LÍBRANOS DEL MAL (Jimin x JungKook x Yoongi) - Capítulo 19

 CAPÍTULO 19
 

YoonGi POV:

 

Él día trascurre lento y algo extraño. Jimin me habla con un intento de normalidad pero eso no es nada agradable porque no debería hacerlo. Se obliga porque entiende que me haya enfadado con él pero he roto su objeto más valioso y no me lo va a perdonar jamás. Él lo sabe y yo lo sé. Y como esto no se arreglará, intenta normalizar la situación lo antes posible.

Ya es de noche y como cada noche, ambos intentamos no coincidir para ir a dormir juntos porque sería incómodo. Alguno se hace el remolón hasta asegurarse que él otro ya ronca y meterse en la cama sin que sea extraño. Pero sin duda, esto no funciona porque estoy consciente todas las noches que tras verse varios programas de telebasura se resigna a dormir y cae a mi lado rendido.

—Yo me voy ya a dormir. –Digo y me levanto como si nada en dirección al cuarto.

—Yo voy ahora.

Voy al baño y enciendo la luz para sacar mi pene del pantalón y orinar antes de ir a dormir. Termino y lavo mis manos con mucho miedo de mirar mi reflejo en el espejo y me equivoco al hacerlo porque su rostro vuelve a estar detrás de mí. Poco a poco se cierra la puerta y yo apago el grifo tan solo moviendo las manos. Tengo miedo de hacer nada más.

Él sonríe, siempre sonríe y la luz, de repente, desaparece.

Rápido me lanzo a la puerta para salir pero apenas he conseguido tocarla, una fuerza tira de mi ropa hacia atrás y unos fuertes brazos me sujetan el rostro para que no grite y la cintura para que no pueda moverme. Todo mi cuerpo tiembla porque es tan real el contacto, es tan fuerte y palpable que juraría es de verdad.

—Qué bonito. –Susurra en mi oído mientras estrella su espalda contra la pared más cercana a nosotros—. Le has roto mi regalo de aniversario. El último aniversario que pasamos. –Mis manos van a su brazo para retirarle de mí pero no me deja moverme porque es mucho más fuerte que yo.

Su abrazo empieza a quemar. Todo mi cuerpo lo siento en llamas y poco a poco el dolor se torna insoportable. Me obligo a gritar aunque su brazo no me deje expresarlo. Brazo que poco a poco va perdiendo consistencia y credibilidad. Cuando ya nada me sujeta caigo al suelo y me golpeo la cabeza contra él. Me siento débil pero una tremenda descarga de adrenalina me hace incorporarme de golpe y enciendo la luz respirando profundo.

Me miro al espejo antes de salir y me gustaría decir que me reconozco, pero no. sí, mi pelo, mi rostro, mi cuerpo. Pero mis ojos se ven animados y en mis labios se dibuja una sonrisa más que sádica. Algo hay en mi mente que provoca esa sonrisa pero yo no soy nadie para saberlo y menos aún para controlarlo por lo que sin poner demasiada resistencia me dejo hacer por lo que mi cuerpo me designe.

Antes de salir quito mi camiseta y mis pantalones dejándolos por ahí perdidos y abro descubriendo a un Jimin cohibido y avergonzado mirándome con recelo. Se tumba en la cama mientras yo me mantengo en el umbral de la puerta con los brazos cruzados y el hombro apoyado en la madera. Al principio no hace ni dice nada. No me mira pero yo sé cómo seducirle de la mejor manera.

—Hyung… —Pongo una voz inocente y rápido se incorpora aturdido, incluso diría que enfadado.

—¿Qué estupideces dices?

—¿No te gusta que te diga hyung? –Niega con la cabeza y se tumba de nuevo pero yo no voy aun—. ¿Ni siquiera si lo gimo? –Hace oídos sordos. Me encojo de hombros y me termino por desnudar tirándole el calzoncillo negro a la cabeza.

Se asusta al principio pero cuando reconoce la prenda en su mano se delita explorando mi cuerpo que la verdad, no es mejor que el de antes. Sonríe. Mírale, sonríe como un idiota y se sienta con la espalda en el cabecero esperando por alguna reacción de mi parte, sin duda no la encuentra.

