cuantas calorías tiene más o menos toda esta comida. Mira, esta manzana, –coge la manzana con la mano derecha, la misma manzana que hemos visto al principio–, es una manzana roja de tamaño medio, por lo que puede pesar fácilmente doscientos gramos, con lo que tiene alrededor de cien calorías. A cincuenta cada cien gramos. El arroz, –señala el arroz con el tenedor dejando la manzana en la bandeja–, son alrededor de cien gramos, más o menos. Grano arriba grano abajo. Con lo que son un poco más de ciento treinta calorías. Los dos filetes de pollo, a cien gramos cada uno porque son bastante finos, yo diría que doscientos cuarenta calorías cada uno. En total alrededor de setecientas calorías. –Termina su discurso negando con el rostro–. Las uvas son todo agua y aun así creo que es lo único que voy a comer. –Dice mientras coge las uvas, se las come lentamente, masticando y saboreando cada una de ellas, después se mete en los labios una pinchada de arroz, una pequeña porción del filete de pollo y le da un muerdo a la manzana. Uno solo. Y la deja donde estaba.
Yoongi no le ha apartado la mirada en un solo instante... Su rostro no denota expresividad alguna, ni tampoco intención por responder las palabras de Jimin que tampoco buscaban respuesta. Tan solo lo ha mirado porque es la mejor forma de distraer la mente y escuchando sus palabras siente que su hambre merece la pena al recordarse la cantidad de comida que se metería en el estómago. El simple olor de la comida le causa una sensación por doble y es que el hambre se debate con las nauseas pero en su expresión, ya nada se diferencia. Sus labios se han curado, o al menos ya no se notan tan maltratados.
Eso nos hace pensar que ha pasado al menos una semana desde que le hemos reconocido la última vez. Jimin ha terminado de comer y YoonGi, al parecer también a pesar de que su bandeja esté tal y como se la han servido. Jimin se sienta encogido en el asiento de nuevo. Sella sus labios y baja la mirada. Yoongi sabe que hasta la siguiente comida no volverá a escuchar la voz de Jimin, pues solo toma confianza cuando habla de lo que sabe, de lo que le gusta. Hablar de calorías, de grasas y de colesterol malo. Ah, y de las moduladas y malogradas figuras de los modelos esqueléticos de las revistas. Podemos ver una fuerte carencia en la profundidad en sus ojos y es que lleva un año aquí encerrado desde que se rieron de él por estar “gordo”.
El chico sentado frente a él tiene un motivo diferente para estar aquí encerrado desde hace casi dos años. Pero igual ha sido su condena. Yoongi sigue absorto mirando a un Jimin tímido y empequeñecido pero una mueca aparece en el rostro de Yoongi de la nada. Una dolorosa expresión de angustia y quemazón. Nos acercamos más a su rostro y vemos como hace lo que puede para no morderse sus labios mientras sus ojos se enjuagan en agua.
Sin darnos cuenta algo no lleva a mirar bajo la mesa donde esconde sus manos que por primera vez las vemos desnudas. Unas manos pálidas y maltratadas. Unas muñecas cortadas. Cortes en piel limpia, cicatrices, cortes sobre antiguos cortes. Alrededor de la pulsera elástica negra vemos varios círculos rojos rodeando la muñeca. Al parecer estira de ella para soltarla y autolesionarse. Pero no es ahí donde se está realizando la acción. Una de sus manos alcanza su antebrazo y presiona con las uñas hasta volver la piel de alrededor blanca, y de repente roja. Roja de la sangre que se ve a través de las marcas. La sangre no corre, se limita a permanecer en el corte y estancarse. Ahora no puede producirse más daño, hay demasiada gente.
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