—¿Desde cuándo eres tan exhibicionista, Yoongi? –Palmea mi supuesto lado de la cama pero no me muevo a menos que me suplique.

—Quiero sexo. –Abre su boca por mis palabras directas.

—Muy bien, pues ven aquí.

—¿Cómo se piden las cosas?

—Hyung. –Pone una desagradable voz dulce—. Ven y…

—¡No! ¿Desde cuándo eres tú tan pasivo? ¿Tendré que enseñarte de nuevo a ser un hombre? –Camino con pasos firmes hacia su confuso rostro pero cuando retiro la sábana de su cuerpo todo parece volver a su cauce y recuerda qué es lo que quiero. Qué es lo que le exijo.

Me siento sobre su regazo y se mueve conmigo al centro de la cama para estar más cómodos, retiro de su torso la camisa para dejar esos músculos que tanto me gustan y se quita los pantalones y la ropa interior a prisa. Me coge en sus brazos y pretende penetrarme pero yo le detengo indicándole que quiero disfrutar de esta tan agradable sensación.

Acaricio su rostro, le beso introduciendo hasta que no puedo más mi lengua. Salto sobre su regazo produciendo una deliciosa fricción entre nosotros. Sus manos no exploran mi cuerpo que ya debe conocer a la perfección pero yo si lo hago con el suyo y me deleito pellizcando sus pezones y marcando con chupetones su cuello. Cojo su mano y le obligo a azotarme, tiro del pelo de su nuca y puedo tener mejor perspectiva de su rostro sumiso a mis órdenes. Saco la lengua de mi boca para lamer su barbilla. Escupo lentamente en su boca y él traga todo lo que le doy.

Meto dos dedos en su boca y los chupa gustoso pensando que van a ser para él. Idiota. Me los meto yo para disfrutar sin que sea él quien me proporcione el placer. Sé que odia esto y por eso lo hago. Cuando creo que es suficiente abrazo más fuertemente su cuerpo y le susurro lentamente y entre gemidos porque masturba nuestras pollas juntas.

—Hyung, fóllame como solo tú sabes. –Mete su polla dentro poco a poco mientras le hablo—. Como nuestra primera vez. —Jimin frunce el ceño por mis palabras pero las embestidas han comenzado ya.

—No estamos en el coche, Yoongi.

—No esa vez, idiota. En casa de tus padres. –Se detiene aunque su cuerpo le pide continuar—. En tu cama. –Le obligo a sentir placer dejándome caer sobre él—. Me dijiste que estabas preparado para hacerlo. Yo te puse mi culito tierno y virgen y no pudiste resistirte por más tiempo a él. ¿Cierto? –Sus ojos sueltan lágrimas pero sus labios gimen. Me mira atónito y sintiendo un dolor muy profundo. Así es como me gusta el sexo.

—Yoongi…

—Hyung… te colabas en mi cama para tocarme cuando dormíamos juntos en mi casa. Mientras me duchaba te metías conmigo para que te la chupara porque decías que te ponía verme desnudo y de rodillas delante de tu polla. Jugabas con ella en mi cara y el sabor de tus corridas… —Relamo mis labios gimiendo porque acaba de tocar mi próstata.

—¿Kook—Kookie? –Tartamudea—. ¿Eres tú? –Ahora gimotea mientras llora aferrándose a mi cuerpo. Sus embestidas son el doble de fuertes y en pocos segundos se corre dentro de mí. Ese calor de su semen en mi interior es tan adictivo. Yo me corro sobre nuestros cuerpos y ambos nos retiramos el uno del otro sentándonos en la cama.

Él se mantiene sentado pero yo me tumbo y poco a poco algo arde dentro de mí. No puedo estar por más tiempo intentando aparentar estar bien y gimo y grito aferrándome al vientre y retorciéndome de dolor.

—¡Quema! –Grito y Jimin parece preocupado pero poco a poco desaparece y me quedo ahí tirado, asimilando lo que mis ojos han visto y de lo que he sido testigo mudo junto con Jimin. Ambos sabemos lo que ha pasado pero ninguno somos valientes para afrontarlo. Él me tapa el cuerpo desnudo y yo me acurruco cerca de su cuerpo para llorar. Ambos, por primera vez desde hace mucho tiempo lloramos juntos.  

 

 

 

 

 

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